Cuando nuestro cuerpo realiza mucho ejercicio, aceleramos nuestra respiración en un intento por transportar más oxígeno a los músculos que están trabajando. El cuerpo prefiere generar su energía utilizando métodos aeróbicos.
Sin embargo, algunas circunstancias como el levantamiento de pesas, requieren una producción de energía mas veloz de lo que nuestro cuerpo puede lograr con oxígeno. En esos casos, los músculos que están siendo utilizados generan energía de manera anaeróbica, esta energía viene de la glucosa por medio de un proceso llamado glucólisis, en el cual la glucosa se metaboliza en una sustancia llamada piruvato.
Cuando el cuerpo tiene un exceso de oxígeno, utiliza el piruvato para convertirlo en más energía. A falta de oxígeno, el cuerpo temporalmente convierte al piruvato en una sustancia llamada lactato, que permite la descomposición de la glucosa, y por lo tanto la producción de energía. Las células del músculo pueden continuar este proceso de producción de energía durante tres minutos, tiempo en el que el lactato se acumula.
Un efecto secundario de niveles altos de lactato es el aumento de acidez en las células de los músculos, junto con la interrupción de otros metabolitos. El proceso para descomponer la glucosa, no funciona correctamente en este ambiente ácido.
Contrario a la creencia popular, la acumulación de lactato, también llamado ácido láctico, no es responsable por el dolor muscular que se siente tras haber realizado ejercicio. Mas bien, la producción de lactato y otros metabolitos durante el esfuerzo físico resulta en la sensación de ardor que se siente en los músculos. No obstante, aún se desconocen los metabolitos exactos involucrados en el proceso.
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