Los tumores cerebrales podrían ser combatidos con el virus de la gripa y del herpes, según estudios

El cáncer es una de las enfermedades que más vidas ha cobrado en los últimos tiempos. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, cada año este padecimiento provoca la muerte de poco más de 8 millones de personas en todo el planeta.

El glioblastoma multiforme es el tumor cerebral más común, ya que alrededor de 140 mil personas son diagnosticadas anualmente con este mal. Lamentablemente, las opciones de tratamiento son muy reducidas y no se garantiza un freno a la progresión de esta enfermedad.

Con el objetivo de cambiar este sombrío panorama, médicos del Hospital Houston Methodist estudian la posibilidad de utilizar el virus del resfriado común y del herpes para crear un tratamiento contra el glioblastoma y los astrocitomas anaplásticos, que son otra variedad del tumor del sistema nervioso, el cual también representa una de las afecciones más letales.

El tratamiento por lo regular consiste en una cirugía para remover el núcleo tumoral de los glioblastomas y los astrocitomas anaplásticos, pero lamentablemente su efectividad deja mucho que desear. De acuerdo con los especialistas, muchas ramificaciones de rápido crecimiento son imposibles de eliminar y no se tiene la seguridad de que no brotare de nuevo este mal.

El Dr. David Baskin, neurocirujano del hospital Houston Methodist, y su equipo de investigación realizaron un estudio con 48 voluntarios, en el cual se consiguió incrementar en un 26% el número de pacientes que sobrevivieron por más de tres años después de haber sido diagnosticadas con la enfermedad.

Los ensayos clínicos consistieron en aprovechar el ADN del virus del herpes inactivo y combinarlo con el virus del resfriado, después inyectaron la mezcla resultante en el tejido cerebral que rodea al tumor. El virus se propaga a través de las ramificaciones tumorales que son imposibles de eliminar con cirugía.

De acuerdo con el doctor Barkin, eligieron al resfriado común como "medio de traslado" porque tiene una extraordinaria capacidad de propagarse por todo el sistema y de llegar a las celular tumorales inalcanzables, mientras que el ADN del herpes sirve como un objetivo.

Tan solo un día después del procedimiento, los pacientes fueron sometidos a un tratamiento de dos semanas para destruir las células que contienen el ADN del herpes. Cabe destacar que ese mismo medicamento mata a las células restantes del glioblastoma y el astrocitoma, que ahora cuentan en su composición con el ADN del herpes.

Gracias a este tratamiento, un paciente que originalmente tenía una esperanza de vida de máximo tres meses consiguió sobrevivir durante 11 años de forma plena, y de acuerdo a una resonancia magnética, sin tener ningún tumor visible.

El Dr. Barkin y su equipo de investigación consideran que con una dosis más alta del tratamiento el tumor sería eliminado completamente y de manera inmediata, por lo que el hospital Houston Methodist planean nuevos ensayos clínicos con una dosis cinco veces mayor a la anterior.

Fuente VIX



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