No por repetida, la premisa deja de tener vigencia: un diagnóstico a tiempo del cáncer de seno puede ayudar a salvar la vida de muchas mujeres en el mundo.
Pero, ¿cómo hace el cuerpo humano para emitir esa alerta temprana que los médicos logran detectar y utilizan como herramienta de intervención urgente e incluso de prevención?
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La respuesta la tiene una pequeña sección del cuerpo humano: el ganglio centinela del sistema linfático.
De acuerdo al Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU., es "el primer ganglio linfático a donde las células cancerosas tienen más probabilidad de diseminarse desde un tumor primario".
Así, el centinela no es un ganglio único, sino el que esté más próximo a la zona del tumor y muestre las primeras señales de que algo no va bien.
"Los ganglios linfáticos son partes importantes del sistema inmunitario del cuerpo. Si detectan una sustancia extraña, algunas de sus células se activan, lo cual inicia una respuesta inmunitaria", agregó el Instituto.
La respuesta del ganglio centinela, de los que a veces puede haber más de uno, ha permitido actualizar algunas técnicas de los médicos para abordar la enfermedad.
"Antes se hacía un vaciamiento de la región linfática de la axila, que le quitaba movilidad a esta zona del cuerpo, pero en los últimos años se comenzó a utilizar lo que denominamos la detección del ganglio centinela que está más cerca de la zona donde se sospecha hay un tumor", le explicó a BBC Mundo el ginecólogo-oncólogo colombiano Germán García.
Por eso, las campañas de prevención del cáncer de seno se centran en la búsqueda de bultos o protuberancias, que indican la presencia de un tumor. Lo siguiente es determinar si se puede convertir en un cáncer y propagarse por el resto del cuerpo.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, cada 30 segundos muere una mujer en el mundo debido a este padecimiento.
"Cuando queremos saber si hay un tumor maligno en el seno, por ejemplo, hacemos una biopsia al ganglio centinela, para saber si tienen alguna célula cancerígena", explicó García.
La respuesta la tiene una pequeña sección del cuerpo humano: el ganglio centinela del sistema linfático.
De acuerdo al Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU., es "el primer ganglio linfático a donde las células cancerosas tienen más probabilidad de diseminarse desde un tumor primario".
Así, el centinela no es un ganglio único, sino el que esté más próximo a la zona del tumor y muestre las primeras señales de que algo no va bien.
"Los ganglios linfáticos son partes importantes del sistema inmunitario del cuerpo. Si detectan una sustancia extraña, algunas de sus células se activan, lo cual inicia una respuesta inmunitaria", agregó el Instituto.
La respuesta del ganglio centinela, de los que a veces puede haber más de uno, ha permitido actualizar algunas técnicas de los médicos para abordar la enfermedad.
"Antes se hacía un vaciamiento de la región linfática de la axila, que le quitaba movilidad a esta zona del cuerpo, pero en los últimos años se comenzó a utilizar lo que denominamos la detección del ganglio centinela que está más cerca de la zona donde se sospecha hay un tumor", le explicó a BBC Mundo el ginecólogo-oncólogo colombiano Germán García.
Por eso, las campañas de prevención del cáncer de seno se centran en la búsqueda de bultos o protuberancias, que indican la presencia de un tumor. Lo siguiente es determinar si se puede convertir en un cáncer y propagarse por el resto del cuerpo.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, cada 30 segundos muere una mujer en el mundo debido a este padecimiento.
"Cuando queremos saber si hay un tumor maligno en el seno, por ejemplo, hacemos una biopsia al ganglio centinela, para saber si tienen alguna célula cancerígena", explicó García.
Métodos invasivos
Aunque el cuerpo humano tiene ganglios en el cuello, las axilas, el pecho, el abdomen y la ingle, la técnica de detección del centinela se utiliza para diagnosticar principalmente dos tipos de cáncer: el de seno y el melanoma (piel).
"Este procedimiento ayuda a los médicos a determinar el estadio del cáncer y a calcular el riesgo de que las células del tumor hayan adquirido la capacidad para diseminarse a otras partes del cuerpo", aclaró García.
De acuerdo al reporte del Instituto Nacional de Cáncer de EE.UU., la biopsia de ganglio linfático centinela además puede ayudar a algunos pacientes a evitar cirugías más extensas de los ganglios linfáticos.
"Lo que se hacía antes, en el cáncer de seno en las mujeres, era extirpar toda la región linfática de la axila, lo que era muy molesto, además de que le quitaba la movilidad en el brazo", explicó el especialista.
"La idea era revisar el alcance que había tenido el tumor. Pero en muchos casos el resultado era negativo. La técnica del ganglio centinela, aunque también requiere extirpación para proceder con una biopsia, es mucho menos invasiva", agregó.
Muchas veces cuando se hace un diagnóstico positivo de cáncer, se procede a extirpar gran parte de los ganglios linfáticos que están alrededor del seno.
Pero algunos especialistas no están de acuerdo con ese procedimiento, como apuntan los miembros de la Sociedad Americana de Oncología Clínica.
"Muchas de esas extirpaciones terminan siendo ejecutadas en ganglios centinelas que no están afectados por el cáncer y dan un resultado negativo", explican.
Burbujas para el diagnóstico
Ciertamente, uno de los objetivos de los investigadores en la lucha contra el cáncer es encontrar vías de diagnóstico que no afecten a extensas zonas del cuerpo.
Entre los intentos, se cuenta un método en uso desde hace algunos años en Reino Unido: un sistema de microburbujas que intentan alcanzar un diagnóstico adecuado y preciso del cáncer de seno a partir del grado de inflamación y tamaño de los ganglio.
Cerca del 35% de las biopsias del ganglio centinela que se realizan terminan con una cirugía de remoción de alguna parte del sistema linfático.
"Con este nuevo sistema, lo que logramos es que solo sea necesaria la cirugía si el cáncer está expandiéndose en el cuerpo. No para el diagnóstico, como ocurre en algunos casos", le dijo a la BBC Ali Sever, radiólogo del hospital Maidstone, donde se realizó la investigación.
Cuando las microburbujas son implantadas en el cuerpo, se realiza un ultrasonido que permite detectar si el ganglio centinela está afectado por algún tipo de tumor.
"En caso que notemos un cambio significativo, lo que hacemos es tomar una pequeña muestra para realizar la biopsia y definir si el tumor es cancerígeno", explicó Sever.
"En caso de que la mujer tenga un tumor maligno, solo se necesita una operación de remoción y no tres cirugías como se hace en muchos centros médicos", agregó.
Fuente BBC MUNDO