El meteorito que «remató» a los dinosaurios


Una investigación dice que estos animales ya estaban en declive antes del impacto de una gran roca espacial contra el actual Yucatán hace 66 millones de años

Hace unos 66 millones de años, el impacto de un gran meteorito contra lo que hoy es la costa de la provincia del Yucatán, en México, provocó la desaparición de un gran número de especies, entre ellas, los dinosaurios. El golpe lanzó millones de toneladas de polvo al aire, tapó el Sol y provocó un enfriamiento global a corto plazo y la pérdida generalizada de la vegetación. Este desastre ecológico hizo que los grandes animales que dependen de la abundancia de las plantas murieran, seguidos de los depredadores que se alimentan de ellos. Esa es la teoría más aceptada por la comunidad científica para explicar la extinción de los dinosaurios. Hasta ahora se creía que la catástrofe les llegó a estos seres en un buen momento, cuando se encontraban en su apogeo, en pleno reinado del mundo del Cretácico. Sin embargo, una nueva investigación publicada en Proceedings of de la National Academy of Sciences (PNAS) dice que esos reyes de la naturaleza ya se habían quitado la corona decenas de millones de años antes del gran impacto. El asteroide, más que matarles, les remató en su declive.

Mediante el uso de un sofisticado análisis estadístico junto con la información del registro fósil, investigadores de las universidades de Reading y Bristol, en Reino Unido, mostraron que algunas especies de dinosaurios se extinguieron a un ritmo más rápido que las nuevas que fueron emergiendo desde 50 millones de años antes del impacto.

Según explican, si bien la disminución en el número de especies a través del tiempo estaba efectivamente omnipresente en todos los grupos de dinosaurios, sus patrones de pérdida eran diferentes. Por ejemplo, los dinosaurios saurópodos gigantes de cuello largo estaban en el declive más rápido, mientras que los terópodos, el grupo de dinosaurios que incluye al icónico Tyrannosaurus rex, mostraban una disminución más gradual.


«No esperábamos este resultado. Mientras que el impacto de un asteroide sigue siendo el principal candidato para la desaparición definitiva de los dinosaurios, es evidente que ya habían dejado atrás su apogeo en un sentido evolutivo», dice Manabu Sakamoto, paleontólogo de la Universidad de Reading y director de la investigación.

«Nuestro trabajo es innovador porque, una vez más, va a cambiar nuestra comprensión del destino de estas poderosas criaturas. Mientras que un apocalipsis repentino pudo haber sido el último clavo en el ataúd, algo más ya había impedido a los dinosaurios evolucionar en nuevas especies tan rápido como las viejas iban desapareciendo», continúa. «Esto sugiere que decenas de millones de años antes de su desaparición definitiva, los dinosaurios ya habían comenzado a perder su ventaja como la especie dominante en la Tierra».
Erupciones de volcanes

Mike Benton, de la Universidad de Bristol, uno de los coautores de la investigación, cree que los dinosaurios, después de estar presentes en los ecosistemas terrestres durante 150 millones de años, perdieron de alguna manera su capacidad de evolucionar lo suficientemente rápido. «Esto probablemente haya contribuido a su incapacidad para recuperarse de la crisis ambiental causada por el impacto», señala.

La nueva investigación sugiere que, además del choque del asteroide, otros factores, como la desintegración de las masas continentales, una actividad volcánica sostenida y otros factores ecológicos, posiblemente influyeran en la disminución gradual de los dinosaurios.

Esta disminución observada en los dinosaurios habría tenido implicaciones para otros grupos de especies, especialmente para los mamíferos, que encontraron entonces un hueco para progresar y prepararse para sustituirlos como los animales dominantes en la Tierra.

Para Sakamoto, el estudio podría dar una idea de la futura pérdida de la biodiversidad. «Nuestro estudio indica claramente que si un grupo de animales está experimentando un rápido ritmo de extinción, es propenso a la aniquilación si se produce una gran catástrofe. Esto tiene enormes implicaciones para nuestra biodiversidad actual y futura, dada la velocidad sin precedentes en la que las especies se están extinguiendo debido al cambio climático en curso causado por el hombre». Una lección sobre la que reflexionar.

Fuente ABC CIENCIA



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