De esta forma nos permite afrontar situaciones peligrosas o imprevistas
El cerebro utiliza el conocimiento que posee de experiencias pasadas para realizar predicciones inteligentes sobre lo que pasará en el futuro inmediato. Por ejemplo, si vamos a cruzar una calle transitada, nuestro cerebro acelera la velocidad a la que viene el coche, para ofrecernos una percepción exagerada del riesgo y nos sobre tiempo si decidimos lanzarnos al asfalto.
El cerebro utiliza experiencias pasadas para anticipar el futuro, permitiéndonos así afrontar situaciones peligrosas o imprevistas, según un estudio publicado en la revista Nature Communication.
Los autores de este estudio, de la Radboud University en Países Bajos, han descubierto que cuando anticipamos un evento, lo visualizamos automáticamente a velocidad rápida, por lo menos dos veces más deprisa que la velocidad real del objeto, según se explica en un comunicado de la citada universidad.
El cerebro utiliza el conocimiento que posee de experiencias pasadas para realizar predicciones inteligentes sobre lo que pasará en el futuro inmediato. Por ejemplo, si vamos a cruzar una calle transitada, nuestro cerebro acelera la velocidad a la que viene el coche, para ofrecernos una percepción exagerada del riesgo y nos sobre tiempo si decidimos lanzarnos al asfalto.
El cerebro utiliza experiencias pasadas para anticipar el futuro, permitiéndonos así afrontar situaciones peligrosas o imprevistas, según un estudio publicado en la revista Nature Communication.
Los autores de este estudio, de la Radboud University en Países Bajos, han descubierto que cuando anticipamos un evento, lo visualizamos automáticamente a velocidad rápida, por lo menos dos veces más deprisa que la velocidad real del objeto, según se explica en un comunicado de la citada universidad.