Seguro te ha pasado muchas veces: terminas de comer y lo único que quieres es tomar una siesta. Algunos dormimos la siesta para continuar el día, es un hábito, simplemente una costumbre. Para otros, sin embargo, dormirse después de comer es inevitable. Algunas comidas nos dan sueño y en lugar de llenarnos de energía parece quitárnosla por completo. ¿Quieres saber por qué sucede esto exactamente? Bueno, pues, vamos a descubrirlo.
¿A qué se debe la somnolencia después de almorzar?
Hasta el momento existen dos explicaciones complementarias para entender por qué nos da sueño después de comer. Según la explicación tradicional, la somnolencia después de comer se debe a que el sistema digestivo requiere gran parte del flujo sanguíneo del cuerpo para procesar la comida en el intestino delgado. Ello genera, inevitablemente, que otras partes del cuerpo reciban menos energía, fundamentalmente el cerebro y los músculos.
Esto tiene sentido, especialmente cuando se trata de comidas abundantes, pesadas y difíciles de digerir, sin embargo, cuando comemos porciones normales de comidas livianas también nos puede dar sueño, entonces, ¿a qué se debe realmente? Para buscar una explicación más convincente, un grupo de científicos de la Universidad de Bonn, en Alemania, se propuso ahondar más en el asunto.
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Los investigadores observaron que las comidas altas en carbohidratos que también tienen un alto índice glucémico —es decir que liberan azúcar al flujo sanguíneo rápidamente—, aumentan la producción de insulina. La hormona insulina promueve la absorción y el uso de la glucosa en sangre, pero también permite la entrada al cerebro de un aminoácido específico llamado triptófano.
La acción del aminoácido en el cerebro se traduce en el aumento de la producción de serotonina, un importante neurotransmisor asociado con la tranquilidad, la calma y la somnolencia. Este aminoácido se encuentra presente en muchos alimentos (pavo, quesos, tofu, bananas, etc.), pero solo entra al cerebro —y causa somnolencia— cuando lo hace a causa del exceso de insulina en sangre.
Es decir que consumir alimentos ricos en triptófano no nos causa sueño automáticamente, sino que solo lo hace cuando además consumimos alimentos altos en carbohidratos.
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Los alimentos ricos en proteínas —como todos los de origen animal— generan, por el contrario, un efecto estimulante. Por lo tanto, si no puedes dormir siesta, para evitar la somnolencia en tu trabajo luego de almorzar, consume alimentos con muchas proteínas y bajos niveles de grasa y carbohidratos.
Curiosamente, la leche, a pesar de ser un alimento con muchas proteínas, sí genera somnolencia. Esto no se debe a su aporte en carbohidratos ni a su índice glucémico, sino a la melatonina, una hormona natural involucrada en la regulación del ritmo circadiano.
Una buena opción puede ser, por ejemplo, una porción de carne magra con ensalada, o un omelette con vegetales. En fin, lo que a tí más te guste, pero que no tenga demasiados carbohidratos, porque sino necesitarás un buen rato de descanso para continuar con tu día. Claro que lo ideal sería que todos podamos dormir la siesta después de comer, después de todo eso es lo que recomiendan los científicos para trabajar mejor.
Fuente BATANGA