Unos científicos han descubierto una nueva hormona que combate el aumento de
peso ocasionado por la típica dieta occidental rica en grasas y normaliza el
metabolismo, efectos beneficiosos que a menudo se consiguen mediante el
ejercicio físico.
Las hormonas son sustancias químicas que sirven de señales para el cuerpo, desencadenando varias respuestas fisiológicas. La hormona recién descubierta, bautizada como “MOTS-c” actúa principalmente en el tejido muscular. Allí restaura la sensibilidad a la insulina, contrarrestando la resistencia a ella, tanto la inducida por la citada dieta rica en grasas, como la promovida por el envejecimiento.
Para poner a prueba los efectos de la MOTS-c, el equipo de Pinchas Cohen y Changhan Lee, de la Universidad del Sur de California en la ciudad estadounidense de Los Ángeles, inyectó la hormona en ratones alimentados con una dieta rica en grasas, que habitualmente ocasiona que crezcan obesos y desarrollen una resistencia a la insulina. Las inyecciones no solo suprimieron ambos efectos nocivos en los ratones, sino que también revirtieron la resistencia a la insulina promovida por el envejecimiento, un trastorno que precede a la diabetes.
La MOTS-c es única entre las hormonas por el hecho de que es codificada en el ADN de las mitocondrias, las “centrales energéticas” de las células que convierten el alimento en energía. Otras hormonas son codificadas en el ADN del núcleo.
Si bien todos los experimentos sobre la MOTS-c hasta la fecha han sido realizados en ratones de laboratorio, los mecanismos moleculares que hacen que actúe en ellos existen en todos los mamíferos, incluyendo a los humanos, por lo que sus efectos no deberían ser muy distintos en nosotros. Los ensayos clínicos con MOTS-c en personas podrían iniciarse en el plazo de tres años, según estima Cohen.
Fuente NCYT