Reúne la historia evolutiva de 2,3 millones de especies
Científicos de varios centros estadounidenses, entre ellos la Universidad de Duke, han creado un 'árbol de la vida' de los 2,3 millones de especies conocidas, que describe las relaciones que ha habido entre ellas a lo largo de toda la evolución. Es sólo un primer paso, señalan, porque aún se ha digitalizado muy poco de lo que se sabe sobre las especies.
La Universidad de Duke (Carolina del Norte), junto a otros 11 centros de Estados Unidos, acaba de presentar en la revista PNAS un primer borrador del árbol de la vida de los 2,3 millones de especies de animales, plantas, hongos y microbios conocidas.
El resultado es un recurso digital en línea gratuito, que se asemeja a una wikipedia de los árboles evolutivos, por la que se puede navegar y que también es descargable. El árbol representa las relaciones entre los seres vivos desde el comienzo de la vida en la Tierra hace más de 3.500 millones de años hasta que se separaron evolutivamente entre sí.
Decenas de miles de árboles más pequeños se han publicado en los últimos años para ciertas ramas del árbol de la vida –algunos con más de 100.000 especies– pero esta es la primera vez que esos resultados se han combinado en un solo árbol que lo abarca todo.
"Este es el primer intento real de conectar los puntos y juntarlo todo", dice Karen Cranston, de la Universidad de Duke, en la información de ésta. "Piensen en ella como la versión 1.0", añade.
Los árboles evolutivos, diagramas ramificados que a menudo se ven como un cruce entre un candelabro y un mapa de metro, no sirven sólo para averiguar si los cerdos hormigueros están más estrechamente relacionados con los topos o los manatíes, o la localización de los primos más cercanos del moho del fango.
Comprender cómo las especies están relacionadas entre sí ayuda a aumentar los rendimientos agrícolas y ganaderos, y a trazar los orígenes y la propagación de enfermedades infecciosas como el VIH, el Ébola y la gripe.
La versión actual del árbol -junto con los datos subyacentes y el código fuente- está disponible para navegar y descargar en https: //tree.opentreeoflife.org.
En lugar de construir el árbol de la vida a partir de cero, los investigadores lo reconstruyeron recopilando miles de fragmentos más pequeños que ya habían sido publicados en línea y fundiéndolos juntos en un gigantesco "superárbol" que abarca todas las especies conocidas. Por ahora se han basado en 500 árboles ya existentes.
Para asignar los árboles de diferentes fuentes a las ramas y ramitas de un solo superárbol, uno de los mayores retos fue simplemente representar los cambios de nombre, nombres alternativos, faltas de ortografía comunes y abreviaturas para cada especie. El murciélago colorado, por ejemplo, aparece a menudo bajo dos nombres científicos, Lasiurus borealis y Nycteris borealis. Los equidna solían compartir su nombre científico con un grupo de morenas).
Primer paso
"Aunque es una empresa de gran envergadura por derecho propio, este proyecto de árbol de la vida representa sólo un primer paso", escriben los investigadores.
Por un lado, sólo una pequeña fracción de los árboles publicados están disponibles digitalmente.
Un sondeo realizado entre más de 7.500 estudios filogenéticos publicados entre 2000 y 2012 en más de 100 revistas encontró que sólo uno de cada seis estudios habían depositado sus datos en formato digital, descargable, que los investigadores pudieran utilizar.
La gran mayoría de los árboles evolutivos están publicados en formato PDF y otros archivos de imagen que son imposibles de introducir en una base de datos o de fundir con otros árboles.
"Hay una gran diferencia entre la suma de lo que los científicos saben sobre cómo se relacionan los seres vivos, y lo que está realmente disponible digitalmente", dice Cranston.
Como resultado, las relaciones que se muestran en algunas partes del árbol, como las ramas que representan a las familias del guisante y del girasol, no siempre están de acuerdo con la opinión de expertos. Otras partes del árbol, particularmente insectos y microbios, siguen siendo imprecisas.
Eso es porque incluso el archivo en línea de secuencias genéticas más popular -a partir del cual se construyeron muchos árboles evolutivos- contiene datos del ADN de menos del cinco por ciento de las decenas de millones de especies que se estima existen en la Tierra.
"Tan importante como mostrar lo que sabemos acerca de las relaciones, este primer árbol de la vida también es importante en revelar lo que no sabemos", dice el co-autor Douglas Soltis, de la Universidad de Florida.
Para ayudar a llenar los vacíos, el equipo también está desarrollando un software que permitirá a los investigadores entrar y actualizar y revisar el árbol a medida que haya nuevos datos sobre los millones de especies que están siendo nombradas o descubiertas.
"De ninguna manera está terminado", dice Cranston. "Es de vital importancia compartir los datos de los trabajos ya publicados y de los que se publiquen a partir de ahora, si queremos mejorar el árbol."
"Hace veinticinco años, la gente dijo que este objetivo de árboles enormes era imposible", dice Soltis. "El Árbol Abierto de la Vida es un punto de partida importante que otros investigadores pueden perfeccionar y mejorar en las próximas décadas."
fuente TENDENCIAS 21