Un estudio sobre la formación de granizo encontró en el mismo grandes cantidades de bacterias, reforzando la teoría de que éstas juegan un papel activo y "estimulan" la formación de precipitaciones.
Las capas en el granizo se ven en el corte transversal. El interior contiene una alta concentración de bacterias.
La hipótesis, que se conoce como "bioprecipitación", fue debatida esta semana en un encuentro de la Sociedad Estadounidense de Microbiología, que tuvo lugar en la ciudad de Nueva Orleans.