En un nuevo estudio, se han encontrado evidencias de que el Marte antiguo tenía probablemente un abundante suministro de energía química, suficiente para que unos microbios pudieran proliferar bajo tierra.
El equipo internacional de Jesse Tarnas, de la Universidad Brown en Providence, Rhode Island, Estados Unidos, ha determinado que el subsuelo marciano primitivo tenía posiblemente bastante hidrógeno disuelto como para alimentar una biosfera global bajo tierra. Las condiciones en esta zona habitable habrían sido similares a lugares de la Tierra donde existe vida subterránea.
Nuestro planeta alberga lo que se conoce como ecosistemas microbianos litotróficos subterráneos. Privados de la energía procedente de la luz solar, estos microbios subterráneos la consiguen a menudo al desprender electrones de las moléculas en sus entornos. El hidrógeno molecular disuelto es un gran donante de electrones y se sabe que alimenta en la Tierra a ecosistemas microbianos del tipo descrito.
Este nuevo estudio muestra que la radiólisis, un proceso a través del cual una radiación descompone las moléculas de agua en sus constituyentes (hidrógeno y oxígeno), pudo suministrar abundante hidrógeno al subsuelo marciano primitivo. Los investigadores estiman que las concentraciones de hidrógeno en la corteza hace alrededor de 4.000 millones de años debieron alcanzar niveles semejantes a los de las concentraciones que sostienen actualmente en la Tierra a gran cantidad de microbios.
Lo descubierto no implica necesariamente que existiera vida en el Marte primitivo, pero sí sugiere que, en caso de haber aparecido, el subsuelo marciano tenía los ingredientes esenciales para sostenerla durante cientos de millones de años. Los resultados de la nueva investigación también tendrán repercusiones para la futura exploración del Planeta Rojo, al sugerir que ciertas áreas donde el subsuelo primitivo esté expuesto podrían ser los mejores lugares en los que realizar análisis en busca de pruebas de vida pasada.
Fuente NCYT
El equipo internacional de Jesse Tarnas, de la Universidad Brown en Providence, Rhode Island, Estados Unidos, ha determinado que el subsuelo marciano primitivo tenía posiblemente bastante hidrógeno disuelto como para alimentar una biosfera global bajo tierra. Las condiciones en esta zona habitable habrían sido similares a lugares de la Tierra donde existe vida subterránea.
Nuestro planeta alberga lo que se conoce como ecosistemas microbianos litotróficos subterráneos. Privados de la energía procedente de la luz solar, estos microbios subterráneos la consiguen a menudo al desprender electrones de las moléculas en sus entornos. El hidrógeno molecular disuelto es un gran donante de electrones y se sabe que alimenta en la Tierra a ecosistemas microbianos del tipo descrito.
Este nuevo estudio muestra que la radiólisis, un proceso a través del cual una radiación descompone las moléculas de agua en sus constituyentes (hidrógeno y oxígeno), pudo suministrar abundante hidrógeno al subsuelo marciano primitivo. Los investigadores estiman que las concentraciones de hidrógeno en la corteza hace alrededor de 4.000 millones de años debieron alcanzar niveles semejantes a los de las concentraciones que sostienen actualmente en la Tierra a gran cantidad de microbios.
Lo descubierto no implica necesariamente que existiera vida en el Marte primitivo, pero sí sugiere que, en caso de haber aparecido, el subsuelo marciano tenía los ingredientes esenciales para sostenerla durante cientos de millones de años. Los resultados de la nueva investigación también tendrán repercusiones para la futura exploración del Planeta Rojo, al sugerir que ciertas áreas donde el subsuelo primitivo esté expuesto podrían ser los mejores lugares en los que realizar análisis en busca de pruebas de vida pasada.
Fuente NCYT