Ingreso familiar relacionado con estructura cerebral


Un estudio que incluyo a investigadores de nueve universidades distintas estadounidenses ha reportado una relación correlativa entre los ingresos familiares y la estructura cerebral.

La investigación, liderada por científicos del Instituto de Investigación Saban, en Los Ángeles y la Universidad de Columbia, ha sido publicada en el diario Nature Neuroscience.

Los resultados no implican que las circunstancia socioeconómicas de un niño conlleven a cambios inmutables en el desarrollo cerebral y la cognición, sin embargo sugieren que un mayor acceso a recursos probablemente costeados por las personas con mayores ingresos podrían conducir a diferencias en la estructura cerebral de los niños.

Los investigadores observaron a 1,099 individuos en desarrollo entre los 3 y 20 años, que formaban parte del estudio multidimensional de Imagenología Pediátrica, Neurocognición, y Genética (PING). Asociaciones entre los factores socioeconómicos y las medidas de la superficie del cerebro fueron registradas por medio de cuestionarios demográficos y de historia del desarrollo, así como por vía imágenes de resonancia magnética de alta definición.

Las estadísticas mostraron que el ingreso mostraba una relación no linear con el área de la superficie cerebral, y que ese ingreso tenía una mayor influencia en el cerebro que la instrucción de los padres.

Específicamente entre jóvenes de las familias con menores ingresos, pequeñas diferencias entre los ingresos era asociadas con diferencias relativamente grandes en la superficie de varias regiones del cerebro asociadas con habilidades importantes para el éxito académico.

A la inversa, entre niños de familias con mayores ingresos, los aumentos graduales de ingresos fueron asociados con diferencias mucho menores en el área de la superficie. Un mayor ingreso también fue asociado con un mayor desempeño en ciertas habilidades cognitivas.

Investigaciones futuras buscaran cuestionar si el cambio del entorno de un niño, por ejemplo a través de políticas sociales que busquen reducir la pobreza, podrían mejorar la trayectoria del desarrollo cerebral y la cognición.

Fuente MUY INTERESANTE

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