La ribosa, componente esencial de la vida, se puede formar en hielos de cometas


Unos investigadores han mostrado por primera vez que la ribosa, un azúcar que constituye uno de los bloques de construcción del material genético en los organismos vivos, podría haberse formado en hielos cometarios.

A los cometas se les describe a veces como "bolas de nieve sucia", en referencia a su abundancia de agua helada y a la presencia de otros materiales integrando una "mezcla".

Para obtener el citado resultado en el nuevo estudio, el equipo de Iuliia Myrgorodska, del Sincrotrón SOLEIL en Francia, y Cornelia Meinert, del Instituto de Química de Niza en Francia, llevó a cabo un análisis muy detallado de un cometa artificial y a escala creado en un laboratorio. Gracias a ello, ha sido posible para el equipo formular el primer escenario realista para la formación en un cometa de este compuesto esencial, que nunca había sido detectado en meteoritos o hielos cometarios hasta la fecha. Los resultados de la investigación aportan una perspectiva reveladora sobre la aparición de la vida en la Tierra.

El material genético de todos los organismos vivos en la Tierra, así como de los virus, está compuesto por ácidos nucleicos, así como por ADN y ARN. El ARN, considerado el más primitivo, se cree que fue una de las primeras moléculas características de la vida que apareció en nuestro planeta. Los científicos se han preguntado desde hace mucho tiempo sobre el origen de estos compuestos biológicos. Algunos de ellos opinan que la Tierra fue sembrada por cometas o asteroides que contenían los bloques de construcción básicos necesarios para formar tales moléculas. Y ciertamente ya se han encontrado varios aminoácidos (los componentes de las proteínas) y bases nitrogenadas (uno de los componentes de los ácidos nucleicos) en meteoritos, así como en los cometas artificiales producidos en el laboratorio. Sin embargo, la ribosa, el otro componente clave del ARN, no había sido todavía detectado en material extraterrestre o creado en el laboratorio bajo condiciones “astrofísicas”. Ahora, mediante la simulación de la evolución del hielo interestelar que da forma a los cometas, el equipo de investigación ha conseguido obtener ribosa, un paso esencial en la comprensión del origen del ARN, y por tanto de la vida.

Fuente NCYT



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