Las novas crean y dispersan elementos típicos de la composición de planetas como la Tierra


Unas observaciones astronómicas efectuadas desde gran altitud en la atmósfera terrestre han permitido a unos científicos determinar que las explosiones estelares conocidas como novas crean elementos que pueden dar forma a planetas rocosos, muy parecidos a la Tierra.

Para efectuar las observaciones se utilizó el observatorio aéreo SOFIA (por las siglas de Stratospheric Observatory for Infrared Astronomy), de la NASA. El SOFIA es un avión Boeing 747SP muy modificado que transporta un telescopio con un diámetro efectivo de 2,54 metros (unas 100 pulgadas) a altitudes de hasta 13,7 kilómetros (45.000 pies).

Los astrónomos ven en ocasiones una nova, que puede aparecer como una estrella “nueva” que se hace cada vez más brillante y que después disminuye su brillo en el transcurso de unas pocas semanas. De hecho, “nova” es la palabra latina para “nuevo”. Ahora sabemos que las novas no son en realidad estrellas nuevas, sino que más bien están asociadas con el envejecimiento estelar: explosiones que suceden sobre las superficies de estrellas agotadas. Son menos violentas y más habituales que las explosiones llamadas supernovas, que pueden destruir completamente una estrella envejecida.

El equipo de Bob Gehrz, de la Universidad de Minnesota Twin Cities, ha estado usando el SOFIA para estudiar novas como parte de una investigación en marcha para conocer mejor el papel que juegan estos objetos en la creación de elementos químicos y su inyección en el material que se halla entre las estrellas y que conforma el medio interestelar.

Gehrz y sus colaboradores encontraron elevados niveles de elementos como carbono, nitrógeno, oxígeno, neón, magnesio, aluminio y silicio en la Nova Delphini, una explosión de 2013 en la constelación Delphinum (el Delfín). Algunos de estos elementos químicos pueden encontrarse en grandes cantidades en seres vivos, mientras que otros son solo constituyentes importantes de los planetas rocosos como la Tierra.

Cuando se formó el universo con el Big Bang, se crearon solo cantidades ínfimas de elementos distintos al hidrógeno y el helio, tanto menores como más pesado el elemento. Los átomos de elementos pesados se fabricaron más tarde por una serie de procesos en el interior de las estrellas, o durante la agonía mortal de una estrella, como en las explosiones de nova y supernova.

Las observaciones de la nube de escombros de la Nova Delphini indican que las novas en general podrían ser una fuente importante de elementos de peso medio en el universo, más prolífica de lo que se ha venido creyendo.

Fuente NCYT



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