Un investigador en E.U.A. cree haber encontrado finalmente evidencia del sexto sentido de la humanidad – la habilidad de detectar, de forma subconsciente, el campo magnético terrestre.
La habilidad de percibir el capo magnético terrestre ha sido confirmada en aves, insectos y algunos mamíferos, que utilizan para sus migraciones y orientarse en el mundo que les rodea. Y ahora, Joe Kirschvink, geólogo del Instituto Tecnológico de California dice que lo ha identificado en los humanos por primera vez.
Aún mejor, Kirschvink asegura que sus resultados pueden ser repetidos y verificados, algo que experimentos previos que mostraban nuestra magnetorrecepción no consiguieron.
Aunque ahora sus resultados involucraron una pequeña muestra de sólo 24 participantes, y aún está en proceso de escribir el reporte, por lo que no ha sido revisado por sus compañeros.
Esto quiere decir que por ahora estamos tomando su palabra para las conclusiones, pero ya ha recaudado $900,000 mil dólares y está trabajando con laboratorios de Japón y Australia para confirmas sus hallazgos.
Así que, ¿cómo serían los humanos capaces de detectar un campo magnético que no podemos ver? Sabemos que no sólo las aves y mariposas usan esta habilidad – mamíferos como los perros utilizan el campo magnético de la tierra para ayudarlos a defecar a lo largo de los ejes norte y sur y algunos ratones y ratas construyen sus nidos a los largo de las líneas del campo magnético. Sin embargo hay conflicto respecto a cómo lo utilizamos nosotros.
Las dos hipótesis más fuertes son:
1. Un campo piensa que los campos magnéticos de la Tierra podrían desencadenar reacciones cuánticas en las proteínas llamadas criptocromos. Esas proteínas han sido encontradas en las retinas de las aves, pájaros e incluso humanos, pero aún no está claro como enviarían información magnética de vuelta al cerebro.
2. La otra hipótesis sugiere que hay células receptoras en el cuerpo que contienen diminutas ‘agujas de compás’ hechas de hierra magnético mineral – magnetita – el cual se orienta acorde a los campos magnéticos terrestres. Pero otra vez, no hay suficiente evidencia para explicar con exactitud la habilidad. Kirschvink cree más en esta teoría.
Aunque aún hay mucho trabajo por hacer – el equipo en Japón esta replicando los experimentos y un laboratorio en Nueva Zelanda esta siguiendo el mismo protocolo. El hallazgo es muy emocionante, ya que estamos más cerca que nunca de probar que es probable que tengamos un sexto sentido.
Los hallazgos fueron presentados en la reunión de este año de Instituto Real de Navegación. Conoce todos los detalles del experimento en el diario Science.
Aunque ahora sus resultados involucraron una pequeña muestra de sólo 24 participantes, y aún está en proceso de escribir el reporte, por lo que no ha sido revisado por sus compañeros.
Esto quiere decir que por ahora estamos tomando su palabra para las conclusiones, pero ya ha recaudado $900,000 mil dólares y está trabajando con laboratorios de Japón y Australia para confirmas sus hallazgos.
Así que, ¿cómo serían los humanos capaces de detectar un campo magnético que no podemos ver? Sabemos que no sólo las aves y mariposas usan esta habilidad – mamíferos como los perros utilizan el campo magnético de la tierra para ayudarlos a defecar a lo largo de los ejes norte y sur y algunos ratones y ratas construyen sus nidos a los largo de las líneas del campo magnético. Sin embargo hay conflicto respecto a cómo lo utilizamos nosotros.
Las dos hipótesis más fuertes son:
1. Un campo piensa que los campos magnéticos de la Tierra podrían desencadenar reacciones cuánticas en las proteínas llamadas criptocromos. Esas proteínas han sido encontradas en las retinas de las aves, pájaros e incluso humanos, pero aún no está claro como enviarían información magnética de vuelta al cerebro.
2. La otra hipótesis sugiere que hay células receptoras en el cuerpo que contienen diminutas ‘agujas de compás’ hechas de hierra magnético mineral – magnetita – el cual se orienta acorde a los campos magnéticos terrestres. Pero otra vez, no hay suficiente evidencia para explicar con exactitud la habilidad. Kirschvink cree más en esta teoría.
Aunque aún hay mucho trabajo por hacer – el equipo en Japón esta replicando los experimentos y un laboratorio en Nueva Zelanda esta siguiendo el mismo protocolo. El hallazgo es muy emocionante, ya que estamos más cerca que nunca de probar que es probable que tengamos un sexto sentido.
Los hallazgos fueron presentados en la reunión de este año de Instituto Real de Navegación. Conoce todos los detalles del experimento en el diario Science.
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