El plomo, el actor oculto en el desarrollo de la esquizofrenia?


Un estudio de los cerebros de ratas expuestas a plomo ha puesto de manifiesto similitudes sorprendentes con características conocidas de los cerebros de pacientes humanos con esquizofrenia, aportando lo que los autores del estudio consideran pruebas convincentes de que el plomo puede ser un factor importante en la aparición de esta enfermedad. 

La investigación la han realizado expertos de la Escuela Mailman de Salud Pública de la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, y los resultados se han publicado en la revista académica Translational Psychiatry, de los editores de la conocida revista Nature.

El equipo de Tomás Guilarte, catedrático de ciencias de la salud medioambiental en la citada institución docente, encontró que el plomo tiene un efecto perjudicial muy característico sobre las células en tres áreas cerebrales implicadas en la esquizofrenia: la corteza prefrontal medial, el hipocampo, y el estriado, al menos en las ratas expuestas al plomo en su etapa intrauterina y en la primera parte de sus vidas.

La densidad de las células cerebrales de la clase conocida como PVGI disminuyó en aproximadamente una tercera parte, un porcentaje casi idéntico al declive visto en pacientes de esquizofrenia.

Como se aprecia en la imagen de la derecha, las ratas expuestas al plomo tenían una densidad más baja de células cerebrales de la clase conocida como PVGI, en comparación con las ratas que no sufrieron dicha exposición (imagen de la izquierda). (Imágenes: Escuela Mailman de Salud Pública de la Universidad de Columbia) 

Los investigadores también identificaron niveles altos del receptor de dopamina llamado D2R. De nuevo, la magnitud del incremento coincidió con lo que se ha documentado en pacientes humanos de esquizofrenia, y en un estudio previo de ratones genéticamente modificados. 

En un hallazgo relacionado, Guilarte y sus colegas vieron que las ratas expuestas al plomo tenían una reacción mucho más fuerte a la cocaína que las ratas sanas del grupo de control. En el experimento, las primeras, a las cuales se les inyectó cocaína, corrían el doble de la distancia total que las segundas en el interior de sus jaulas. El comportamiento de las ratas es significativo porque se asemeja a lo que ocurre en pacientes de esquizofrenia, que experimentan una reacción a la droga más intensa que la experimentada por quienes no sufren la enfermedad.

Fuente NCYT

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