Científicos de la EPFL desarrollan un sistema que ayuda a los pequeños a reproducir letras, enseñando a hacerlas
Investigadores de la Escuela politécnica federal de Lausana (EPFL), en Suiza, han creado un sistema que ayuda a los niños a aprender a escribir, enseñando a un robot a hacerlo. El objetivo es motivar a los pequeños, aumentando su autoestima y la confianza en su propia capacidad.
Delante de un pequeño robot humanoide, una niña alinea letras de plástico dotadas de un código QR (matriz de puntos que almacenan información).
A continuación, sobre la pantalla de una tableta, el robot trata de reproducir esas letras con esfuerzo, especialmente cuando se trata de la curvilínea 'P'. La niña, entonces, escribe la letra para tratar de mostrarle al robot cómo se hace. El robot, al verla, 'mejora' su destreza pero, en realidad, la que mejora su capacidad de escribir con todo el proceso es la niña.
El robot y los demás elementos forman parte de un proyecto de la Escuela politécnica federal de Lausana (EPFL), en Suiza, con el que se pretende mejorar la escritura de los pequeños. Bautizado como CoWriter, el sistema acaba de presentarse en la Conferencia de Interacción Humano-Robot (HR I), un importante evento sobre robots interactivos que se celebra estos días en Portland, EEUU, informa la EPFL en un comunicado.
El programa se basa en el aprendizaje mediante la enseñanza, un principio reconocido en pedagogía. Si un niño tiene dificultad para escribir, puede perder fácilmente la confianza en que conseguirá aprender, e incluso abandonar el proceso de aprendizaje.
En cambio, ocupar el lugar de un profesor y transmitir lo que sabe a un compañero puede hacerle recuperar la autoestima y la motivación. La novedad en este caso radica en que ese "compañero" es un robot, en lugar de otro niño u otra niña.
Cómo funciona
Los investigadores de la EPFL desarrollaron algoritmos progresivos de escritura y los aplicaron a un modelo de robot ya existente, un humanoide de 58 centímetros de altura diseñado para ser agradable con los humanos e interactuar con ellos.
Gracias a estos algortimos, la máquina puede dibujar letras a demanda, mejorando gradualmente su desempeño. Para ello, usa una vasta base de datos y ejemplos de escritura, que le permiten reproducir los errores más comunes de los niños cuando estos están aprendiendo a escribir.
También es posible programar al robot para que se 'ocupe' de las dificultades particulares de un estudiante concreto, por ejemplo, para que escriba la 'P' más o menos legible y la vaya mejorando con el tiempo.
Primeras pruebas
El sistema CoWriter, todavía un prototipo, ha sido probado ya en una escuela de primaria, con alrededor de 70 estudiantes de entre seis y ocho años. Los niños practicaron con el robot una hora a la semana, durante un mes. El sistema tuvo una muy buena acogida entre los pequeños.
Estos experimentos han permitido sobre todo probar CoWriter desde un punto de vista técnico, y verificar que los algoritmos se ajustan a las demandas de los niños y que cumplen con los objetivos deseados.
En los próximos meses, los investigadores llevarán a cabo nuevos estudios para cuantificar sus beneficios: su efectividad en el proceso de aprendizaje y en el progreso de los estudiantes; su facilidad de uso para los profesores, y su aplicabilidad a otros campos.
Fuente TENDENCIAS 21