Pocas horas después de que Notre Dame -envuelta en llamas- le diera la vuelta al mundo, diversos espacios noticiosos en Israel reportaron un fuego incontrolable proveniente del mencionado recinto, en específico del techo de la sala de oración Marwani.
La cobertura global del siniestro comenzó a difundirse cerca de las 3 AM del 16 de abril (tiempo de Israel). Se presume hasta ahora que el fuego surgió de manera accidental -al igual que lo dictaminado por el cuerpo de bomberos en Notre Dame-.
Aunque sí se reportaron daños en la estructura, el fuego fue controlado con éxito y no se tuvieron pérdidas significativas. Por ahora las autoridades debaten la mejor forma de reponer todo aquello que el incendio destruyó, pues cabe mencionar que hacerle modificaciones arquitectónicas a un lugar sagrado es tabú en el Islam. La última restauración documentada de Al-Aqsa tuvo lugar en el año 1035.
La importancia histórica de Al-Aqsa
Luego de La Meca y Medina, Al-Aqsa es el tercer lugar más concurrido por aquellos que profesan la religión islámica. Se trata de la mezquita más grande de Jerusalén, capaz de albergar hasta 5 mil personas. A este santuario lo respaldan más de 1,300 años de antigüedad. En muchas ocasiones ha sido objeto de ataques terroristas, aunque la mayoría han sido frustrados con éxito.
En el exterior de Al-Aqsa se encuentra el famoso Muro de las Lamentaciones, venerado por la comunidad judía al ser considerado parte de los restos del antiguo Templo del Rey Salomón.
Dados los constantes enfrentamientos entre judíos y musulmanes, Al-Aqsa se considera un "punto caliente" para dichas comunidades. Las agresiones entre ambos grupos van desde lanzarse piedras, hasta ataques armados en los alrededores de la zona.
Fuente VIX