La ivermectina podría ser eficaz para tratar la COVID-19

Una investigación preliminar indica que la ivermectina, un medicamento de uso común como antiparasitario, podría ser eficaz para tratar la enfermedad pandémica COVID-19, provocada por el coronavirus SARS-CoV-2.

El estudio lo han realizado especialistas de la Universidad Monash y el Instituto Doherty, adscrito a la Universidad de Melbourne y al Hospital Real de Melbourne, todas estas entidades en Australia.

El equipo de Kylie Wagstaff, David Jans y Leon Caly ha comprobado que la ivermectina detiene la proliferación del coronavirus en cultivos celulares 48 horas después de aplicarse a estos. Ella y sus colegas constataron que incluso una sola dosis podía esencialmente eliminar todo el ARN viral en 48 horas y que incluso a las 24 horas de administrarse ya había una reducción significativa.

Sin embargo, tal como advierte Wagstaff, hay que tener en cuenta que las pruebas realizadas en el estudio fueron in vitro y que se necesita realizar ensayos clínicos en personas antes de poder asegurar sin ninguna duda que el fármaco sirve contra la COVID-19. En particular, se necesita saber si la dosis con la que se puede usar en humanos será efectiva.

En esta imagen, captada mediante microscopio electrónico, se aprecian coronavirus SARS-CoV-2 (en color naranja) asomando de la superficie de células infectadas (en gris). (Foto: National Institute of Allergy and Infectious Diseases - Rocky Mountain Laboratories, NIH)

La ivermectina, que ya fue aprobada en su día por la Administración estadounidense de Alimentos y Medicamentos (FDA), ha demostrado ser efectiva in vitro contra una amplia gama de virus, incluidos los virus del dengue, la gripe y el zika.

Tal como razona Wagstaff, ante una pandemia contra la cual se necesita actuar urgentemente pero no hay medicamentos específicos validados para combatirla, recurrir a algún medicamento del que ya se demostró que no tiene efectos secundarios demasiado peligrosos y que ya está disponible en el mercado, tiene mejores oportunidades de comenzar a combatir la pandemia antes que otros fármacos quizá más aptos pero de los que todavía hay que verificar su eficiencia y comprobar que no tienen efectos secundarios inaceptables.

Wagstaff hizo un descubrimiento previo sobre la ivermectina en 2012 cuando ella y David Jans identificaron el fármaco y su actividad antiviral.

Fuente NCYT 



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