Hace unos 10.000 millones de años, el agujero negro del centro de una galaxia conocida como PKS B1424-418 produjo un poderoso estallido. La luz de la explosión empezó a llegar a la Tierra en 2012. Ahora, unos astrónomos, usando datos del Telescopio Espacial Fermi de Rayos Gamma de la NASA, e información obtenida por otros observatorios espaciales y terrestres, han mostrado que un neutrino detectado en las mismas fechas, y que consiguió un récord, nació probablemente en el mismo acontecimiento.
El descubrimiento hecho por el equipo de Roopesh Ojha, del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA en Greenbelt, Maryland, Estados Unidos, proporciona la primera asociación plausible entre un objeto extragaláctico y uno de estos neutrinos cósmicos.
Aunque los neutrinos superan de largo en cantidad a todos los átomos del universo, raramente interactúan con la materia, lo que convierte en todo un reto su detección. Pero esta misma propiedad permite a los neutrinos efectuar una salida rápida de lugares en los que la luz no puede escapar fácilmente, como en el núcleo de una estrella que se colapsa, y surcar el universo casi sin impedimentos. Los neutrinos pueden proporcionar información sobre procesos y entornos que no están a nuestra disposición si solo podemos estudiar la luz.
El Observatorio de Neutrinos IceCube, construido dentro de un kilómetro cúbico de hielo glacial en el Polo Sur, detecta neutrinos cuando interactúan con los átomos del hielo. Esto desencadena, mientras viajan, una cascada de partículas cargadas de movimiento rápido que genera un resplandor débil, llamado radiación de Cherenkov, el cual es captado por miles de sensores ópticos distribuidos por el IceCube. Los científicos determinan la energía del neutrino entrante a partir de la cantidad de luz que emite su cascada de partículas.
Imágenes del Fermi que muestran el cielo en el espectro de los rayos gamma, alrededor del blazar de PKS B1424-418. Los colores más brillantes indican un mayor número de rayos gamma. El arco discontinuo marca parte de la región establecida por el IceCube como origen del neutrino Big Bird (con un nivel de fiabilidad del 50 por ciento).
Hasta la fecha, el equipo científico del IceCube ha detectado aproximadamente un centenar de neutrinos de muy alta energía. El 4 de diciembre de 2012, el sistema detectó un evento conocido como Big Bird (Gran Pájaro), la llegada de un neutrino con una energía que pasaba de los dos mil billones de electronvoltios. El Big Bird fue el neutrino de mayor energía detectado hasta ese momento, y aún mantiene un honroso segundo lugar.
¿De dónde vino? La mejor posición obtenida por el IceCube solo pudo restringir la fuente a una zona del cielo en el hemisferio sur de unos 32 grados de diámetro, equivalente al tamaño aparente de 64 lunas llenas.
Tras analizar datos reunidos mayormente en observaciones hechas por el Telescopio Espacial de Rayos Gamma Fermi y por un programa de observación a largo plazo llamado TANAMI, el equipo ha llegado a la conclusión de que el estallido PKS B1424-418 y el Big Bird están relacionados, calculando solo un 5 por ciento de probabilidad de que ambos eventos sucedieran casualmente por separado.
Aunque los neutrinos superan de largo en cantidad a todos los átomos del universo, raramente interactúan con la materia, lo que convierte en todo un reto su detección. Pero esta misma propiedad permite a los neutrinos efectuar una salida rápida de lugares en los que la luz no puede escapar fácilmente, como en el núcleo de una estrella que se colapsa, y surcar el universo casi sin impedimentos. Los neutrinos pueden proporcionar información sobre procesos y entornos que no están a nuestra disposición si solo podemos estudiar la luz.
El Observatorio de Neutrinos IceCube, construido dentro de un kilómetro cúbico de hielo glacial en el Polo Sur, detecta neutrinos cuando interactúan con los átomos del hielo. Esto desencadena, mientras viajan, una cascada de partículas cargadas de movimiento rápido que genera un resplandor débil, llamado radiación de Cherenkov, el cual es captado por miles de sensores ópticos distribuidos por el IceCube. Los científicos determinan la energía del neutrino entrante a partir de la cantidad de luz que emite su cascada de partículas.
Imágenes del Fermi que muestran el cielo en el espectro de los rayos gamma, alrededor del blazar de PKS B1424-418. Los colores más brillantes indican un mayor número de rayos gamma. El arco discontinuo marca parte de la región establecida por el IceCube como origen del neutrino Big Bird (con un nivel de fiabilidad del 50 por ciento).
Hasta la fecha, el equipo científico del IceCube ha detectado aproximadamente un centenar de neutrinos de muy alta energía. El 4 de diciembre de 2012, el sistema detectó un evento conocido como Big Bird (Gran Pájaro), la llegada de un neutrino con una energía que pasaba de los dos mil billones de electronvoltios. El Big Bird fue el neutrino de mayor energía detectado hasta ese momento, y aún mantiene un honroso segundo lugar.
¿De dónde vino? La mejor posición obtenida por el IceCube solo pudo restringir la fuente a una zona del cielo en el hemisferio sur de unos 32 grados de diámetro, equivalente al tamaño aparente de 64 lunas llenas.
Tras analizar datos reunidos mayormente en observaciones hechas por el Telescopio Espacial de Rayos Gamma Fermi y por un programa de observación a largo plazo llamado TANAMI, el equipo ha llegado a la conclusión de que el estallido PKS B1424-418 y el Big Bird están relacionados, calculando solo un 5 por ciento de probabilidad de que ambos eventos sucedieran casualmente por separado.
Fuente NCYT