Unos científicos de instituciones rusas han investigado la pérdida de materia oscura desde la creación del universo, descubriendo que la proporción de partículas inestables en la composición de dicha clase de materia muy poco después del Big Bang no fue superior a un porcentaje de entre el 2 y el 5 por ciento.
La materia oscura es una forma extraña de materia que no parece emitir ni absorber radiación electromagnética detectable, y que apenas interactúa con otras partículas. En ese sentido, se podría decir que es "invisible" o que es "oscura" como el propio espacio intergaláctico. Sin embargo, se sabe que está ahí porque ejerce una influencia gravitacional en su entorno.
Los autores de la nueva investigación, del Instituto de Física y Tecnología en Moscú (MIPT), el Instituto de Investigación Nuclear (INR) de la Academia Rusa de Ciencias, y la Universidad Estatal de Novosibirsk (NSU), todas estas entidades en Rusia, han llegado a la conclusión de que la discrepancia entre los parámetros cosmológicos del universo moderno y los del universo de poco después del Big Bang puede ser explicada por una disminución de la proporción de materia oscura.
Parece por tanto que el equipo de Igor Tkachev ha logrado por vez primera calcular cuánta materia oscura puede haberse perdido desde la infancia del universo y cuantificar el componente inestable de esta exótica clase de materia.
Así pues, en el universo actual hay un 5 por ciento menos de materia oscura que en la época de la recombinación. No es posible por ahora hacer estimaciones sobre lo rápido que decayó esta parte inestable. De hecho, tal como acota Tkachev, la materia oscura podría estar desintegrándose poco a poco incluso ahora.
Las estimaciones de masa no encajan con lo que vemos en el universo, como se simboliza en esta imagen artística. La presencia de materia oscura lo explicaría, aunque la cantidad de esta a lo largo de la historia del universo ha sido tema de fuertes debates. La discrepancia entre los parámetros cosmológicos en el universo actual y los que imperaban en el universo de poco después del Big Bang puede ser explicada mediante una disminución de la proporción de materia oscura. (Imagen: MIPT Press Office)
Los astrónomos sospecharon por primera vez que había una gran proporción de “masa oculta” en el universo en la década de 1930, cuando Fritz Zwicky descubrió “peculiaridades” en un cúmulo de galaxias en la constelación de Coma Berenices; en concreto, las galaxias se movían como si estuvieran bajo el efecto de la gravedad de una fuente invisible. Esta masa oculta que no se manifiesta de ninguna forma, excepto por su efecto gravitatorio, recibió el nombre de materia oscura. Según los datos del telescopio espacial Planck, la proporción de materia oscura en el universo alcanza el 26,8 por ciento, el resto es materia normal (4,9 por ciento) y energía oscura (68,3 por ciento).
La energía oscura es una fuerza desconocida que hace al universo expandirse con una aceleración cada vez mayor según se viaja hacia la periferia. Actuando de un modo que, a grandes rasgos, se opone a cómo opera la fuerza de la gravedad, la energía oscura tiende a separar unas de otras las acumulaciones de materia.
Fuente NCYT
La materia oscura es una forma extraña de materia que no parece emitir ni absorber radiación electromagnética detectable, y que apenas interactúa con otras partículas. En ese sentido, se podría decir que es "invisible" o que es "oscura" como el propio espacio intergaláctico. Sin embargo, se sabe que está ahí porque ejerce una influencia gravitacional en su entorno.
Los autores de la nueva investigación, del Instituto de Física y Tecnología en Moscú (MIPT), el Instituto de Investigación Nuclear (INR) de la Academia Rusa de Ciencias, y la Universidad Estatal de Novosibirsk (NSU), todas estas entidades en Rusia, han llegado a la conclusión de que la discrepancia entre los parámetros cosmológicos del universo moderno y los del universo de poco después del Big Bang puede ser explicada por una disminución de la proporción de materia oscura.
Parece por tanto que el equipo de Igor Tkachev ha logrado por vez primera calcular cuánta materia oscura puede haberse perdido desde la infancia del universo y cuantificar el componente inestable de esta exótica clase de materia.
Así pues, en el universo actual hay un 5 por ciento menos de materia oscura que en la época de la recombinación. No es posible por ahora hacer estimaciones sobre lo rápido que decayó esta parte inestable. De hecho, tal como acota Tkachev, la materia oscura podría estar desintegrándose poco a poco incluso ahora.
Las estimaciones de masa no encajan con lo que vemos en el universo, como se simboliza en esta imagen artística. La presencia de materia oscura lo explicaría, aunque la cantidad de esta a lo largo de la historia del universo ha sido tema de fuertes debates. La discrepancia entre los parámetros cosmológicos en el universo actual y los que imperaban en el universo de poco después del Big Bang puede ser explicada mediante una disminución de la proporción de materia oscura. (Imagen: MIPT Press Office)
Los astrónomos sospecharon por primera vez que había una gran proporción de “masa oculta” en el universo en la década de 1930, cuando Fritz Zwicky descubrió “peculiaridades” en un cúmulo de galaxias en la constelación de Coma Berenices; en concreto, las galaxias se movían como si estuvieran bajo el efecto de la gravedad de una fuente invisible. Esta masa oculta que no se manifiesta de ninguna forma, excepto por su efecto gravitatorio, recibió el nombre de materia oscura. Según los datos del telescopio espacial Planck, la proporción de materia oscura en el universo alcanza el 26,8 por ciento, el resto es materia normal (4,9 por ciento) y energía oscura (68,3 por ciento).
La energía oscura es una fuerza desconocida que hace al universo expandirse con una aceleración cada vez mayor según se viaja hacia la periferia. Actuando de un modo que, a grandes rasgos, se opone a cómo opera la fuerza de la gravedad, la energía oscura tiende a separar unas de otras las acumulaciones de materia.
Fuente NCYT