Un nuevo estudio de la universidad de Lund en Suecia muestra que la presencia o ausencia de luz lunar tiene una gran influencia en el momento a partir del cual las aves migratorias deciden volar en otoño.
Gabriel Norevik y sus colegas del departamento de biología de la universidad estudiaron la especie Caprimulgus europaeus y cómo afecta el ciclo lunar y la luz de la Luna en el momento de la partida de estos pájaros, cuando inician su migración de tres meses de duración en dirección a áreas al sur del Sahara.
Utilizaron diminutos captadores de datos que instalaron en 39 pájaros de la citada especie, y con ellos rastrearon su actividad durante el periodo de un año. Los resultados muestran que las aves están más del doble de activas en su captura de insectos durante las noches con luz lunar, comparado con cuando está oscuro. El estudio también muestra que empiezan su migración en otoño hacia el sur unos diez días después de la luna llena, y que cada pájaro sincroniza la migración y se marcha volando más o menos al mismo tiempo.
Los miembros de la especie Caprimulgus europaeus usan su visión cuando cazan de noche. Bajo la luz de la Luna les es más fácil capturar insectos voladores y aumentar sus reservas de energía.
Los pájaros migran en tres etapas desde Suecia y el norte de Europa hasta los lugares donde pasarán el invierno, al sur del Sahara. Cada etapa sigue el mismo patrón: cuando la Luna proporciona mucha luz, se duplica o más el tiempo de caza de las aves, y la siguiente etapa de la migración empieza siempre unos diez días después de la luna llena.
El estudio de esta especie es el primero de su tipo en describir cómo patrones a gran escala, como el ciclo lunar, pueden sincronizar a grandes grupos de animales para que emigren al mismo tiempo. Los investigadores no excluyen que otros animales se adapten también al ciclo lunar cuando migran.
Gabriel Norevik y sus colegas del departamento de biología de la universidad estudiaron la especie Caprimulgus europaeus y cómo afecta el ciclo lunar y la luz de la Luna en el momento de la partida de estos pájaros, cuando inician su migración de tres meses de duración en dirección a áreas al sur del Sahara.
Utilizaron diminutos captadores de datos que instalaron en 39 pájaros de la citada especie, y con ellos rastrearon su actividad durante el periodo de un año. Los resultados muestran que las aves están más del doble de activas en su captura de insectos durante las noches con luz lunar, comparado con cuando está oscuro. El estudio también muestra que empiezan su migración en otoño hacia el sur unos diez días después de la luna llena, y que cada pájaro sincroniza la migración y se marcha volando más o menos al mismo tiempo.
Los miembros de la especie Caprimulgus europaeus usan su visión cuando cazan de noche. Bajo la luz de la Luna les es más fácil capturar insectos voladores y aumentar sus reservas de energía.
Los pájaros migran en tres etapas desde Suecia y el norte de Europa hasta los lugares donde pasarán el invierno, al sur del Sahara. Cada etapa sigue el mismo patrón: cuando la Luna proporciona mucha luz, se duplica o más el tiempo de caza de las aves, y la siguiente etapa de la migración empieza siempre unos diez días después de la luna llena.
El estudio de esta especie es el primero de su tipo en describir cómo patrones a gran escala, como el ciclo lunar, pueden sincronizar a grandes grupos de animales para que emigren al mismo tiempo. Los investigadores no excluyen que otros animales se adapten también al ciclo lunar cuando migran.
Fuente NCYT