En una investigación internacional, se ha descubierto un preocupante cambio en las temperaturas de la superficie del océano Índico, una de cuyas consecuencias será que el sudeste de Australia experimente condiciones cada vez más calurosas y secas.
La investigación se ha dirigido desde la Universidad Nacional Australiana (ANU) y el Centro de Excelencia para los Extremos Climáticos (CLEX), dependiente del Consejo de Investigación Australiano (ARC, por sus siglas en inglés).
El fenómeno estudiado por la profesora Nerilie Abram (de la ANU) y sus colaboradores, conocido como dipolo del océano Índico (IOD, por sus siglas en inglés), fue un gran protagonista de la grave sequía del año pasado en Australia y las tórridas temperaturas de récord que la acompañaron.
El episodio de 2019, de la modalidad conocida como dipolo del océano Índico positivo, fue intenso. Cortó una de las principales fuentes de las lluvias de invierno y primavera del sur de Australia, y estableció las condiciones extremadamente calurosas y secas para los terribles incendios que asolaron Australia al llegar el verano, tal como explica Abram.
La nueva investigación revela que estos episodios históricamente inusuales se han vuelto mucho más frecuentes e intensos durante el siglo XX, y se teme que esta situación empeore si las emisiones de gases con efecto invernadero continúan aumentando.
El equipo de investigación, en el que participaron científicos de instituciones de Australia, Estados Unidos, Indonesia, Taiwán y China, se valió de registros contenidos en muestras de corales del océano Índico ecuatorial oriental para reconstruir la variabilidad del dipolo del océano Índico durante el último milenio con una precisión sin precedentes.
"Históricamente, los eventos fuertes como el que vimos en 2019 han sido muy raros. En la reconstrucción que comenzó en el año 1240, vemos solo 10 de estos eventos, pero 4 de ellos han ocurrido en los últimos 60 años", destaca el Profesor Abram.
Nicky Wright, del equipo de investigación, subraya que la investigación deja claro que el océano Índico puede albergar episodios de dipolo que son incluso más fuertes que el de 2019.
"En 1675 se produjo un evento que fue hasta un 42% más fuerte que el más fuerte que hemos observado hasta ahora desde el inicio del registro instrumental, que fue en 1997. Los terribles impactos de aquel severo evento antiguo pueden verse en documentos históricos de Asia", explica Wright. "El evento de 1675 muestra el tipo de extremos que son posibles, incluso sin el cambio climático causado por el hombre. Al provocar que los eventos positivos del dipolo del océano Índico se hagan más fuertes y más comunes, estamos aumentando las probabilidades de que un evento extremo como aquel pueda ocurrir de nuevo". (Fuente: NCYT Amazings)
La investigación se ha dirigido desde la Universidad Nacional Australiana (ANU) y el Centro de Excelencia para los Extremos Climáticos (CLEX), dependiente del Consejo de Investigación Australiano (ARC, por sus siglas en inglés).
El fenómeno estudiado por la profesora Nerilie Abram (de la ANU) y sus colaboradores, conocido como dipolo del océano Índico (IOD, por sus siglas en inglés), fue un gran protagonista de la grave sequía del año pasado en Australia y las tórridas temperaturas de récord que la acompañaron.
El episodio de 2019, de la modalidad conocida como dipolo del océano Índico positivo, fue intenso. Cortó una de las principales fuentes de las lluvias de invierno y primavera del sur de Australia, y estableció las condiciones extremadamente calurosas y secas para los terribles incendios que asolaron Australia al llegar el verano, tal como explica Abram.
La nueva investigación revela que estos episodios históricamente inusuales se han vuelto mucho más frecuentes e intensos durante el siglo XX, y se teme que esta situación empeore si las emisiones de gases con efecto invernadero continúan aumentando.
El equipo de investigación, en el que participaron científicos de instituciones de Australia, Estados Unidos, Indonesia, Taiwán y China, se valió de registros contenidos en muestras de corales del océano Índico ecuatorial oriental para reconstruir la variabilidad del dipolo del océano Índico durante el último milenio con una precisión sin precedentes.
"Históricamente, los eventos fuertes como el que vimos en 2019 han sido muy raros. En la reconstrucción que comenzó en el año 1240, vemos solo 10 de estos eventos, pero 4 de ellos han ocurrido en los últimos 60 años", destaca el Profesor Abram.
Nicky Wright, del equipo de investigación, subraya que la investigación deja claro que el océano Índico puede albergar episodios de dipolo que son incluso más fuertes que el de 2019.
"En 1675 se produjo un evento que fue hasta un 42% más fuerte que el más fuerte que hemos observado hasta ahora desde el inicio del registro instrumental, que fue en 1997. Los terribles impactos de aquel severo evento antiguo pueden verse en documentos históricos de Asia", explica Wright. "El evento de 1675 muestra el tipo de extremos que son posibles, incluso sin el cambio climático causado por el hombre. Al provocar que los eventos positivos del dipolo del océano Índico se hagan más fuertes y más comunes, estamos aumentando las probabilidades de que un evento extremo como aquel pueda ocurrir de nuevo". (Fuente: NCYT Amazings)
Fuente NCYT