La forma helicoidal de sus fibras musculares es la que lo mantiene estable toda la vida
El corazón puede mantener su equilibrio gracias a la geometría helicoidal de las fibras musculares de sus paredes, ha descubierto una investigación. La misma forma geométrica que proporciona fuerza a los materiales biológicos, es la que satisface las exigencias mecánicas y eléctricas del músculo cardiaco, posibilitando su equilibrio.
En esta imagen se aprecia, en colores vivos, la orientación helicoidal de las fibras de la pared ventricular en el tejido cardiaco de una rata, examinado mediante imágenes de resonancia magnética. Foto: Shape Analysis Group/McGill University.
El corazón, un aparato a la vez mecánico y eléctrico, puede mantener su equilibrio y no caer en peligrosas irregularidades gracias a la especial geometría de las fibras musculares de sus paredes, ha descubierto un estudio.
El corazón puede mantener su equilibrio gracias a la geometría helicoidal de las fibras musculares de sus paredes, ha descubierto una investigación. La misma forma geométrica que proporciona fuerza a los materiales biológicos, es la que satisface las exigencias mecánicas y eléctricas del músculo cardiaco, posibilitando su equilibrio.
En esta imagen se aprecia, en colores vivos, la orientación helicoidal de las fibras de la pared ventricular en el tejido cardiaco de una rata, examinado mediante imágenes de resonancia magnética. Foto: Shape Analysis Group/McGill University.
El corazón, un aparato a la vez mecánico y eléctrico, puede mantener su equilibrio y no caer en peligrosas irregularidades gracias a la especial geometría de las fibras musculares de sus paredes, ha descubierto un estudio.