Todo hemos vivido cosas en el pasado que nos gustaría olvidar – una mala relación, la pérdida de un ser querido, experiencias negativas. Sin importar que tanto lo intentes, dichas memoras permanecerán en tu mente, desencadenando, en ocasiones, trastornos como ansiedad, estrés post traumático o fobias. Pero ahora la ciencia está muy cerca de cambiar esto para siempre, con el hallazgo de que la memorias no son tan permanentes como pensábamos.
De hecho, los investigadores ya han descifrado como borrar, cambiar e incluso implantar memorias – no sólo en animales, pero en humanos. Gracias a los avances en la tecnología de exploración neurológica de las ultimas décadas, nos estamos acercando a descubrir como lograrlo.
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Entonces, ¿cómo borras una memoria? Para comprenderlo, primero necesitas entender cómo se forman las memorias y como se mantienen vivas en nuestro cerebro.
Para ponerlo de manera sencilla, una memoria es formada cuando proteínas estimulan nuestras neuronas a crecer y formar nuevas conexiones – literalmente reconectando nuestro circuito mental. Una vez que esto sucede, la memoria es guardada en el cerebro, donde permanecerá mientras ocasionalmente la revisitamos. Lo que algunas personas no saben, es que éstas memorias a largo plazo no son estables. De hecho, cada vez que recuerdas una memoria, ésta se vuelve maleable otra vez y se restablece más fuerte y vívidamente que antes.
El proceso – conocido como reconsolidación – explica porque nuestras memorias pueden cambiar con el tiempo. Por ejemplo, si has experimentado alguna caída y cada vez que la recuerdes con dolor estás fortaleciendo las conexiones entre la memoria de la caída y las conexiones de miedo, eventualmente el pensamiento de caerte te hará tener terror. En cambio si al recordarla sólo piensas que fuiste torpe, con el tiempo la memoria será algo de lo que te podrás reír. Es por esto que el proceso de reconsolidación es tan importante, porque es el paso en el que los científicos pueden ‘alterar’ las memorias.
Varios estudios han mostrado que al bloquear un químico llamado norepinefrina – que está involucrado en el proceso en la reacción de lucha o huida y es responsable por detonar síntomas como manos sudorosas y la aceleración del corazón – los investigadores han podido ‘amortiguar’ las memorias traumáticas, y evitar su asociación con emociones negativas.
Quizás aún más impresionante son los estudios respecto a lo fácil que es para los científicos implantar memorias falsas en otras personas. El manipular el mismo proceso de reconsolidación, la psicóloga Julia Shaw, ha mostrado que es posible hacer que las personas recuerden un crimen que nunca cometieron – e incluso hacer que brinden detalles vívidos del evento ficticio, como puedes observar en el siguiente video (en inglés):
Aunque aún se está investigando más al respecto, el objetivo de éstas nuevas tecnologías no es borrar por completo las memorias dolorosas de las personas, como en la película Eterno Resplandor de un Mente sin Memoria o Total Recall, sino alterarlas para que sean menos dolorosas. Por que en si no es tanto la memoria, pero sí la asociación que tiene en nuestra mente, la que nos causa dolor.
Más importante aún, los investigadores esperan que los hallazgos ayuden a crear tratamientos contra la ansiedad, las fobias y el trastorno por estrés post traumático.
Fuente MUY INTERESANTE