¿Podría haber un terremoto en Buenos Aires?

La zona sur de Buenos Aires registró un sismo de 3.8 según confirmaron desde fuentes oficiales. Poco acostumbrados a este tipo de eventos, surgió la pregunta ¿puede haber actividad sísmica en esta provincia argentina?

La respuesta es sí. Pero no por eso hay que entrar en pánico, sino todo lo contrario.

En Latinoamérica estos fenómenos son más propios de la zona cordillerana, pero erróneamente se piensa que en ciudades como Buenos Aires o Montevideo -en donde no hay placas tectónicas en contacto- nunca puede haber.

Sobre esto se expresó Alejando Giuliano, Director Nacional del Instituto de Prevención Sísmica de la Argentina, al portal M1: «Hay que desterrar la idea de que Buenos Aires es asísmico. Es de baja intensidad sísmica, pero no es asísmico».

De hecho, se encuentra dentro de la «zona cero» que es justamente la que cuenta con menos probabilidades de sufrir un sismo del país.

Esto quiere decir que, si bien es difícil que Buenos Aires sufra un terremoto de gran magnitud, tampoco hay certezas de que sea improbable. De hecho, la ciudad ya cuenta con un antecedente cuando, en 1888, un terremoto de 5.5 grados produjo daños leves en las zonas linderas al Río de la Plata.

Un poco de historia

Lo único que impidió la tragedia en aquel entonces fue la ausencia de edificios de altura, presentes en todo el entorno urbano en la actualidad. Es aquí donde radica el problema, ya que a más de 120 años del último terremoto en Buenos Aires, la misma sigue sin estar preparada.

Un ejemplo de esto es el código de edificación de la ciudad, que no contempla medidas antísismicas para las construcciones. Esto quiere decir que edificios, puentes, subtes y autopistas no están preparados para recibir el impacto de un sismo.

Por otro lado, el Gobierno de la Ciudad tampoco provee lineamientos claros ni indicaciones de seguridad en caso de un evento de esta categoría, por lo que la educación respecto al tema es poca o directamente nula.
¿Qué hacer en el caso de un terremoto?

Lo importante ante un temblor, en primer lugar, es mantener la calma. Es importante alejarse de las superficies vidriadas, muebles y elementos pesados que puedan caerse. También resulta fundamental cortar tanto luz como gas para prevenir incendios y, de encontrarse en un lugar no apto para sismos, dirigirse a un lugar abierto en el que no haya peligro de derrumbe.

Esto nos permitirá mantenernos a salvo hasta que la situación esté bajo control.

La intención no es generar alarma, pero sí saber cómo actuar en casos de este tipo. La información es clave para reducir el impacto, conservar la calma y salvar vidas.

Fuente VIX 



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