Identifica 147.000 cuásares a 10.000 millones de años luz que verifican el modelo cosmológico estándar
Los astrónomos han creado el primer mapa de los objetos celestes más luminosos del universo. Han identificado 147.000 cuásares situados a 10.000 millones de años luz de la Tierra y verificado el modelo cosmológico estándar. También han confirmado la presencia de la energía oscura.
Mapa de los cuásares en el que las distancias se expresan en términos de propagación de la luz. En amarillo aparecen las galaxias conocidas (hasta 6.000 millones de años) y en rojo los cuásares identificados en esta investigación (hasta 10.000 millones de años). © Anand Raichoor (École polytechnique fédérale de Lausanne, Switzerland) & SDSS
Un equipo internacional del programa de observación SDSS (Sloan Digital Sky Survey) ha elaborado por primera vez un mapa en 3D de los cuásares, los objetos más luminosos del universo.
Se trata del mayor mapa de objetos del universo establecida hasta ahora por la comunidad científica. Utilizando una técnica de análisis espectroscópico a gran escala, el mapa permite también medir la velocidad de expansión del universo y confirma las predicciones formuladas hasta ahora por el modelo cosmológico estándar.
Los resultados de esta investigación han sido aceptados para publicación en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society y pueden consultarse en Arxiv.org, según informa el CNRS en un comunicado.
Los astrofísicos eligieron las fuentes más brillantes del universo, los quásares, con la finalidad de explorar el más remoto pasado del universo, de seis mil a diez mil millones de años atrás.
A partir de un estudio fotométrico, seleccionaron 147.000 cuásares y realizaron análisis espectroscópicos de cada uno de ellos. Dos años de observaciones les permitieron reconstruir la distribución espacial de todos los cuásares.
Cuásar cuasiestelar
Un cuásar o quasar (diminutivo de “fuente de radio cuasiestelar”) es una fuente astronómica de energía electromagnética, que incluye radiofrecuencias y luz visible. Surge cuando un enorme agujero negro, situado en el núcleo de una galaxia, comienza a absorber toda la materia que encuentra en su cercanía.
Cuando esto ocurre, por efecto de la enorme velocidad de rotación del disco de acreción formado, se produce una gigantesca cantidad de energía, liberada en forma de ondas de radio, luz, infrarrojo, ultravioleta, y rayos X, lo que convierte a los cuásares en los objetos más brillantes del universo conocido.
En cosmología, los científicos se proponen observar los objetos más alejados de nuestro planeta. Ahora bien, cuanto más lejos está la fuente el objeto celeste, más tiempo tarda su luz en llegar hasta nosotros.
Por eso, cuando se observan objetos muy lejanos, se les puede ver cómo eran hace mucho tiempo. Debido a la expansión del universo, las líneas características del espectro de luz de un objeto se desplazan hacia el rojo al final del espectro electromagnético.
Cuanto más alejado está un objeto de nuestro planeta, su luz más se desplaza al rojo mediante un fenómeno conocido como corrimiento al rojo, acercamiento hacia el rojo o desplazamiento hacia el rojo (en inglés: redshift).Cuánto más al rojo, más antigua es la luz que llega hasta nosotros.
Midiendo la edad del universo
De esta forma es posible medir la distancia en términos de edad del universo (ó redshift) entre el momento actual y el nacimiento del universo (Big Bang), hace 13.800 millones de años, aproximadamente.
Justo después del Big Bang, cuando el universo estaba todavía mucho más caliente y era mucho más denso, todavía no tenía átomos, sino partículas cargadas. En los primeros 400.000 años de su existencia, vibraba y emitía ondas sonoras que se fijaron a los primeros átomos en formación y dejaron una huella en forma de regularidad espacial de la densidad de la materia.
Esta regularidad permite establecer un patrón de la distancia expresada en términos de propagación de la luz, que sirve para medir la variación de la velocidad de expansión del universo.
Los investigadores han utilizado este patrón de la distancia para retroceder hasta 10.000 millones de años luz, donde se encuentran los cuásares del mapa, y han comprobado que la medida de la distancia en términos de la propagación de la luz se corresponde con las predicciones del modelo cosmológico enunciado por Einstein. Además, confirma la presencia de la energía oscura, cuya naturaleza queda todavía por descubrir.
Los científicos se proponen ahora utilizar al sucesor del SDSS : DESI (Dark Energy Spectroscopic Instrument) para analizar la luz emitida por 35 millones de galaxias y cuásares alejados de nosotros hasta 11.000 millones de años luz. Las primeras observaciones del DESI están previstas para 2019.
Fuente TENDENCIAS 21
Los astrónomos han creado el primer mapa de los objetos celestes más luminosos del universo. Han identificado 147.000 cuásares situados a 10.000 millones de años luz de la Tierra y verificado el modelo cosmológico estándar. También han confirmado la presencia de la energía oscura.
Mapa de los cuásares en el que las distancias se expresan en términos de propagación de la luz. En amarillo aparecen las galaxias conocidas (hasta 6.000 millones de años) y en rojo los cuásares identificados en esta investigación (hasta 10.000 millones de años). © Anand Raichoor (École polytechnique fédérale de Lausanne, Switzerland) & SDSS
Un equipo internacional del programa de observación SDSS (Sloan Digital Sky Survey) ha elaborado por primera vez un mapa en 3D de los cuásares, los objetos más luminosos del universo.
Se trata del mayor mapa de objetos del universo establecida hasta ahora por la comunidad científica. Utilizando una técnica de análisis espectroscópico a gran escala, el mapa permite también medir la velocidad de expansión del universo y confirma las predicciones formuladas hasta ahora por el modelo cosmológico estándar.
Los resultados de esta investigación han sido aceptados para publicación en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society y pueden consultarse en Arxiv.org, según informa el CNRS en un comunicado.
Los astrofísicos eligieron las fuentes más brillantes del universo, los quásares, con la finalidad de explorar el más remoto pasado del universo, de seis mil a diez mil millones de años atrás.
A partir de un estudio fotométrico, seleccionaron 147.000 cuásares y realizaron análisis espectroscópicos de cada uno de ellos. Dos años de observaciones les permitieron reconstruir la distribución espacial de todos los cuásares.
Cuásar cuasiestelar
Un cuásar o quasar (diminutivo de “fuente de radio cuasiestelar”) es una fuente astronómica de energía electromagnética, que incluye radiofrecuencias y luz visible. Surge cuando un enorme agujero negro, situado en el núcleo de una galaxia, comienza a absorber toda la materia que encuentra en su cercanía.
Cuando esto ocurre, por efecto de la enorme velocidad de rotación del disco de acreción formado, se produce una gigantesca cantidad de energía, liberada en forma de ondas de radio, luz, infrarrojo, ultravioleta, y rayos X, lo que convierte a los cuásares en los objetos más brillantes del universo conocido.
En cosmología, los científicos se proponen observar los objetos más alejados de nuestro planeta. Ahora bien, cuanto más lejos está la fuente el objeto celeste, más tiempo tarda su luz en llegar hasta nosotros.
Por eso, cuando se observan objetos muy lejanos, se les puede ver cómo eran hace mucho tiempo. Debido a la expansión del universo, las líneas características del espectro de luz de un objeto se desplazan hacia el rojo al final del espectro electromagnético.
Cuanto más alejado está un objeto de nuestro planeta, su luz más se desplaza al rojo mediante un fenómeno conocido como corrimiento al rojo, acercamiento hacia el rojo o desplazamiento hacia el rojo (en inglés: redshift).Cuánto más al rojo, más antigua es la luz que llega hasta nosotros.
Midiendo la edad del universo
De esta forma es posible medir la distancia en términos de edad del universo (ó redshift) entre el momento actual y el nacimiento del universo (Big Bang), hace 13.800 millones de años, aproximadamente.
Justo después del Big Bang, cuando el universo estaba todavía mucho más caliente y era mucho más denso, todavía no tenía átomos, sino partículas cargadas. En los primeros 400.000 años de su existencia, vibraba y emitía ondas sonoras que se fijaron a los primeros átomos en formación y dejaron una huella en forma de regularidad espacial de la densidad de la materia.
Esta regularidad permite establecer un patrón de la distancia expresada en términos de propagación de la luz, que sirve para medir la variación de la velocidad de expansión del universo.
Los investigadores han utilizado este patrón de la distancia para retroceder hasta 10.000 millones de años luz, donde se encuentran los cuásares del mapa, y han comprobado que la medida de la distancia en términos de la propagación de la luz se corresponde con las predicciones del modelo cosmológico enunciado por Einstein. Además, confirma la presencia de la energía oscura, cuya naturaleza queda todavía por descubrir.
Los científicos se proponen ahora utilizar al sucesor del SDSS : DESI (Dark Energy Spectroscopic Instrument) para analizar la luz emitida por 35 millones de galaxias y cuásares alejados de nosotros hasta 11.000 millones de años luz. Las primeras observaciones del DESI están previstas para 2019.
Fuente TENDENCIAS 21