Es sabido que los conocimientos desarrollados en la época le permitieron a los egipcios utilizar diversos metales para elaborar armas, pero un reciente y fascinante descubrimiento arqueológico sugiere que parte de estos elementos siquiera eran este planeta.
Los arqueólogos descubrieron una daga que perteneció a Tutankamon y cuyos materiales fueron obtenidos nada más ni nada menos que de un meteorito.
La curiosa daga extraterrestre de Tutankamón
Parte importante de los objetos que los arqueólogos encontraron y que corresponden a los antiguos egipcios provienen de las tumbas de faraones que eran enterrados con sus posiciones más preciadas. El más importante y misterioso de todos, el faraón Tutankamón, no fue la excepción.
Un trabajo conjunto entre expertos del Museo del Cairo, Universidad de Pisa y el Politécnico de Milán logró concluir que la daga encontrada en la tumba de Tutankamón tenía una hoja compuesta por materiales que no se hallan en la Tierra.
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Mediante el uso de rayos X y otros métodos no invasivos, los especialistas pudieron comprobar que el hierro de la daga tenía una composición muy especial y no es por su aleación natural, con materiales como el níquel (Ni) o el cobalto (Co), sino que por la concentración de ellos.
El hierro (Fe) suele venir combinado con otros elementos químicos, pero los expertos se encontraron con una concentración de níquel del 10,8 %, lo que sugiere que el material fue tomado de un meteorito, ya que en estas rocas espaciales, el nivel de níquel es más alto que en las fuentes terrestres.
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Meteoritos alrededor del Nilo
La daga «del espacio» encontrada junto al cuerpo del faraón Tutankamón, que reinó el antiguo Egipto entre los años 1336 y 1327 antes de la Era Común, tiene un mango de oro (Au) y cristal y su hoja es de 34 centímetros. Asimismo, los arqueólogos especialistas creen que podría ser aún más antigua.
Al comparar la concentración de materiales en el hierro de la daga con el demeteoritos hallados cerca de la zona habitada por los antiguos egipcios, como el meteorito de Hoba (imagen inferior), se encontraron varias similitudes lo que sugieren que esta civilización supo aprovechar estas formaciones rocosas que provienen del espacio exterior.
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Lo primero que llamó la atención de los expertos es que pese al paso de miles y miles de años, debido su particular composición química con niveles más altos de níquel y cobalto de lo normal, la daga no tiene señales de oxidación.
El asteroide Kharga, que se encontró a 240 kilómetros de Alejandría, podría ser la fuente del metal utilizado por los antiguos egipcios, no solo para crear esta daga perteneciente a uno de sus personajes más famosos, sino que también sirvió para elaborar otros objetos que egiptólogos encontraron al explorar los vestigios de esta maravillosa civilización.
No sabemos si los egipcios vieron en el meteorito un origen extraplanetario, pero es interesante que hayan descubierto la superioridad de sus metales, dando una muestra más de lo avanzado e interesante que fueron sus conocimientos y desarrollos tecnológicos, muchos de los cuales aún se siguen aplicando hasta el día de hoy.
Parte importante de los objetos que los arqueólogos encontraron y que corresponden a los antiguos egipcios provienen de las tumbas de faraones que eran enterrados con sus posiciones más preciadas. El más importante y misterioso de todos, el faraón Tutankamón, no fue la excepción.
Un trabajo conjunto entre expertos del Museo del Cairo, Universidad de Pisa y el Politécnico de Milán logró concluir que la daga encontrada en la tumba de Tutankamón tenía una hoja compuesta por materiales que no se hallan en la Tierra.
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El hierro (Fe) suele venir combinado con otros elementos químicos, pero los expertos se encontraron con una concentración de níquel del 10,8 %, lo que sugiere que el material fue tomado de un meteorito, ya que en estas rocas espaciales, el nivel de níquel es más alto que en las fuentes terrestres.
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Meteoritos alrededor del Nilo
La daga «del espacio» encontrada junto al cuerpo del faraón Tutankamón, que reinó el antiguo Egipto entre los años 1336 y 1327 antes de la Era Común, tiene un mango de oro (Au) y cristal y su hoja es de 34 centímetros. Asimismo, los arqueólogos especialistas creen que podría ser aún más antigua.
Al comparar la concentración de materiales en el hierro de la daga con el demeteoritos hallados cerca de la zona habitada por los antiguos egipcios, como el meteorito de Hoba (imagen inferior), se encontraron varias similitudes lo que sugieren que esta civilización supo aprovechar estas formaciones rocosas que provienen del espacio exterior.
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No sabemos si los egipcios vieron en el meteorito un origen extraplanetario, pero es interesante que hayan descubierto la superioridad de sus metales, dando una muestra más de lo avanzado e interesante que fueron sus conocimientos y desarrollos tecnológicos, muchos de los cuales aún se siguen aplicando hasta el día de hoy.
Fuente VIX