Aunque se ve como un líquido rojo y uniforme, está formada por varios ingredientes distintos.
Checa la ‘receta’ que corre por tus venas:
Plasma: Más de la mitad de la sangre (54%) es este líquido amarillento en el que flotan las células de la sangre. Contiene agua, hormonas, proteínas y otras sustancias nutritivas.
Glóbulos rojos o eritrocitos: El 45% de tu sangre está compuesta por glóbulos rojos que sirven para llevar oxígeno a los órganos. Son planos y redondos con un anillo grueso por fuera, como pequeños discos, y le dan su color rojo a la sangre.
Checa la ‘receta’ que corre por tus venas:
Plasma: Más de la mitad de la sangre (54%) es este líquido amarillento en el que flotan las células de la sangre. Contiene agua, hormonas, proteínas y otras sustancias nutritivas.
Glóbulos rojos o eritrocitos: El 45% de tu sangre está compuesta por glóbulos rojos que sirven para llevar oxígeno a los órganos. Son planos y redondos con un anillo grueso por fuera, como pequeños discos, y le dan su color rojo a la sangre.
Glóbulos blancos o leucocitos: Son los ‘soldados’ de tu cuerpo. Tienen diferentes formas y tamaños, y sirven para protegerte de las enfermedades. Cuando hay algo que no debería estar en tu cuerpo (como virus o bacterias) los leucocitos se reúnen para atacar y destruir a los invasores. (Es genial observar en el microscopio cómo los glóbulos blancos ‘devoran’ a los gérmenes). Además, destruyen las células viejas o dañadas.
Plaquetas: Junto con los leucocitos, forman el 1% de la receta. Son pocas, pero poderosas, y sirven para que tu sangre se coagule cuando hay un vaso sanguíneo dañado. En otras palabras: ¡su trabajo es formar costras! (Texto: Guadalupe Alemán)
Fuente MUY INTERESANTE
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Sangre