Los científicos y técnicos de la NASA brindaron este martes al poder confirmar a los medios de comunicación que han descubierto 1.284 nuevos planetas fuera del Sistema Solar gracias a los equipos del telescopio espacial Kepler, duplicando así el número de exoplanetas hallados hasta ahora, según difundió la propia agencia espacial estadounidense a través de su página web.
Quinientos de esos planetas podrían ser similares a la Tierra (serían relativamente pequeños y rocosos) y en nueve se podrían dar incluso las condiciones necesarias para albergar vida, al encontrarse a la distancia "justa" de su particular estrella y al poder correr por su superficie agua, los dos requisitos indispensables para poder acoger alguna forma de ser vivo. Con la incorporación de estos nueve, ya son 21 los exoplanetas que reúnen estas características similares a las de la Tierra.
«Este anuncio duplic el número de planetas confirmados por Kepler», insistió Ellen Stofan, científica jefe de la sede de la NASA en Washington. «Esto nos da esperanzas de que en algún lugar allí afuera, alrededor de una estrella similar a nuestro Sol, podemos eventualmente descubrir una nueva Tierra».
Tras analizar los 4.302 astros potenciales que identificó la Kepler en julio de 2015, los técnicos sostienen que están seguros al 99% de que son "planetas". Otros 1.327 están pendientes de nuevos estudios para saber si son merecedores de esta categoría y 707 restantes fueron catalogados como simples «fenómenos astrofísicos». En este paquete, también se manejan 984 candidatos verificados previamente por otras técnicas y que aún no han recibido el aprobado de la agencia espacial para ser considerados planetas.
«Antes de que el telescopio Kepler se pusiera en marcha, no sabíamos si esos exoplanetas eran raros o comunes en la galaxia. Gracias a Kepler y a la comunidad de investigadores, ahora hemos descubierto que podría haber más planetas que estrellas», dijo Paul Hertz, director de la División de Astrofísica de la sede de la NASA. «Este hallazgo demuestra que van a ser necesarias nuevas misiones en el futuro para comprobar si estamos solos en el universo».
La investigación difundida por la NASA se sostiene sobre un método de análisis estadístico que se puede aplicar simultáneamente a muchos planetas candidatos. Timoteo Morton, investigador asociado en la Universidad de Princeton en Nueva Jersey y autor principal del artículo publicado en la revista The Astrophysical Journal, emplea una técnica para asignar a cada candidato detectado por el telescopio Kepler un porcentaje de probabilidad de convertirse en planeta. «Se puede hablar de migas de pan», ejemplifica Morton a la hora de explicar su método. «Si deja caer algunas migajas grandes en el suelo, puede recogerlas una a una. Pero si se derrama una bolsa entera, necesitará una escoba. Este análisis estadístico es nuestra escoba».
El telescopio Kepler, que fue lanzado en marzo de 2009, es la primera misión de la NASA cuyo objetivo principal es encontrar planetas potencialmente habitables. Durante cuatro años, este satélite artificial bautizado en honor al astrónomo Johannes Kepler, ha vigilado 150.000 estrellas en un área determinada del cielo. En principio, su vida útil acababa en 2012, pero dado sus éxito fue ampliada hasta 2016. Está previsto que en 2018 la agencia espacial de EEUU utilice este mismo método para investigar y controlar otras 200.000 estrellas cercanas y brillantes, a la búsqueda de algún gemelo de nuestro planeta.
«Este anuncio duplic el número de planetas confirmados por Kepler», insistió Ellen Stofan, científica jefe de la sede de la NASA en Washington. «Esto nos da esperanzas de que en algún lugar allí afuera, alrededor de una estrella similar a nuestro Sol, podemos eventualmente descubrir una nueva Tierra».
Tras analizar los 4.302 astros potenciales que identificó la Kepler en julio de 2015, los técnicos sostienen que están seguros al 99% de que son "planetas". Otros 1.327 están pendientes de nuevos estudios para saber si son merecedores de esta categoría y 707 restantes fueron catalogados como simples «fenómenos astrofísicos». En este paquete, también se manejan 984 candidatos verificados previamente por otras técnicas y que aún no han recibido el aprobado de la agencia espacial para ser considerados planetas.
«Antes de que el telescopio Kepler se pusiera en marcha, no sabíamos si esos exoplanetas eran raros o comunes en la galaxia. Gracias a Kepler y a la comunidad de investigadores, ahora hemos descubierto que podría haber más planetas que estrellas», dijo Paul Hertz, director de la División de Astrofísica de la sede de la NASA. «Este hallazgo demuestra que van a ser necesarias nuevas misiones en el futuro para comprobar si estamos solos en el universo».
La investigación difundida por la NASA se sostiene sobre un método de análisis estadístico que se puede aplicar simultáneamente a muchos planetas candidatos. Timoteo Morton, investigador asociado en la Universidad de Princeton en Nueva Jersey y autor principal del artículo publicado en la revista The Astrophysical Journal, emplea una técnica para asignar a cada candidato detectado por el telescopio Kepler un porcentaje de probabilidad de convertirse en planeta. «Se puede hablar de migas de pan», ejemplifica Morton a la hora de explicar su método. «Si deja caer algunas migajas grandes en el suelo, puede recogerlas una a una. Pero si se derrama una bolsa entera, necesitará una escoba. Este análisis estadístico es nuestra escoba».
El telescopio Kepler, que fue lanzado en marzo de 2009, es la primera misión de la NASA cuyo objetivo principal es encontrar planetas potencialmente habitables. Durante cuatro años, este satélite artificial bautizado en honor al astrónomo Johannes Kepler, ha vigilado 150.000 estrellas en un área determinada del cielo. En principio, su vida útil acababa en 2012, pero dado sus éxito fue ampliada hasta 2016. Está previsto que en 2018 la agencia espacial de EEUU utilice este mismo método para investigar y controlar otras 200.000 estrellas cercanas y brillantes, a la búsqueda de algún gemelo de nuestro planeta.
Fuente EL MUNDO