Prepárate para que la próxima cuenta regresiva para la celebración de año nuevo sea un segundo más larga, debido a que los cronometradores del Servicio Internacional de Rotación de la Tierra y Sistemas de Referencia (IERS) acaban de anunciar que se añadirá un segundo extra al 31 de diciembre.
Los años y segundos bisiestos son utilizados por el IERS para regular el Horario Universal Coordinado (UTC) – la medida con la que el mundo regula sus relojes y cronómetros – en un planeta con un giro inconsistente.
La rotación terrestre sobre su eje es casi la misma cada año, pero no siempre. La atracción gravitacional de la Luna y otros factores, como terremotos particularmente fuertes, pueden afectar que tanto tarda nuestro planeta en girar sobre su propio eje.
El UTC es mantenido por los cronómetros más precisos de la Tierra – los relojes atómicos. Estos son tan precisos que no ganan ni pierden un solo segundo en varios mil millones de años.
Entonces, ¿cómo lidiaran nuestros teléfonos y relojes con tener que exhibir la hora 11:59:60? Debido a que los segundos bisiestos pueden causar caos en los sistemas computacionales que no fueron diseñados para tomarlos en cuenta la IERS procura anunciarlos con seis meses de anticipación, dando tiempo así a que se planee como evitar que se alteren los sistemas, además siempre los añaden ya sea el 30 de junio o el 31 de diciembre.
A causa de los problemas que causan en los sistemas, algunas personas piden que se eviten los segundos bisiestos. Pero eso probablemente no pasará en algún punto cercando. En noviembre, representantes en la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones de Ginebra decidieron posponer la decisión de si se deben mantener o no los segundos bisiestos para el 2023.
Desde 1972, el IERS ha añadido 26 segundos bisiestos, siendo el más reciente el 30 de junio de 2015. No utilizar los segundos bisiestos derivaría en estemos de 2 a 3 minutos fuera de sintonía con la posición del Sol para el 2100.
El UTC es mantenido por los cronómetros más precisos de la Tierra – los relojes atómicos. Estos son tan precisos que no ganan ni pierden un solo segundo en varios mil millones de años.
Entonces, ¿cómo lidiaran nuestros teléfonos y relojes con tener que exhibir la hora 11:59:60? Debido a que los segundos bisiestos pueden causar caos en los sistemas computacionales que no fueron diseñados para tomarlos en cuenta la IERS procura anunciarlos con seis meses de anticipación, dando tiempo así a que se planee como evitar que se alteren los sistemas, además siempre los añaden ya sea el 30 de junio o el 31 de diciembre.
A causa de los problemas que causan en los sistemas, algunas personas piden que se eviten los segundos bisiestos. Pero eso probablemente no pasará en algún punto cercando. En noviembre, representantes en la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones de Ginebra decidieron posponer la decisión de si se deben mantener o no los segundos bisiestos para el 2023.
Desde 1972, el IERS ha añadido 26 segundos bisiestos, siendo el más reciente el 30 de junio de 2015. No utilizar los segundos bisiestos derivaría en estemos de 2 a 3 minutos fuera de sintonía con la posición del Sol para el 2100.
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