Una inesperada similitud de la estrella Próxima Centauri con el Sol


En agosto pasado unos astrónomos anunciaron que la estrella Próxima Centauri, la más cercana al Sol, alberga un planeta de tamaño terrestre (llamado Próxima b) en su zona habitable. A primera vista, Próxima Centauri no se parece en nada a nuestro Sol. Es una estrella enana roja pequeña y fría, con solo un décimo de la masa del Sol y con una milésima de su luminosidad. Sin embargo, una nueva investigación indica que se parece al Sol en un aspecto sorprendente: posee un ciclo regular de manchas estelares.



El nuevo estudio lo ha llevado a cabo el equipo de Brad Wargelin y Jeremy Drake, del Centro para la Astrofísica (CfA) en Cambridge, Massachusetts, gestionado conjuntamente por la Universidad de Harvard y el Instituto Smithsoniano, todas estas entidades en Estados Unidos.

Las manchas estelares (como las manchas solares) son manchas oscuras sobre la superficie de la estrella en las cuales la temperatura es un poco inferior a la del entorno. Están provocadas por la acción de campos magnéticos. En buena parte, una estrella es una masa de plasma (gas ionizado). Los campos magnéticos pueden restringir el flujo del plasma y crear manchas. Los cambios en el campo magnético de la estrella pueden afectar al número y distribución de las manchas estelares.

Nuestro Sol experimenta un ciclo de actividad de 11 años. En el mínimo solar, apenas tiene manchas. En el máximo, normalmente más de 100 manchas cubren una extensión que no llega al 1 por ciento de la superficie solar, en promedio.

La ilustración muestra el interior de una estrella de baja masa. Tales estrellas tienen estructuras interiores distintas a las de nuestro Sol, así que no se esperaba que mostraran ciclos de actividad magnética como el solar. Sin embargo, se ha descubierto que la cercana Próxima Centauri desafía esa expectativa y que muestra signos de un ciclo de actividad de siete años.

El equipo de Wargelin y Drake ha encontrado que Próxima Centauri experimenta un ciclo similar que dura siete años de pico a pico. Sin embargo, sus picos son mucho más espectaculares. Al menos una quinta parte de la superficie de la estrella queda cubierta por manchas al mismo tiempo. También, algunas de ellas son mucho más grandes en relación con el tamaño de la estrella que las de nuestro Sol.

La existencia de este ciclo en Próxima Centauri demuestra, en palabras de Drake, que el conocimiento científico sobre los procesos que generan los campos magnéticos de las estrellas tiene lagunas mayores de lo creído.

En el estudio no se ha examinado si el ciclo de actividad de Próxima Centauri afectaría a la potencial habitabilidad del planeta Próxima b.

Fuente NCYT



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