Se formularon varias hipótesis, algunos, incluso, afirmaron que se trataba de una figura propia del repertorio pagano que iba en contra de la iconografía católica; otros, aseguraron que el Papa escondía un gran secreto tras la ambigua imagen grabada en el crucifijo.
La imagen que aparece representada en el crucifijo es la de un hombre que lleva sus brazos cruzados al pecho y detrás de él puede verse todo un rebaño de ovejas.
Para despejar las dudas, el Papa formuló sus argumentos y los compartió con los fieles. El Papa Francisco comunicó que el único mensaje detrás de esta imagen es de índole religiosa y alude a la acción de guiar a un rebaño. El hombre es el líder religioso que orienta y conduce a su rebaño.
En realidad, la forma en la que está representada la figura remite a los códigos visuales del periodo Románico durante la Edad Media. Aunque la figura del pastor en el crucifijo no corresponde a la imagen más promulgada por el arte religioso románico, la representación de Cristo como el Cristo Pantócrator, sí tiene ciertas similitudes con las representaciones religiosas de Cristo durante el Románico.
La imagen del crucifijo sí tiene similitudes con otra representación del periodo: El Buen Pastor y los corderos.
Los corderos eran el animal que se empleaba para significar la idea del sacrificio sin mancha, la salvación.
Mientras, El Buen Pastor es una advocación de Dios en el Antiguo Testamento, que luego se lleva al arte escultórico y pictórico. También podemos identificar ciertos rasgos comunes, como el hieratismo y el aspecto mayestático.
Algunos persisten en sus dudas y creen reconocer en el crucifijo del Papa una reminiscencia del Dios egipcio de la resurrección, Osiris. Como dicen, saque usted sus propias conclusiones: el pastor que guía su rebaño o el temible Dios Osiris.
Fuente PERFECTO