Cuando una persona se enfrenta a un animal salvaje, pensamos que habrá problemas. Nos gusta pensar que los animales son agresivos, violentos, y que no tienen autocontrol. Pero, gracias a esta época moderna en que cada ciudadano tiene una cámara en la mano, podemos ver prueba tras prueba de que esa pre-concepción nuestra está equivocada.
En un zoológico de Inglaterra, un niño de 11 años cayó accidentalmente al foso de los gorilas, quedando inconsciente durante algunos minutos. Un enorme macho “espalda plateada” se acercó al niño, y todos los presentes pensaron lo peor. El temperamento de los gorilas y su instinto territorial anunciaban una tragedia:
Fuente PERFECTO