Después de 40 años de ceguera, este hombre recuperó la vista con un ojo biónico


Tras cuatro décadas de ceguera, un ojo biónico le cambió la vida a John Jameson. El procedimiento, recién aprobado por la FDA, utiliza tecnología de punta y una retina artificial llamada Argus II.
Vamos a conocerlo.


Una nueva esperanza para tratar la ceguera

El cuerpo humano ya no necesita ser de carne y hueso, hoy, si una parte se pierde por accidente o enfermedad, puede ser reemplazada por otra completamente funcional gracias a los avances en tecnología.

John Jameson es el feliz receptor de ojo biónico que le permite ver tras pasar 40 años en la oscuridad producto de una infección ocular. Este norteamericano se sometió a un procedimiento en que se implantó una retina artificial que junto al uso de electrodos y unas gafas especiales le permiten ver aunque de forma diferente a la del resto de la gente.

Jameson, que se sometió al procedimiento en abril por parte del WK Eye Institute, ahora puede ver en un proceso paulatino donde su cerebro se va acostumbrando a las señales que recibe desde el ojo biónico.

A poco más de un mes de la operación, el paciente asegura que experimenta visión doble la que cada vez es más clara, ya que al principio solo podía distinguir luces y algunas formas, pero con el tiempo debería recobrar al menos parte importante de ese sentido que perdió hace ya 40 años.
¿Cómo funciona el ojo biónico?

Recién aprobado por la FDA, la tecnología detrás del ojo biónico Argus II es muy interesante, ya que mezcla los procesos cerebrales con un ingenioso sistema que consta de varias partes.

En una cirugía que dura cuatro horas la retina artificial se instala en el ojo del paciente. Esta retina posee una minúscula antena y electrodos. Una vez implantados comienza el proceso de ir recobrando la vista.

El paciente utiliza unas gafas especiales que poseen una mini cámara. La cámara capta las imágenes y las transmite a un pequeño procesador que se lleva en el bolsillo o cinturón convirtiéndolas en instrucciones que luego se envían al Argus II que las capta con su antena.

Los electrodos recogen esta señal y estimulan los receptores dañados del ojo de forma que emitan la información al nervio óptico para que el cerebro pueda convertirlas en patrones visuales.

El paciente debe someterse a un proceso de aprendizaje para comprender los patrones visuales y de luz que percibe su cerebro transformándolos en imágenes gracias a su implante de retina. Al ser un proceso que requiere entrenamiento el receptor del ojo biónico va recobrando poco a poco su capacidad de ver con normalidad.

No todas las personas ciegas son candidatas a recibir el implante Argus II, se requiere ser mayor de 25 años, no haber nacido con ceguera y tener el globo ocular sin grandes daños. En un principio esta retina artificial se utiliza en gente con daño en los fotoreceptores del ojo.

Fuente BATANGA



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