Estudio, liderado por Sherif Karama, de la Universidad de McGill, en Canadá, sugiere que el cigarro no solamente esta dañando nuestros pulmones y sistemas cardiovasculares, sino también podría dañar nuestros cerebros.
Un análisis en 504 personas ha revelados que la corteza de los cerebros de los fumadores es más delgada que la de los no fumadores. En la imagen a continuación, el amarillo representa la gran diferencias entre el espesor, y el color se torna naranja oscuro conforme la brecha disminuye.
La corteza es la capa externa del cerebro, y esta involucrada en funciones vitales como la memoria, el lenguaje y la percepción. Sin embargo, no todas son malas noticias, el estudio también demostró que dejar de fumar, revierte parcialmente el daño a la corteza, volviéndola más gruesa por cada año que se pasa sin fumar.
No obstante, puede que el daño nunca se repare completamente, el estudio mostro que los participantes que fumaban mucho, tras 25 años de haberlo dejado, aún presentan una corteza más delgada que aquellos que nunca fumaron.
Investigaciones han demostrados una relación entre el cigarro y el riesgo a padecer demencia y un declive cognitivo, pero hasta ahora no era claro por qué.
La investigación incluyo a 244 hombres y 260 mujeres con edad promedio de 73 años. Todos los participantes habían sido examinados en 1947 cuando eran niños como parte del Estudio Sobre Salud Mental de Escocia.
A pesar de que la corteza adelgaza gradualmente cuando las personas envejecen, los investigadores encontraron que fumar acelera el proceso. Incluso tras ajustar factores de estilo de vida como género y edad, los fumadores y ex fumadores tenían la corteza significativamente más delgada que aquellos que nunca consumieron cigarros.
Los resultados, publicados en el diario Molecular Psychiatry, sugieren que los fumadores deberían ser informados que el cigarro podría derivar en el deterioro cognitivo.
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