En un hospital se viven muchas emociones, todas intensas: la alegría por el nacimiento de un bebé, la paz por la recuperación de un enfermo, la ansiedad por no saber qué ocurrirá y la tristeza profunda de las pérdidas.
En medio de este ambiente, un hombre intenta hacer que el dolor dejado por la muerte de un familiar sea más llevadero.
Se trata de Brian Schreck, un músico del Hospital de Niños de Cincinnati, quien usa el sonido de los latidos del corazón de los pacientes terminales como terapia para afrontar el luto.
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Con la ayuda de un estetoscopio, Schreck graba el sonido de los latidos y luego les agrega música, material que posteriormente se entrega a los familiares del fallecido para que puedan recordarlo y no sentirse tan solos.
En entrevista con la revista People, el músico dijo:
“La creación de estas canciones ayuda a los padres a recordar a sus hijos, es un acto de la terapia. Es una bonita manera de conectar con los perdidos. Esta intervención es un mecanismo de supervivencia y de una manera que los padres recuerden a sus hijos cuando ya se hayan ido. Es un honor trabajar con estos pacientes en su viaje. Realmente estoy tratando de usar cualquier cosa que se me ocurre de forma creativa con las familias para impactar positivamente durante sus días más duros”.
Aquí te dejaremos un conmovedor video donde puedes ver la historia de la familia Bennet que perdió a su hijo Dylan, de tan solo 14 años y de su reacción con este tipo de terapia:
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Fuente BATANGA