La envidia es uno de los sentimientos más miserables que puede sentir una persona hacia otra.
Los logros ajenos producen resentimiento y celos en aquellas personas que no se alegran en lo más mínimo por los triunfos de los demás, ese sentimiento se puede ver expresado en la incapacidad de esa persona envidiosa para lograr dichos logros o en su defecto superarlos.
Un amigo es capaz de hacer hasta lo imposible por ti y viceversa; siempre tendrán momentos que compartir y gustos en común, así como amistades que les caerán bien a los dos o simplemente no tragarán.
Si alguien se convierte en tu enemigo, lo es tuyo y de tu compinche, ambos deberán odiar a esa persona. Lamentablemente existen las personas falsas que solo están contigo por interés o conveniencia.
La envidia de un amigo es una de las cosas más tóxicas y sutiles del mundo.
Dado que es casi indetectable, ya que a ninguna persona le gusta admitir que siente envidia y evita ser descubierto a toda costa. Aún si tiene que fingir alegría por la otra persona.
Además, que es sumamente peligrosa, puesto que los amigos pueden tener cierto grado de influencia en nosotros.
Ellos sin libres de opinar y "ayudarnos" a solucionar algunos problemas o a tomar la mejor decisión, así que pueden, conscientes o inconscientemente, sabotear nuestras acciones por su envidia.
Lo cierto, es que son muy pocas las personas las que pueden sentir verdadera felicidad con los logros de los demás.
Incluso, hay quienes se alegran por nuestros problemas y desgracias, tanto amigos como enemigos. Siendo los amigos los más difíciles de descubrir.
Cada persona desea resaltar y puede molestarse cuando es otro quien obtiene el éxito.
De hecho, las relaciones suelen ser mejores cuando todos están medianamente nivelados y nadie se siente mas o menos que otro.
Alguien se alegra por mí
Cuando alguien tiene un logro nuevo, las personas que lo rodean analizarán si son beneficiadas o no y, con base en ello, actuarán para bien o para mal.
Si nos pasa algo, antes de escuchar los comentarios positivos o negativos de un “amigo”, debemos comprender qué es lo que dice y si está manipulando a su conveniencia.
Es triste pero es verdad que existen personas que se la pasan comparando su vida con las de los demás, y a cuenta de ello se mueven: se sienten superiores, son los más cínicos, tratan de poner contratiempos a tus metas. No es de sorprender que un día se queden solos.
No importa la vida ajena
Si enfocaran toda esa energía en enamorarse, quererse a sí mismos o crecer como personas, por supuesto tendrían una mejor calidad de vida.
Incluso las cosas resultarían a su favor naturalmente, sin necesidad de opacar a los demás. “La envidia de un amigo es peor que el odio de un enemigo”.
Los logros ajenos producen resentimiento y celos en aquellas personas que no se alegran en lo más mínimo por los triunfos de los demás, ese sentimiento se puede ver expresado en la incapacidad de esa persona envidiosa para lograr dichos logros o en su defecto superarlos.
Un amigo es capaz de hacer hasta lo imposible por ti y viceversa; siempre tendrán momentos que compartir y gustos en común, así como amistades que les caerán bien a los dos o simplemente no tragarán.
Si alguien se convierte en tu enemigo, lo es tuyo y de tu compinche, ambos deberán odiar a esa persona. Lamentablemente existen las personas falsas que solo están contigo por interés o conveniencia.
La envidia de un amigo es una de las cosas más tóxicas y sutiles del mundo.
Dado que es casi indetectable, ya que a ninguna persona le gusta admitir que siente envidia y evita ser descubierto a toda costa. Aún si tiene que fingir alegría por la otra persona.
Además, que es sumamente peligrosa, puesto que los amigos pueden tener cierto grado de influencia en nosotros.
Ellos sin libres de opinar y "ayudarnos" a solucionar algunos problemas o a tomar la mejor decisión, así que pueden, conscientes o inconscientemente, sabotear nuestras acciones por su envidia.
Lo cierto, es que son muy pocas las personas las que pueden sentir verdadera felicidad con los logros de los demás.
Incluso, hay quienes se alegran por nuestros problemas y desgracias, tanto amigos como enemigos. Siendo los amigos los más difíciles de descubrir.
Cada persona desea resaltar y puede molestarse cuando es otro quien obtiene el éxito.
De hecho, las relaciones suelen ser mejores cuando todos están medianamente nivelados y nadie se siente mas o menos que otro.
Alguien se alegra por mí
Cuando alguien tiene un logro nuevo, las personas que lo rodean analizarán si son beneficiadas o no y, con base en ello, actuarán para bien o para mal.
Si nos pasa algo, antes de escuchar los comentarios positivos o negativos de un “amigo”, debemos comprender qué es lo que dice y si está manipulando a su conveniencia.
Es triste pero es verdad que existen personas que se la pasan comparando su vida con las de los demás, y a cuenta de ello se mueven: se sienten superiores, son los más cínicos, tratan de poner contratiempos a tus metas. No es de sorprender que un día se queden solos.
No importa la vida ajena
Si enfocaran toda esa energía en enamorarse, quererse a sí mismos o crecer como personas, por supuesto tendrían una mejor calidad de vida.
Incluso las cosas resultarían a su favor naturalmente, sin necesidad de opacar a los demás. “La envidia de un amigo es peor que el odio de un enemigo”.