Unos científicos han llegado a la conclusión de que en algunas clases de bacterias existe un mecanismo que transmite conocimiento sensorial desde una generación de células a la siguiente, como si se tratase de una "memoria", y todo ello sin un sistema nervioso central ni neuronas.
Es una enorme sorpresa, tal como destaca Gerard Wong, profesor de bioingeniería, química y bioquímica, miembro del Instituto de NanoSistemas de California en la Universidad de California en la ciudad estadounidense de Los Ángeles (UCLA) y coautor de la investigación en la que se han obtenido estos llamativos resultados.
Es una enorme sorpresa, tal como destaca Gerard Wong, profesor de bioingeniería, química y bioquímica, miembro del Instituto de NanoSistemas de California en la Universidad de California en la ciudad estadounidense de Los Ángeles (UCLA) y coautor de la investigación en la que se han obtenido estos llamativos resultados.
El primer paso en la formación de una biopelícula es que las bacterias perciban la superficie y se afiancen en ella, tal como destaca Calvin Lee, de la UCLA y miembro del equipo de investigación. Las generaciones de bacterias estudiadas demostraron estar preparadas de antemano para adaptarse a la superficie a colonizar, de un modo mucho mejor de lo que resultaría previsible, como si se valieran de "recuerdos" de sus predecesoras acerca de la vida en esa superficie. Wong y sus colegas han identificado asimismo los mecanismos bioquímicos que parecen sostener a esta capacidad.
Los investigadores estudiaron la Pseudomonas aeruginosa, que forma biopelículas en las vías respiratorias de personas con fibrosis quística y que es capaz de producir infecciones mortales. (Foto: Janice Haney Carr/USCDCP)
Podría ser que lo descubierto en el nuevo estudio llevase a dar un gran paso adelante hacia un conocimiento profundo de los puntos débiles en poblaciones de bacterias que provocan infecciones difíciles de tratar en el ser humano y forman biopelículas bacteriana. Refugiadas, por así decirlo, dentro del "búnker" que es la biopelícula, soportan mejor los tratamientos antimicrobianos.
Fuente NCYT