Escanea en segundos millones de datos, detecta patrones y señala líneas de investigación en pantallas táctiles interactivas
Un proyecto europeo aplica la Inteligencia Artificial a la investigación policial. El sistema escanea en cuestión de segundos millones de fuentes de información de distintos formatos, como registros, interrogatorios e imágenes. A continuación detecta patrones sospechosos y reconstruye escenas para sacar a relucir líneas de investigación prometedoras y presenta los hallazgos en pantallas táctiles interactivas.
La policía de West Midlands (Reino Unido) y de Amberes (Bélgica) se están sirviendo de tecnología de inteligencia artificial para abordar la creciente preocupación que despierta la inseguridad y la delincuencia en toda Europa.
El proyecto financiado con fondos de la Unión Europea VALCRI ha desarrollado varios ensayos en los que se emplearon tres años de datos anónimos sobre delitos que abarcaron cerca de 6,5 millones de registros.
El sistema de VALCRI ejecuta un análisis de la escena del delito escaneando en cuestión de segundos millones de fuentes de información de distintos formatos, como registros, interrogatorios e imágenes.
El sistema detecta patrones sospechosos y reconstruye escenas para sacar a relucir líneas de investigación prometedoras y presentar los hallazgos a los analistas en pantallas táctiles interactivas.
Esta metodología podría eliminar las tareas más laboriosas y lentas para los analistas y así dejarles tiempo para investigar y preparar casos con mayor velocidad y precisión. Es más, se espera que el sistema sea capaz de identificar conexiones que podrían pasar desapercibidas a los humanos debido a errores o sesgos.
Para despejar las dudas que pudieran surgir en cuanto a la sustitución de los sesgos humanos por otros artificiales, el sistema es completamente transparente y es posible analizar cada uno de los pasos dados en su razonamiento.
Análisis visuales e IA
VALCRI (Visual Analytics for Sense-making in CRiminal Intelligence analysis) aprovecha lod progresos alcanzados en inteligencia artificial y los combina con análisis visual para lograr una interacción analítica entre los datos en tiempo real. El sistema también se sirve de software de reconocimiento facial para detectar e identificar a personas concretas a partir de fuentes como las cámaras de circuito cerrado de televisión.
En un artículo publicado por New Scientist, el profesor William Wong, de la Universidad de Middlesex, explica: «Todo el mundo piensa que la labor policial consiste en unir los puntos, pero esa es la parte sencilla; la parte difícil es la de determinar qué puntos deben conectarse».
Hoy en día, uno de los primeros pasos que se dan en las investigaciones es repasar las bases de datos policiales en busca de incidentes similares. Se pueden establecer conexiones en función de criterios como el momento, las personas involucradas, la ubicación o características definitorias como por ejemplo el modus operandi.
Otro miembro del proyecto, la investigadora Neesha Kodagoda, también citada en el artículo de New Scientist, señala que: «un analista con experiencia precisa realizar setenta y tres búsquedas para obtener toda esta información y después tratarla manualmente en un formato aceptable. VALCRI realiza esta tarea en un golpe de ratón».
No obstante, otras tecnologías de inteligencia artificial anteriores no han logrado realizar conexiones entre algunos fenómenos obvios para los seres humanos. Por ejemplo, la fraseología descriptiva suele ser subjetiva y variada; así, palabras como sucio o desaseado suelen describir prácticamente la misma situación.
Algoritmo avanzado
Ahora, un algoritmo avanzado permite que el sistema establezca relaciones conceptuales mejores. VALCRI también integra capacidades de aprendizaje automático, lo que supone que sus capacidades analíticas mejoran al suministrarle datos y exponerlo a perfiles delictivos.
Los investigadores consideran que los resultados analíticos presentados en las pantallas táctiles pueden describirse como un «espacio de trabajo razonado». Este espacio cuenta con tres zonas que permiten interactuar con los datos disponibles, el análisis informático de los datos (que puede incluir datos importados) y las conclusiones resultantes generadas a partir de los indicios obtenidos.
Al permitir modificar y organizar los datos seleccionándolos y arrastrándolos a distintos puntos de la pantalla, el proceso es más intuitivo que otras fuentes tradicionalmente más estáticas, como las listas. De este modo, el sistema fomenta la resolución de problemas y la extracción de sentido de un modo más imaginativo, creativo e informativo. Además, las investigaciones pueden presentarse en distintos formatos visuales como mapas o gráficos.
Posibles limitaciones legales
Existe un amplio consenso en cuanto a lograr que VALCRI evolucione un paso más allá en su desarrollo, pero para ello es necesario suministrar al sistema datos no anónimos generados en una investigación en curso, lo cual despierta una serie de dudas.
Desde el punto de vista jurídico, el empleo del sistema podría ponerse en entredicho ante un juez, lo cual invalidaría su utilidad en causas penales. Además, en el caso de investigaciones internacionales, cada país posee sus propias leyes de protección de datos, lo que obstaculiza la difusión de información confidencial útil.
Además, hay en curso debates sociales fundamentales sobre los servicios policiales y de seguridad y sobre el uso de información personal.
No obstante, dado que las preocupaciones por la seguridad no dejan de aumentar y que sigue subiendo la presión a la que se someten los responsables de la protección civil, es muy probable que se estudie cualquier método que aumente la velocidad, la precisión y la naturaleza preventiva de las respuestas.
Un proyecto europeo aplica la Inteligencia Artificial a la investigación policial. El sistema escanea en cuestión de segundos millones de fuentes de información de distintos formatos, como registros, interrogatorios e imágenes. A continuación detecta patrones sospechosos y reconstruye escenas para sacar a relucir líneas de investigación prometedoras y presenta los hallazgos en pantallas táctiles interactivas.
La policía de West Midlands (Reino Unido) y de Amberes (Bélgica) se están sirviendo de tecnología de inteligencia artificial para abordar la creciente preocupación que despierta la inseguridad y la delincuencia en toda Europa.
El proyecto financiado con fondos de la Unión Europea VALCRI ha desarrollado varios ensayos en los que se emplearon tres años de datos anónimos sobre delitos que abarcaron cerca de 6,5 millones de registros.
El sistema de VALCRI ejecuta un análisis de la escena del delito escaneando en cuestión de segundos millones de fuentes de información de distintos formatos, como registros, interrogatorios e imágenes.
El sistema detecta patrones sospechosos y reconstruye escenas para sacar a relucir líneas de investigación prometedoras y presentar los hallazgos a los analistas en pantallas táctiles interactivas.
Esta metodología podría eliminar las tareas más laboriosas y lentas para los analistas y así dejarles tiempo para investigar y preparar casos con mayor velocidad y precisión. Es más, se espera que el sistema sea capaz de identificar conexiones que podrían pasar desapercibidas a los humanos debido a errores o sesgos.
Para despejar las dudas que pudieran surgir en cuanto a la sustitución de los sesgos humanos por otros artificiales, el sistema es completamente transparente y es posible analizar cada uno de los pasos dados en su razonamiento.
Análisis visuales e IA
VALCRI (Visual Analytics for Sense-making in CRiminal Intelligence analysis) aprovecha lod progresos alcanzados en inteligencia artificial y los combina con análisis visual para lograr una interacción analítica entre los datos en tiempo real. El sistema también se sirve de software de reconocimiento facial para detectar e identificar a personas concretas a partir de fuentes como las cámaras de circuito cerrado de televisión.
En un artículo publicado por New Scientist, el profesor William Wong, de la Universidad de Middlesex, explica: «Todo el mundo piensa que la labor policial consiste en unir los puntos, pero esa es la parte sencilla; la parte difícil es la de determinar qué puntos deben conectarse».
Hoy en día, uno de los primeros pasos que se dan en las investigaciones es repasar las bases de datos policiales en busca de incidentes similares. Se pueden establecer conexiones en función de criterios como el momento, las personas involucradas, la ubicación o características definitorias como por ejemplo el modus operandi.
Otro miembro del proyecto, la investigadora Neesha Kodagoda, también citada en el artículo de New Scientist, señala que: «un analista con experiencia precisa realizar setenta y tres búsquedas para obtener toda esta información y después tratarla manualmente en un formato aceptable. VALCRI realiza esta tarea en un golpe de ratón».
No obstante, otras tecnologías de inteligencia artificial anteriores no han logrado realizar conexiones entre algunos fenómenos obvios para los seres humanos. Por ejemplo, la fraseología descriptiva suele ser subjetiva y variada; así, palabras como sucio o desaseado suelen describir prácticamente la misma situación.
Algoritmo avanzado
Ahora, un algoritmo avanzado permite que el sistema establezca relaciones conceptuales mejores. VALCRI también integra capacidades de aprendizaje automático, lo que supone que sus capacidades analíticas mejoran al suministrarle datos y exponerlo a perfiles delictivos.
Los investigadores consideran que los resultados analíticos presentados en las pantallas táctiles pueden describirse como un «espacio de trabajo razonado». Este espacio cuenta con tres zonas que permiten interactuar con los datos disponibles, el análisis informático de los datos (que puede incluir datos importados) y las conclusiones resultantes generadas a partir de los indicios obtenidos.
Al permitir modificar y organizar los datos seleccionándolos y arrastrándolos a distintos puntos de la pantalla, el proceso es más intuitivo que otras fuentes tradicionalmente más estáticas, como las listas. De este modo, el sistema fomenta la resolución de problemas y la extracción de sentido de un modo más imaginativo, creativo e informativo. Además, las investigaciones pueden presentarse en distintos formatos visuales como mapas o gráficos.
Posibles limitaciones legales
Existe un amplio consenso en cuanto a lograr que VALCRI evolucione un paso más allá en su desarrollo, pero para ello es necesario suministrar al sistema datos no anónimos generados en una investigación en curso, lo cual despierta una serie de dudas.
Desde el punto de vista jurídico, el empleo del sistema podría ponerse en entredicho ante un juez, lo cual invalidaría su utilidad en causas penales. Además, en el caso de investigaciones internacionales, cada país posee sus propias leyes de protección de datos, lo que obstaculiza la difusión de información confidencial útil.
Además, hay en curso debates sociales fundamentales sobre los servicios policiales y de seguridad y sobre el uso de información personal.
No obstante, dado que las preocupaciones por la seguridad no dejan de aumentar y que sigue subiendo la presión a la que se someten los responsables de la protección civil, es muy probable que se estudie cualquier método que aumente la velocidad, la precisión y la naturaleza preventiva de las respuestas.
Fuente TENDENCIAS 21