El número Pi incursiona en los fascinantes territorios de la mecánica cuántica

El viejo π, el famoso cociente entre la longitud del perímetro de una circunferencia y su diámetro, acaba de brindar un nuevo aporte a la ciencia; es este caso, a la mecánica de los cuantos.
Un anciano que rejuvenece

¿Quién no ha tenido que utilizar a π en el liceo? Menos conocido es que su análisis sirvió para resolver el problema de la cuadratura del círculo, o mejor dicho para establecer que este célebre ejercicio que atormentó a los matemáticos desde la más lejana antigüedad, no tenía solución mediante geometría.

Fue el alemán Ferdinand von Lindemann, quien a finales del siglo XIX logró dar reposo a los geómetras, al demostrar que siendo π un número trascendente («número real no algebraico que no es raíz de ninguna ecuación polinómica con coeficientes enteros» y lamentamos lo complicado de la definición, pero es la única correcta), la famosa cuadratura es imposible por métodos geométricos.



Artículo Anterior Artículo Siguiente