Un estudio halla receptores olfativos en el tejido pulmonar humano
Investigadores de la Universidad Ruhr de Alemania han hallado receptores olfativos en el tejido pulmonar humano. Además, han descubierto que estos receptores regulan la forma en que las células musculares lisas de las vías respiratorias se contraen, un proceso que está relacionado con trastornos respiratorios crónicos como el asma. El descubrimiento podría impulsar la creación de nuevas terapias contra estas enfermedades.
Siempre se pensó que la única función corporal de los receptores olfativos era oler, y que esta función sólo podía encontrarse dentro de una nariz. Pero ahora un nuevo estudio, publicado en Frontiers in Physiology, ha encontrado dos receptores olfativos en el tejido pulmonar humano.
Además, cuando los autores de la investigación, de la Universidad Ruhr de Alemania, activaron estos receptores, encontraron que regulaban la forma en que las células musculares lisas de las vías respiratorias se contraían.
Dado que la contracción de los músculos lisos cambia el tamaño de nuestras vías respiratorias, esta investigación podría abrir nuevas vías de tratamiento para trastornos respiratorios crónicos (como el asma, el enfisema o la bronquitis) que contraen y obstruyen las vías respiratorias.
Sorpresa
Hasta ahora, nadie había sospechado que podía haber receptores olfativos en las vías aéreas, más allá de la cavidad nasal. En el presente estudio, el investigador Benjamin Kalbe y sus colegas trabajaron con células de músculo liso humano aisladas y desarrolladas a partir de partes sanas del tejido de vías respiratorias situado alrededor de tumores extirpados.
A estas células musculares aisladas le aplicaron un gran número de moléculas de olor, y observaron sus reacciones. Como ya estaba bien establecido qué olores activan qué receptores del olor, Kalbe y su equipo pudieron sondear las biopsias (muestras) de tejido para buscar dos receptores del olor específicos, el OR1D2 y OR2AG1. La sorpresa llegó cuando los hallaron a lo largo de los bronquios, que son los tubos que van de la tráquea hasta los mismos pulmones.
Activar receptores como terapia
A continuación, Kalbe y sus colaboradores analizaron cómo la activación con moléculas de olor de los receptores hallados afectaba a las células del músculo liso aisladas.
En primer lugar, investigaron las respuestas bioquímicas que esta activación desencadenaba. En este sentido, no hubo sorpresas: Lo que vieron era similar a lo que ocurre en las células nasales sensibles al olor cuando los receptores están activados, y los dos receptores diferentes parecen actuar de manera idéntica.
Sin embargo, otros experimentos sí los sorprendieron. En general, la función primaria de una célula del músculo liso es contraerse y relajarse. Los científicos descubrieron que la activación del receptor OR1D2 podía constreñir los bronquios, mientras que la estimulación del receptor OR2AG1 podía ayudar a prevenir que las vías aéreas se cierren en respuesta a desencadenantes patológicos.
Kalbe sospecha que desentrañar por qué los receptores tienen diferentes resultados finales sobre la contracción del músculo liso será difícil. Pero está entusiasmado con posibles aplicaciones terapéuticas, pues en un futuro podrían usarse activadores (como el butirato de amilo) de los receptores olfativos hallados para tratar a pacientes de trastornos comunes de las vías aéreas.
Para explorar aún más el potencial terapéutico de estos receptores, Kalbe está planeando obtener tejido de personas con enfermedades crónicas de las vías respiratorias para compararlas con tejido sano, para observar si dichos receptores cambian en abundancia o funcionan en estados de enfermedad.
Además, cuando los autores de la investigación, de la Universidad Ruhr de Alemania, activaron estos receptores, encontraron que regulaban la forma en que las células musculares lisas de las vías respiratorias se contraían.
Dado que la contracción de los músculos lisos cambia el tamaño de nuestras vías respiratorias, esta investigación podría abrir nuevas vías de tratamiento para trastornos respiratorios crónicos (como el asma, el enfisema o la bronquitis) que contraen y obstruyen las vías respiratorias.
Sorpresa
Hasta ahora, nadie había sospechado que podía haber receptores olfativos en las vías aéreas, más allá de la cavidad nasal. En el presente estudio, el investigador Benjamin Kalbe y sus colegas trabajaron con células de músculo liso humano aisladas y desarrolladas a partir de partes sanas del tejido de vías respiratorias situado alrededor de tumores extirpados.
A estas células musculares aisladas le aplicaron un gran número de moléculas de olor, y observaron sus reacciones. Como ya estaba bien establecido qué olores activan qué receptores del olor, Kalbe y su equipo pudieron sondear las biopsias (muestras) de tejido para buscar dos receptores del olor específicos, el OR1D2 y OR2AG1. La sorpresa llegó cuando los hallaron a lo largo de los bronquios, que son los tubos que van de la tráquea hasta los mismos pulmones.
Activar receptores como terapia
A continuación, Kalbe y sus colaboradores analizaron cómo la activación con moléculas de olor de los receptores hallados afectaba a las células del músculo liso aisladas.
En primer lugar, investigaron las respuestas bioquímicas que esta activación desencadenaba. En este sentido, no hubo sorpresas: Lo que vieron era similar a lo que ocurre en las células nasales sensibles al olor cuando los receptores están activados, y los dos receptores diferentes parecen actuar de manera idéntica.
Sin embargo, otros experimentos sí los sorprendieron. En general, la función primaria de una célula del músculo liso es contraerse y relajarse. Los científicos descubrieron que la activación del receptor OR1D2 podía constreñir los bronquios, mientras que la estimulación del receptor OR2AG1 podía ayudar a prevenir que las vías aéreas se cierren en respuesta a desencadenantes patológicos.
Kalbe sospecha que desentrañar por qué los receptores tienen diferentes resultados finales sobre la contracción del músculo liso será difícil. Pero está entusiasmado con posibles aplicaciones terapéuticas, pues en un futuro podrían usarse activadores (como el butirato de amilo) de los receptores olfativos hallados para tratar a pacientes de trastornos comunes de las vías aéreas.
Para explorar aún más el potencial terapéutico de estos receptores, Kalbe está planeando obtener tejido de personas con enfermedades crónicas de las vías respiratorias para compararlas con tejido sano, para observar si dichos receptores cambian en abundancia o funcionan en estados de enfermedad.
Fuente TENDENCIAS 21