No es preciso que la ciencia lo diga: la participación de quien ejerce el papel paternal es fundamental en el desarrollo de los niños. Pero para confirmar esa teoría en el campo de la psicología social, investigadores de la Universidad de Connecticut, investigaron el impacto en la personalidad de personas que sufrieron rechazo del padre en la infancia.
Las conclusiones de la investigación fueron publicadas en el Science Daily y dan evidencias sobre el impacto del amor y la dedicación (o falta de ellos) en la vida adulta de los participantes.
De acuerdo con los investigadores, no hay ninguna otra experiencia personal que tenga un efecto tan fuerte como el rechazo del padre, sea por cualquier motivo, especialmente cuando se es niño.
Los científicos investigaron cómo se configura el dolor de no ser aceptado por quien debería establecer el vínculo paternal y cuáles son los aspectos sociales que interfieren en la relación padre e hijo.
Importancia del padre en la infancia
Los investigadores de la Universidad de Connecticut, Abdul Khaleque y Ronald Ronher, analizaron 36 estudios de Psicología Social, convocando a más de 10 mil participantes. La meta era establecer cuál es la relación entre la aceptación o rechazo del padre y las características de la personalidad de los voluntarios en la vida adulta.
«Niños y adultos en todos los lugares, independientemente de las diferencias de raza, cultura y género, tienden a responder exactamente de la misma manera cuando se perciben como rechazados por sus cuidadores o figuras de apego», relatan.
Las respuestas fueron clasificadas de manera general en dos pares de características de personalidad: ansiedad e inseguridad y hostilidad y agresividad. Estos factores pueden perdurar hasta cuando el individuo se vuelve adulto, «volviendo más difícil que los rechazados formen relaciones seguras y de confianza en sus relaciones íntimas». El estudio dice que las conclusiones también tienen en cuenta las disposiciones de personalidad.
¿Cómo es el dolor de ser rechazado?
Khaleque y Rohner también cruzaron investigaciones en los campos de psicología y neurociencia, constatando que las partes del cerebro que son activadas cuando las personas se sienten rechazadas son las mismas que cuando experimentan dolor físico.
Un factor importante torna la experiencia de rechazo incluso más negativa según los investigadores: la posibilidad de revivir el dolor emocional a lo largo de los años.
«Al contrario del dolor físico, las personas pueden revivir psicológicamente el dolor emocional del rechazo repetidamente durante años», dice Rohner.
Amor y desarrollo
La investigación concluyó que el amor del padre es fundamental para el desarrollo personal y que el reconocimiento de esta importancia debe mitigar la incidencia de la «culpa de madre», concepto mucho más común en el ámbito social para justificar el comportamiento de los niños.
«El gran énfasis en las madres y la maternidad lleva a una tendencia inapropiada de culpar a las madres por los problemas de comportamiento de los niños y por el desajuste cuando, de hecho, los padres están frecuentemente más implicados que las madres en el desarrollo de problemas como estos».
Las conclusiones de la investigación fueron publicadas en el Science Daily y dan evidencias sobre el impacto del amor y la dedicación (o falta de ellos) en la vida adulta de los participantes.
De acuerdo con los investigadores, no hay ninguna otra experiencia personal que tenga un efecto tan fuerte como el rechazo del padre, sea por cualquier motivo, especialmente cuando se es niño.
Los científicos investigaron cómo se configura el dolor de no ser aceptado por quien debería establecer el vínculo paternal y cuáles son los aspectos sociales que interfieren en la relación padre e hijo.
Importancia del padre en la infancia
Los investigadores de la Universidad de Connecticut, Abdul Khaleque y Ronald Ronher, analizaron 36 estudios de Psicología Social, convocando a más de 10 mil participantes. La meta era establecer cuál es la relación entre la aceptación o rechazo del padre y las características de la personalidad de los voluntarios en la vida adulta.
«Niños y adultos en todos los lugares, independientemente de las diferencias de raza, cultura y género, tienden a responder exactamente de la misma manera cuando se perciben como rechazados por sus cuidadores o figuras de apego», relatan.
Las respuestas fueron clasificadas de manera general en dos pares de características de personalidad: ansiedad e inseguridad y hostilidad y agresividad. Estos factores pueden perdurar hasta cuando el individuo se vuelve adulto, «volviendo más difícil que los rechazados formen relaciones seguras y de confianza en sus relaciones íntimas». El estudio dice que las conclusiones también tienen en cuenta las disposiciones de personalidad.
¿Cómo es el dolor de ser rechazado?
Khaleque y Rohner también cruzaron investigaciones en los campos de psicología y neurociencia, constatando que las partes del cerebro que son activadas cuando las personas se sienten rechazadas son las mismas que cuando experimentan dolor físico.
Un factor importante torna la experiencia de rechazo incluso más negativa según los investigadores: la posibilidad de revivir el dolor emocional a lo largo de los años.
«Al contrario del dolor físico, las personas pueden revivir psicológicamente el dolor emocional del rechazo repetidamente durante años», dice Rohner.
Amor y desarrollo
La investigación concluyó que el amor del padre es fundamental para el desarrollo personal y que el reconocimiento de esta importancia debe mitigar la incidencia de la «culpa de madre», concepto mucho más común en el ámbito social para justificar el comportamiento de los niños.
«El gran énfasis en las madres y la maternidad lleva a una tendencia inapropiada de culpar a las madres por los problemas de comportamiento de los niños y por el desajuste cuando, de hecho, los padres están frecuentemente más implicados que las madres en el desarrollo de problemas como estos».
Fuente VIX