¿Te sientes somnoliento y atarantado? Quizá un poco de luz anaranjada te hará sentir más alerta. Un nuevo estudio sostiene que la actividad cerebral responde de manera distinta dependiendo de la iluminación, siendo la luz naranja la que mayor impacto tiene en el ritmo circadiano.
La luz actúa como un poderoso despertador natural, mejorar el estado de alerta y la actividad. Su efecto es controlado por un grupo de células fotorreceptoras en el globo ocular que producen un pigmento específico de detección de luz llamado melanopsina. Desde hace tiempo, se sabe que estas células influyen en el ritmo circadiano de los animales, ahora se demuestra que también juegan un papel importante en el cerebro del hombre.
El investigador Gilles Vanderwalle, de la Universidad de Leige en Bélgica, y sus colegas expusieron a un grupo de 16 voluntarios a diferentes luces de color mientras estudiaban su respuesta cerebral a través de tomografías. Se le pidió a los partícipes realizar una prueba de memoria durante los 10 minutos que recibían una luz determinada para estimular el cerebro. Posteriormente, se les permitía un descanso de 70 minutos con los ojos cerrados antes de continuar con el ejercicio.
Notaron una mayor actividad cerebral en los participantes cuando estaban expuestos a luz naranja, así como un ligero incremento cuando recibían luz verde. Sin embargo, la luz azul no suscito gran respuesta. Las áreas cerebrales que se activaron correspondían a las habilidades cognitivas y al estado de alerta.
Dados los resultados del estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, los científicos concluyen que la melanopsina es más sensible a la luz naranja, actuando como una señal que indica al cerebro cuándo hay que estar alerta. Por lo tanto, sería buena idea instalar una iluminación anaranjada en los lugares donde se necesita estar atento, como en las escuelas y oficinas, y alejarla de las recámaras y lugares de descanso.
La luz actúa como un poderoso despertador natural, mejorar el estado de alerta y la actividad. Su efecto es controlado por un grupo de células fotorreceptoras en el globo ocular que producen un pigmento específico de detección de luz llamado melanopsina. Desde hace tiempo, se sabe que estas células influyen en el ritmo circadiano de los animales, ahora se demuestra que también juegan un papel importante en el cerebro del hombre.
El investigador Gilles Vanderwalle, de la Universidad de Leige en Bélgica, y sus colegas expusieron a un grupo de 16 voluntarios a diferentes luces de color mientras estudiaban su respuesta cerebral a través de tomografías. Se le pidió a los partícipes realizar una prueba de memoria durante los 10 minutos que recibían una luz determinada para estimular el cerebro. Posteriormente, se les permitía un descanso de 70 minutos con los ojos cerrados antes de continuar con el ejercicio.
Notaron una mayor actividad cerebral en los participantes cuando estaban expuestos a luz naranja, así como un ligero incremento cuando recibían luz verde. Sin embargo, la luz azul no suscito gran respuesta. Las áreas cerebrales que se activaron correspondían a las habilidades cognitivas y al estado de alerta.
Dados los resultados del estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, los científicos concluyen que la melanopsina es más sensible a la luz naranja, actuando como una señal que indica al cerebro cuándo hay que estar alerta. Por lo tanto, sería buena idea instalar una iluminación anaranjada en los lugares donde se necesita estar atento, como en las escuelas y oficinas, y alejarla de las recámaras y lugares de descanso.
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