Las dificultades son muchas y variadas: desde estar lejos de la pareja o de la familia, la pérdida de empleo y la ansiedad o la fatiga, hasta el luto tras despedir a un ser querido sin haberlo visto.
¿Qué te está costando más en estos tiempos de cuarentena y coronavirus? ¿Cómo pueden manejarse tantas emociones?
Cómo proteger tu salud mental durante la pandemia de coronavirus
Trastorno por pesadillas: por qué la pandemia de coronavirus nos está afectando el sueño (y cómo puedes prevenirlo)
Dos especialistas en el campo de la psicología y psiquiatría recibieron tus inquietudes tras una exitosa convocatoria.
Del gran número de preguntas recibidas, seleccionamos 25 que ilustran ejes temáticos comunes y que se enfocan, en su mayoría, en las áreas de especialidad de las expertas.
Sobre las especialistas
Cecilia Martín
Es licenciada en Psicología por la Universidad de Salamanca (España). Dirige el Instituto de Psicología Psicode de España desde 2006, donde realiza consultas como psicóloga clínica e imparte formación dirigida principalmente a psicólogos en el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid. Se especializa en terapia de pareja.
Sus respuestas
¿Por qué siento tanta ansiedad en las madrugadas y noches? - Leydi
Nuestra ansiedad, en la mayoría de las ocasiones se desencadena ante pensamientos que tenemos de preocupación o de miedo ante el futuro. En otras ocasiones, son nuestros propios síntomas corporales (sentir taquicardias, presión en el pecho, dificultad para respirar, etc.) los que nos asustan y en consecuencia tenemos mayor ansiedad.
En las madrugadas y con el silencio de la noche solemos prestar mayor atención a nuestros síntomas corporales y también son momentos de mayor introspección, en los que les damos más vueltas a nuestras preocupaciones.
Al focalizar nuestra atención en los síntomas de nuestro cuerpo, amplificamos las sensaciones de malestar, nos asustamos y nuestra ansiedad aumenta. Durante el día tenemos más estímulos externos a los que atender, nos distraemos y no nos centramos tanto en la ansiedad.
¿Cómo manejar la ansiedad? En diciembre, me quedé sin trabajo y en marzo perdí un negocio. Mis ahorros se acabaron y debo pagar colegio y arriendo. Ayuda - Anónimo
Es normal que sientas ansiedad ante una situación así, ha tenido que ser duro el cambio en tu situación económica. De momento te diría que empieces a plantear diferentes alternativas de solución, buscar opciones, recursos, ayudas, para que sientas un poco de control ante la situación.
El ser humano tiene mucha capacidad de resiliencia. Seguro que encontrarás la forma de salir de esta. Lo importante es fijar la atención en la superación y no quedarte anclado en rumiar y en la queja, porque tu ansiedad aumentará. Mucho ánimo.
Lloro mucho, me estresé tanto que no quise terminar el cuatrimestre en la universidad. ¿Qué hago? - Angie
En ocasiones, los retos que nos planteamos son demasiado exigentes y no podemos hacerles frente (por falta de tiempo, de medios… etc.) El miedo a fracasar hace que nos sintamos tan mal que nuestro impulso es evitar esa situación y querer abandonarlo todo.
Mi propuesta es que bajes tus expectativas. Quizás no puedes con todo el curso universitario porque es mucho temario para estudiar, pero sí puedes con algunas de las asignaturas.
En lugar de abandonar el cuatrimestre por completo, elige aquellas asignaturas más fáciles o aquellas que más te motiven a la hora de estudiar. De ese modo, aunque no consigas tu “gran reto”, sí estarás trabajando por conseguir objetivos intermedios.
Los últimos días han sido difíciles, me ha costado dormir y despertarme, ¿Cómo puedo mejorar eso? ¿Cómo evito deprimirme? - Anónimo
Es posible que la situación de confinamiento haya hecho que rompas tus rutinas diarias y en consecuencia han cambiado tus horarios de sueño. Es una situación excepcional que puedes volver a normalizar.
Empieza poniendo tu despertador e intenta seguir una rutina parecida a cuando trabajabas fuera de casa. Las rutinas también nos proporcionan cierta estabilidad emocional.
Para evitar deprimirte, busca un equilibrio en tus actividades diarias:
¿Cómo hacer cuando la pareja vive en otro continente y las posibilidades de verla son inciertas? - Micaela
Gracias por hacer esta pregunta porque es una cuestión que está afectando a muchas personas al igual que a ti. No sólo por no poder ver a la pareja sino también a familiares o amigos que están lejos. No sabemos cuándo podremos volver a viajar en avión o cuándo podremos volver a abrazar sin miedo a alguien.
No llevamos bien esta situación de incertidumbre. Aceptar que las cosas son así y tener paciencia es la mejor opción para adaptarnos a la pandemia.
Pensar que falta aún mucho tiempo para ver a tu pareja es un pensamiento que te genera malestar e indefensión, porque no puedes hacer nada para solucionarlo. Intenta centrarte en el presente, sin anticipar cuánto tiempo falta y sacar el máximo partido a las videollamadas para estar más cerca.
¿Puede este encierro confundir sentimientos, o solo reflota lo que estaba latente? ¿Qué pasa con las exparejas? - Alba
Es difícil contestar a una pregunta así, sin tener más información sobre lo que sientes y piensas en relación a tu ex, pero intentaré responderte.
La situación de confinamiento hace que nuestras emociones estén más a flor de piel, puede hacer que nos sintamos solos y que sintamos mucha nostalgia del pasado. El confinamiento nos impide tener contacto de cerca con otras personas y esa carencia hace que echemos de menos muchas cosas del pasado.
Pero ¡cuidado! Echar de menos a tu expareja no significa que quieras volver.
Antes de tomar decisiones basándote en lo que sientes ahora, espera que pase todo y normalices tu vida. Cuando llegue ese momento, con las emociones más estables y estando en calma, podrás aclarar tus sentimientos y tomar decisiones más adecuadas.
Mi relación duró 6 años y terminó hace uno, sin embargo, en este tiempo de aislamiento siento que me está doliendo más ese tema. ¿Es normal? - Óscar
Claro que es normal. Estar privados del contacto social real hace que nos sintamos más solos. Esto acentúa el malestar y si aún no tenías del todo superada la ruptura con tu pareja, ahora ese malestar se amplifica. Piensas más en ello, aflora la melancolía y la nostalgia por aquello que tenías antes y ahora no.
Permítete estar triste, es normal y es necesario. Los duelos hay que llorarlos y atravesar el proceso es doloroso pero sanará tu herida. Llegará el momento en el que puedas aceptar esa pérdida, cerrarás ese capítulo de tu libro y estarás en buenas condiciones para abrir uno nuevo.
¿Cómo apoyar anímicamente a mi esposo que se quedó sin trabajo y yo no?- Anónimo
Perder un trabajo es una pérdida más en nuestra vida que suele implicar pasarlo mal y atravesar un pequeño duelo. En ocasiones, puede ir acompañado de una sensación de fracaso que baja el estado de ánimo, la autoestima y acentúa el malestar.
En lugar de decir “no te preocupes”, darle consejos o precipitarte en decirle lo que tiene que hacer, es más adecuado que simplemente le escuches, que permitas que se desahogue contigo y que si tiene momentos de mayor irritabilidad, seas paciente y comprensiva con su malestar. La escucha puede ser la mejor ayuda en estos casos.
¿Cómo manejar el trabajo y el aislamiento? El trabajo se ha inmiscuido en mi descanso y mi vida personal, generando enojo y frustración - Anónimo
Los descansos son importantes y necesarios, no sólo para nuestra salud física y mental, sino también para poder estar al 100% y ser más productivos en los momentos que lo requiere.
Tener una rutina de horarios e intentar cumplirlos es la recomendación y si tienes espacio en casa, usa una habitación sólo para trabajar y al terminar cierra la puerta hasta el día siguiente.
Al igual que cuando trabajabas fuera de casa tenías que terminar tu jornada y dejar cosas pendientes para el día siguiente, ahora con el teletrabajo eres tú quien debe poner punto final a la jornada laboral y darle prioridad también a tus momentos de ocio y descanso.
¿Cómo mantener hábitos saludables durante esta contingencia? – Brandon Daniel
Es importante que cuides tus hábitos de sueño, alimentación, realices ejercicio físico y tengas tiempo para hacer actividades de obligación pero también de ocio. Es muy importante estar en contacto con los seres queridos y pedir apoyo emocional cuando lo necesites.
Me he vuelto un poco exagerado con el tema de la limpieza, ¿cómo controlar esto? – Diego Buitrago
Muchas personas canalizan la ansiedad a través de comportamientos compulsivos como son la limpieza, el orden o comer compulsivamente. Busca otras formas para canalizar la ansiedad.
Puedes hacer un listado de actividades para hacer a lo largo del día, que sean cosas productivas que te hagan sentir bien (leer un libro, tocar un instrumento musical, pintar, hacer yoga).
¿Cómo se puede manejar el miedo que genera la posibilidad de enfermarse si tengo que salir a trabajar por necesidad? - Anónimo
Un cierto nivel de miedo al contagio es adaptativo en esta situación porque nos ayuda a estar alerta y a tener comportamientos de protección: mantener la distancia de seguridad, usar guantes y mascarilla, lavarnos las manos, etc.
Lo importante es que el miedo no limite nuestra vida. Al igual que nos hemos tenido que adaptar al confinamiento, también tenemos que adaptarnos a volver salir a la calle y a retomar el trabajo fuera de casa.
Confía en ti y en que las medidas de protección que vas a adoptar te van a ayudar a no contagiarte. Y piensa que si te contagias, habrá profesionales sanitarios que te ayudarán, se están haciendo muchos avances en la investigación para conseguir tratamientos médicos y la vacuna. Y muchas personas están superando la enfermedad. No hay que olvidar los datos de las altas médicas también.
¿Qué aconsejas hacer con tantas emociones que no son placenteras y con el exceso de angustia? – Daniela
Las emociones no placenteras son normales, pues encontramos en una situación anómala. Lo importante es pensar que esto no será así para siempre. Te recomiendo que busques actividades para mantener tu mente ocupada, hacer ejercicio físico te ayudará a sentirte mejor y pensar que esto pasará, no durará eternamente.
Si tienes alguna persona cerca con la que compartir tus emociones puedes pedir su ayuda; hablarlo y buscar apoyo facilita encontrarnos mejor.
Al estar encerrada en casa con mi mamá es como si hubiera retrocedido, he dejado de sentirme adulta en ciertos aspectos. ¿Cómo manejarlo? – Johanna
Identifica qué cosas hacías antes y ahora has dejado de hacer y retómalas.
Quizás tu madre tiende a sobreprotegerte y hace cosas por ti que puedes hacer por ti misma. En un principio has disfrutado de esa ganancia, pero a medida que pasa el tiempo te has dado cuenta de que no te ayuda. Retoma tu autonomía para sentirte bien. Lo importante es que ya te has dado cuenta de ello.
¿Cómo mantenerme optimista si mi esposo y mi hermano son médicos? Además, mi padre atiende una farmacia a sus 68 años de edad - Anónimo
Para mantenerte optimista aclárale a tu mente que no tiene que confundir la posibilidad de contagio con la certeza de contagio. Diferéncialo. Piensa que ellos van hacer todo lo posible por evitarlo. Confía en ellos.
¿Cuál es la mejor forma de manejar la soledad en confinamiento y no entrar en bucles obsesivos? - Beatriz
Estar solo en casa confinado no es fácil, los días pasan y el contacto social es una necesidad inherente al ser humano. Si ya te sentías solo en muchas ocasiones antes del confinamiento, ahora tu sentimiento de soledad será mucho mayor.
¿Qué puedes hacer? Saber pedir ayuda es fundamental. Coge el teléfono y llama, no esperes a que lo hagan los demás. Planifícate actividades que impliquen interactuar con otras personas, por ejemplo jugar al parchís online, entrar en directos por Instagram donde puedes comentar.
Lo más importante es que tomes tú la iniciativa para tener contacto social online. Posiblemente te des cuenta de que no estás tan solo como crees.
He perdido a mi abuelita, fue como mi madre, no pude verla, no pude despedirme, ¿qué puedo hacer para mitigar ese dolor? - Anónimo
La pérdida por la muerte de un ser querido es muy doloroso. Siento mucho tu situación. Ahora es necesario atravesar el proceso de duelo, llorando la pérdida y sufriendo por ello.
El hecho de no haber podido hacer una despedida, tener la sensación de que te quedaron cosas por decirle o el sentimiento de culpa que surge por no haber estado acompañando a tu abuelita en sus últimos momentos de vida hace que te sientas peor y te hace más difícil poder superarlo.
Aunque sea de forma simbólica, tienes que despedirte de ella. Si sientes culpabilidad por alguna cosa puedes pedirle perdón y decirle todo aquello que te haya quedado pendiente por decir.
Sentirte en paz contigo y con ella te ayudará a superar el duelo.
Una sugerencia es que hagas un pequeño ritual en el que sientas que puedes despedirte de ella. Encender una vela y escribir una carta de despedida te ayudará. Leer esa carta junto a una foto de tu abuela, en un lugar que sea significativo para ustedes o con algún objeto de recuerdo que tengas de ella.
Apoyarte en tus familiares cercanos, hablar de cómo te sientes y desahogarte con ellos también te ayudará mucho en este proceso. Date tiempo.
Natalia Trenchi
Trenchi es médica uruguaya, psiquiatra de niños y adolescentes y psicoterapeuta cognitivo-conductual. Ha ejercido funciones docentes y de asistencia en universidades públicas y privadas de su país. Lleva más de tres décadas dedicada a la promoción de la salud mental infantil y familiar en la comunidad.
En 2014, recibió el Premio Sonya Bemporad otorgado en Edimburgo por la Asociación Mundial para la Salud Mental Infantil (WAIMH, por sus siglas en inglés) por su aporte a la salud mental infantil.
Sus respuestas
Tengo 16 años. Hay días en los que estoy bien, otros no. Primero estoy riendo, casi eufórica, poco después llorando de tristeza, ¿qué hago? - Anónimo
Los adolescentes tienen cerebros muy activos, en plena transformación. Eso los hace muy creativos, curiosos, valientes… pero también inestables y exagerados para experimentar las emociones.
Es probable que lo que te esté pasando simplemente sea el resultado de todos los cambios grandes y rápidos que están teniendo lugar en tu organismo.
Tenete paciencia porque esto es solo una etapa, que va calmando paulatinamente y te permite ir recuperando estabilidad.
Cuidate: dormir bien es imprescindible para la maduración sana del cerebro, así como que reciba los nutrientes naturales que necesita y que lo protejas de los tóxicos (alcohol, drogas). El ejercicio físico también te puede ayudar, sobre todo algo que te guste hacer.
No trates de luchar con tus emociones: recibilas como quien recibe una visita. No te dejes dominar por ellas, reconocelas, poneles nombre y dales tiempo a que bajen de intensidad. Siempre la expresión creativa te podrá ayudar en estos casos: escribir, dibujar, pintar, hacer música, bailar…
Si esto que te pasa es demasiado intenso o no va mejorando, vas a tener que consultar a un profesional para que te ayude. Pero lo más probable es que dentro de un tiempo este vaivén emocional sea sólo un recuerdo.
Tengo una hija adolescente de 17 años y la veo muy angustiada en estos días. Quisiera saber cómo la puedo ayudar – Jeanira Espinosa
Este tiempo de actividades restringidas fuera del hogar nos viene trayendo todo tipo de consecuencias, buenas y malas. Para los adolescentes perder el contacto intenso y cercano con sus pares y su vida social significa una pérdida muy importante, más importante que para los niños o los adultos. Ellos se nutren emocionalmente del contacto con sus pares.
Por eso muchos de los adolescentes hoy están teniendo repercusiones en el humor, que expresan de maneras variadas: algunos con irritabilidad, otros con abulia, otros con angustia.
La mejor manera de ayudar a tu hija es acercarte empáticamente, demostrarle que la entendés y que estás ahí para lo que ella necesite. No vayas a juzgarla ni rezongarla ni forzarla a que se sienta de otra manera. Acercate, conectate y acompañala de manera fortalecedora: ofrecete a hablar, a hacer algo juntas y respetá su deseo si no quiere hacerlo.
Demostrale tu amor, tu comprensión y tu respeto. Sin exageraciones hacé cosas que sepas que disfruta: su comida favorita, una música, una actividad.
Hacé lo posible por mantener un clima familiar cálido y acogedor, donde uno tenga ganas de estar.
Lo mejor que puede sentir es que tú estás ahí para ella. Sería buenísimo que quisiera hablar y desahogarse y expresar lo que le pasa. Escuchala sin juzgarla y sin apurarte a dar consejos. Lo más importante es que se sienta entendida y valorada.
Si la situación no cambia o empeora a pesar de todo, vas a tener que consultar a un profesional para que la ayude.
¿Qué hacer si mi hijo de 3 años no quiere hacer videollamada con su padre, que está separado de su madre? - Sebastián
Siempre lo más importante es que, en primer lugar, se sienta entendido, o por lo menos que sienta que se esfuerzan por entenderlo. No lo rezonguen ni lo obliguen a hacer lo que no quiere. Hablen con él, a su altura y en el mejor de los climas. Ofrézcanle diferentes posibilidades en cuanto a horario y oportunidad.
Capaz que no le gusta estar solos cara a cara con el papá, sólo “hablando”. A los niños siempre les resulta más fácil hablar, mientras hacen algo. Una idea puede ser que “tomen la merienda juntos online”, y que tengan las video llamada tomando leche con galletas. O que le muestre cómo arma un rompecabezas.
En suma, no lo obliguen pero impúlsenlo de buena manera a que logre superar esa dificultad. Ojalá lo logren.
¿Qué tanto les afecta a los adolescentes la pandemia? ¿Serán más vulnerables?
Los adolescentes son uno de los grupos que más afectados por el aislamiento como consecuencia de la pandemia. Cuando se llega a la adolescencia, el centro de interés se traslada de la familia al grupo de pares. Ya parece ser más importante lo que se vive con los amigos que lo que se vive en casa. Hay una intensa búsqueda de crear y encontrar un grupo de pertenencia que les permita explorarse a si mismos a través de los otros, de participar de símbolos y rituales de su subcultura.
Los cambios que se producen en su cerebro y sus cambios hormonales los impulsan a levantar vuelo y alejarse del nido. El aislamiento interrumpe e impide este movimiento sano y normal del desarrollo, generando muchas consecuencias. La frustración en algunos casos llega a alterar de manera significativa el humor, con expresiones de malhumor, tristeza, abatimiento o desgano.
Su natural inclinación por las redes sociales aumenta ya que es la única actividad social que permanece, generando muchas veces preocupación y conflicto con los padres.
Tanto ellos como su familia deberán ser pacientes y aceptar esta situación que queda fuera de nuestro control, tratando de hacer de este tiempo algo favorable.
Importa mucho en qué situación personal y familiar se llega a la cuarentena. Algunos tienen intereses variados, desarrollan alguna actividad artística, tienen capacidad creativa. Ellos ni se van a aburrir mucho ni probablemente se depriman.
Algunas familias llegan al aislamiento siendo unidas y hasta pueden disfrutar de este tiempo de regalo para estar juntos. Pero hay muchos en situaciones menos felices y saludables. Sería buenísimo que pudieran aprovechar este tiempo para acercarse, para corregir errores, para conocerse mejor y construir el puente de la relación. Con hijos adolescentes este es un buen momento para interesarse por sus intereses, por ver una serie juntos, por conocer su música… y hacerlo con curiosidad respetuosa, sin críticas ni juicios de valor.
¿Qué hago si mi niño retrocedió en el proceso de control de esfínteres? ¿Vuelvo a los pañales o sigo insistiendo? – Constanza
Este cambio en la cotidianeidad que nos ha impuesto la pandemia trae múltiples consecuencias. Los adultos cuidadores debemos estar atentos y sensibles para detectar y entender los cambios en el comportamiento de los más chiquitos.
Una de las posibles consecuencias es que se produzcan retrocesos en la adquisición de habilidades. El aprendizaje del control esfinteriano es un proceso particularmente sensible. Por un lado, estamos intentando que el niño aprenda a descifrar los mensajes de su propio cuerpo y a responder a ellos de una manera culturalmente impuesta.
Pero a la vez en ese aprendizaje se está poniendo a prueba en ese complejo ir y venir del vínculo con sus padres, donde hay, por un lado, deseo de complacerlos a la vez que de oponerse.
Por eso es que es tan importante que se elija muy bien la oportunidad de llevar a cabo este entrenamiento: no sólo tiene que estar suficientemente maduro el niño, sino que además importa que el clima familiar esté razonablemente estable y tranquilo, y el adulto a cargo con paciencia, tiempo y disposición para enfrentar la tarea.
Si aparece una fuente de estrés no es raro que el avance se detenga y retroceda. Mi recomendación sería esperar a recuperar la estabilidad. No es momento este de agregar más motivos de trabajo y preocupación.
Este es un proceso que debe darse en tranquilidad y si no, mejor esperar. Lo que menos queremos es que el control esfinteriano se transforme en una lucha de poder entre el niño y sus padres, o que lo viva con violencia o que afecte su autoconcepto. Mejor esperar a que las cosas puedan implementarse en paz.
Explíquenle en la medida que pueda entender que vamos a esperar un tiempito hasta que esté más grande o que estemos más tranquilos. No lo vivan ni lo hagan vivir como un fracaso. Es simplemente ser respetuoso de las necesidades y posibilidades del momento.
Criar a un bebé de 10 meses y hacer las clases con mi hijo de 7 años me tiene agotada e irascible. ¿Cómo calmarme y educar en positivo? – Verónica
Según lo que vienen diciendo los estudios sociológicos, el peor peso de esta pandemia y del aislamiento lo están teniendo las mujeres que teletrabajan y tienen hijos. Es una sobrecarga muy grande asumir el trabajo de la casa y de la crianza sumado al trabajo remunerado online.
Por ello no es extraño que tú, como tantas otras mujeres, se sientan agotadas e irascibles. Es que están siendo sobre exigidas más allá de las posibilidades saludables. Mi recomendación en este caso pasa por varias cosas:
¿Cómo podemos ayudar a los adolescentes conasperger y autistas a sobrellevar la pandemia? - Anónimo
Quienes están dentro del espectro de trastornos autistas son todos personas bien diferentes entre sí, por lo que sus reacciones frente a esta situación pueden ser también muy variables.
Muchos pueden vivirlo con gran malestar, mientras que otros disfrutarán de poder quedarse en casa sin la presión social del mundo exterior. Algunos pueden ponerse muy inquietos, más dependientes de los adultos, temerosos, irascibles, con problemas en la alimentación y el sueño.
La familia tiene que estar atenta a esos cambios de comportamiento esperables.
Que puedan entender de la mejor manera posible la situación es muy importante para que logren adaptarse mejor, pero para algunos esto queda fuera de su posibilidad de comprensión. Hay quienes pueden entender a través del lenguaje, otros precisarán apoyos visuales. No expongan a ninguno a exceso de información catastrófica.
Puede ser de gran ayuda generar nuevas rutinas de vida cotidiana, de modo que pueda anticipar lo que se va a a hacer, lo que le espera.
Promuevan el ejercicio físico posible, que si es al aire libre es mejor (con la protección y los cuidados necesarios).
Si bien es lógico que se flexibilice algo el uso de las pantallas, no hay que excederse en ellas porque no es saludable. Regulen claramente su uso.
Cuiden la alimentación y el sueño: ambos son fundamentales para el bienestar psicofísico.
Que no se desvinculen totalmente de sus amigos, familia o del equipo de trabajo: usen las vías de comunicación posibles para mantener el vínculo.
Tengo una niña de 6 años, que ha perdido el contacto con sus amigos y compañeros. Le falta ese contacto con sus pares. ¿Cómo podemos apoyarla? - Anónimo
Es normal que tu hija extrañe la vida con pares. El encuentro con otros ocupa un lugar muy importante en la vida de las personas de cualquier edad. Esta pandemia nos ha puesto obstáculos para llevar a cabo los encuentros “normales”, presenciales. Aquello que dábamos por seguro y natural: darnos un beso, un abrazo, tomarnos de las manos hoy es imposible y probablemente siga estando vedado aun cuando volvamos a vernos cara a cara.
Hablá con ella de esto que estamos viviendo. Dale la información necesaria para que le dé sentido al aislamiento. Que entienda que es importante para evitar que nos contagiemos todos le permitirá aceptarlo de mejor manera. Permitile expresar cómo se siente. Podés contarle cómo te afecta a ti también no ver a tu círculo social. Y pueden buscar juntas maneras de mantenerse cerca a pesar de la lejanía.
Una de las cosas buenas de lo que está pasando es vivir en un tiempo en que la tecnología nos ha dado la posibilidad de comunicarnos y vernos y conversar juntos, aún a la distancia.
Favorecele los encuentros virtuales. No sólo puede conversar, también pueden jugar o mirar una peli a través de las pantallas. No es lo mismo, es cierto. Pero es una alternativa maravillosa que podemos aprovechar.
¿Qué te está costando más en estos tiempos de cuarentena y coronavirus? ¿Cómo pueden manejarse tantas emociones?
Cómo proteger tu salud mental durante la pandemia de coronavirus
Trastorno por pesadillas: por qué la pandemia de coronavirus nos está afectando el sueño (y cómo puedes prevenirlo)
Dos especialistas en el campo de la psicología y psiquiatría recibieron tus inquietudes tras una exitosa convocatoria.
Del gran número de preguntas recibidas, seleccionamos 25 que ilustran ejes temáticos comunes y que se enfocan, en su mayoría, en las áreas de especialidad de las expertas.
Sobre las especialistas
Cecilia Martín
Es licenciada en Psicología por la Universidad de Salamanca (España). Dirige el Instituto de Psicología Psicode de España desde 2006, donde realiza consultas como psicóloga clínica e imparte formación dirigida principalmente a psicólogos en el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid. Se especializa en terapia de pareja.
Sus respuestas
¿Por qué siento tanta ansiedad en las madrugadas y noches? - Leydi
Nuestra ansiedad, en la mayoría de las ocasiones se desencadena ante pensamientos que tenemos de preocupación o de miedo ante el futuro. En otras ocasiones, son nuestros propios síntomas corporales (sentir taquicardias, presión en el pecho, dificultad para respirar, etc.) los que nos asustan y en consecuencia tenemos mayor ansiedad.
En las madrugadas y con el silencio de la noche solemos prestar mayor atención a nuestros síntomas corporales y también son momentos de mayor introspección, en los que les damos más vueltas a nuestras preocupaciones.
Al focalizar nuestra atención en los síntomas de nuestro cuerpo, amplificamos las sensaciones de malestar, nos asustamos y nuestra ansiedad aumenta. Durante el día tenemos más estímulos externos a los que atender, nos distraemos y no nos centramos tanto en la ansiedad.
¿Cómo manejar la ansiedad? En diciembre, me quedé sin trabajo y en marzo perdí un negocio. Mis ahorros se acabaron y debo pagar colegio y arriendo. Ayuda - Anónimo
Es normal que sientas ansiedad ante una situación así, ha tenido que ser duro el cambio en tu situación económica. De momento te diría que empieces a plantear diferentes alternativas de solución, buscar opciones, recursos, ayudas, para que sientas un poco de control ante la situación.
El ser humano tiene mucha capacidad de resiliencia. Seguro que encontrarás la forma de salir de esta. Lo importante es fijar la atención en la superación y no quedarte anclado en rumiar y en la queja, porque tu ansiedad aumentará. Mucho ánimo.
Lloro mucho, me estresé tanto que no quise terminar el cuatrimestre en la universidad. ¿Qué hago? - Angie
En ocasiones, los retos que nos planteamos son demasiado exigentes y no podemos hacerles frente (por falta de tiempo, de medios… etc.) El miedo a fracasar hace que nos sintamos tan mal que nuestro impulso es evitar esa situación y querer abandonarlo todo.
Mi propuesta es que bajes tus expectativas. Quizás no puedes con todo el curso universitario porque es mucho temario para estudiar, pero sí puedes con algunas de las asignaturas.
En lugar de abandonar el cuatrimestre por completo, elige aquellas asignaturas más fáciles o aquellas que más te motiven a la hora de estudiar. De ese modo, aunque no consigas tu “gran reto”, sí estarás trabajando por conseguir objetivos intermedios.
Los últimos días han sido difíciles, me ha costado dormir y despertarme, ¿Cómo puedo mejorar eso? ¿Cómo evito deprimirme? - Anónimo
Es posible que la situación de confinamiento haya hecho que rompas tus rutinas diarias y en consecuencia han cambiado tus horarios de sueño. Es una situación excepcional que puedes volver a normalizar.
Empieza poniendo tu despertador e intenta seguir una rutina parecida a cuando trabajabas fuera de casa. Las rutinas también nos proporcionan cierta estabilidad emocional.
Para evitar deprimirte, busca un equilibrio en tus actividades diarias:
- Dedicar cierto tiempo del día a trabajar, estudiar o conseguir algún reto que implique cierto esfuerzo, así te sentirás útil y capaz de luchar por lo que te propones.
- Realizar un ratito de actividades gratificantes que te hagan sentir bien (ocio).
- Un tiempo de ejercicio físico diario.
- Otro tiempo para relacionarte con familiares y amigos online.
¿Cómo hacer cuando la pareja vive en otro continente y las posibilidades de verla son inciertas? - Micaela
Gracias por hacer esta pregunta porque es una cuestión que está afectando a muchas personas al igual que a ti. No sólo por no poder ver a la pareja sino también a familiares o amigos que están lejos. No sabemos cuándo podremos volver a viajar en avión o cuándo podremos volver a abrazar sin miedo a alguien.
No llevamos bien esta situación de incertidumbre. Aceptar que las cosas son así y tener paciencia es la mejor opción para adaptarnos a la pandemia.
Pensar que falta aún mucho tiempo para ver a tu pareja es un pensamiento que te genera malestar e indefensión, porque no puedes hacer nada para solucionarlo. Intenta centrarte en el presente, sin anticipar cuánto tiempo falta y sacar el máximo partido a las videollamadas para estar más cerca.
¿Puede este encierro confundir sentimientos, o solo reflota lo que estaba latente? ¿Qué pasa con las exparejas? - Alba
Es difícil contestar a una pregunta así, sin tener más información sobre lo que sientes y piensas en relación a tu ex, pero intentaré responderte.
La situación de confinamiento hace que nuestras emociones estén más a flor de piel, puede hacer que nos sintamos solos y que sintamos mucha nostalgia del pasado. El confinamiento nos impide tener contacto de cerca con otras personas y esa carencia hace que echemos de menos muchas cosas del pasado.
Pero ¡cuidado! Echar de menos a tu expareja no significa que quieras volver.
Antes de tomar decisiones basándote en lo que sientes ahora, espera que pase todo y normalices tu vida. Cuando llegue ese momento, con las emociones más estables y estando en calma, podrás aclarar tus sentimientos y tomar decisiones más adecuadas.
Mi relación duró 6 años y terminó hace uno, sin embargo, en este tiempo de aislamiento siento que me está doliendo más ese tema. ¿Es normal? - Óscar
Claro que es normal. Estar privados del contacto social real hace que nos sintamos más solos. Esto acentúa el malestar y si aún no tenías del todo superada la ruptura con tu pareja, ahora ese malestar se amplifica. Piensas más en ello, aflora la melancolía y la nostalgia por aquello que tenías antes y ahora no.
Permítete estar triste, es normal y es necesario. Los duelos hay que llorarlos y atravesar el proceso es doloroso pero sanará tu herida. Llegará el momento en el que puedas aceptar esa pérdida, cerrarás ese capítulo de tu libro y estarás en buenas condiciones para abrir uno nuevo.
¿Cómo apoyar anímicamente a mi esposo que se quedó sin trabajo y yo no?- Anónimo
Perder un trabajo es una pérdida más en nuestra vida que suele implicar pasarlo mal y atravesar un pequeño duelo. En ocasiones, puede ir acompañado de una sensación de fracaso que baja el estado de ánimo, la autoestima y acentúa el malestar.
En lugar de decir “no te preocupes”, darle consejos o precipitarte en decirle lo que tiene que hacer, es más adecuado que simplemente le escuches, que permitas que se desahogue contigo y que si tiene momentos de mayor irritabilidad, seas paciente y comprensiva con su malestar. La escucha puede ser la mejor ayuda en estos casos.
¿Cómo manejar el trabajo y el aislamiento? El trabajo se ha inmiscuido en mi descanso y mi vida personal, generando enojo y frustración - Anónimo
Los descansos son importantes y necesarios, no sólo para nuestra salud física y mental, sino también para poder estar al 100% y ser más productivos en los momentos que lo requiere.
Tener una rutina de horarios e intentar cumplirlos es la recomendación y si tienes espacio en casa, usa una habitación sólo para trabajar y al terminar cierra la puerta hasta el día siguiente.
Al igual que cuando trabajabas fuera de casa tenías que terminar tu jornada y dejar cosas pendientes para el día siguiente, ahora con el teletrabajo eres tú quien debe poner punto final a la jornada laboral y darle prioridad también a tus momentos de ocio y descanso.
¿Cómo mantener hábitos saludables durante esta contingencia? – Brandon Daniel
Es importante que cuides tus hábitos de sueño, alimentación, realices ejercicio físico y tengas tiempo para hacer actividades de obligación pero también de ocio. Es muy importante estar en contacto con los seres queridos y pedir apoyo emocional cuando lo necesites.
Me he vuelto un poco exagerado con el tema de la limpieza, ¿cómo controlar esto? – Diego Buitrago
Muchas personas canalizan la ansiedad a través de comportamientos compulsivos como son la limpieza, el orden o comer compulsivamente. Busca otras formas para canalizar la ansiedad.
Puedes hacer un listado de actividades para hacer a lo largo del día, que sean cosas productivas que te hagan sentir bien (leer un libro, tocar un instrumento musical, pintar, hacer yoga).
¿Cómo se puede manejar el miedo que genera la posibilidad de enfermarse si tengo que salir a trabajar por necesidad? - Anónimo
Un cierto nivel de miedo al contagio es adaptativo en esta situación porque nos ayuda a estar alerta y a tener comportamientos de protección: mantener la distancia de seguridad, usar guantes y mascarilla, lavarnos las manos, etc.
Lo importante es que el miedo no limite nuestra vida. Al igual que nos hemos tenido que adaptar al confinamiento, también tenemos que adaptarnos a volver salir a la calle y a retomar el trabajo fuera de casa.
Confía en ti y en que las medidas de protección que vas a adoptar te van a ayudar a no contagiarte. Y piensa que si te contagias, habrá profesionales sanitarios que te ayudarán, se están haciendo muchos avances en la investigación para conseguir tratamientos médicos y la vacuna. Y muchas personas están superando la enfermedad. No hay que olvidar los datos de las altas médicas también.
¿Qué aconsejas hacer con tantas emociones que no son placenteras y con el exceso de angustia? – Daniela
Las emociones no placenteras son normales, pues encontramos en una situación anómala. Lo importante es pensar que esto no será así para siempre. Te recomiendo que busques actividades para mantener tu mente ocupada, hacer ejercicio físico te ayudará a sentirte mejor y pensar que esto pasará, no durará eternamente.
Si tienes alguna persona cerca con la que compartir tus emociones puedes pedir su ayuda; hablarlo y buscar apoyo facilita encontrarnos mejor.
Al estar encerrada en casa con mi mamá es como si hubiera retrocedido, he dejado de sentirme adulta en ciertos aspectos. ¿Cómo manejarlo? – Johanna
Identifica qué cosas hacías antes y ahora has dejado de hacer y retómalas.
Quizás tu madre tiende a sobreprotegerte y hace cosas por ti que puedes hacer por ti misma. En un principio has disfrutado de esa ganancia, pero a medida que pasa el tiempo te has dado cuenta de que no te ayuda. Retoma tu autonomía para sentirte bien. Lo importante es que ya te has dado cuenta de ello.
¿Cómo mantenerme optimista si mi esposo y mi hermano son médicos? Además, mi padre atiende una farmacia a sus 68 años de edad - Anónimo
Para mantenerte optimista aclárale a tu mente que no tiene que confundir la posibilidad de contagio con la certeza de contagio. Diferéncialo. Piensa que ellos van hacer todo lo posible por evitarlo. Confía en ellos.
¿Cuál es la mejor forma de manejar la soledad en confinamiento y no entrar en bucles obsesivos? - Beatriz
Estar solo en casa confinado no es fácil, los días pasan y el contacto social es una necesidad inherente al ser humano. Si ya te sentías solo en muchas ocasiones antes del confinamiento, ahora tu sentimiento de soledad será mucho mayor.
¿Qué puedes hacer? Saber pedir ayuda es fundamental. Coge el teléfono y llama, no esperes a que lo hagan los demás. Planifícate actividades que impliquen interactuar con otras personas, por ejemplo jugar al parchís online, entrar en directos por Instagram donde puedes comentar.
Lo más importante es que tomes tú la iniciativa para tener contacto social online. Posiblemente te des cuenta de que no estás tan solo como crees.
He perdido a mi abuelita, fue como mi madre, no pude verla, no pude despedirme, ¿qué puedo hacer para mitigar ese dolor? - Anónimo
La pérdida por la muerte de un ser querido es muy doloroso. Siento mucho tu situación. Ahora es necesario atravesar el proceso de duelo, llorando la pérdida y sufriendo por ello.
El hecho de no haber podido hacer una despedida, tener la sensación de que te quedaron cosas por decirle o el sentimiento de culpa que surge por no haber estado acompañando a tu abuelita en sus últimos momentos de vida hace que te sientas peor y te hace más difícil poder superarlo.
Aunque sea de forma simbólica, tienes que despedirte de ella. Si sientes culpabilidad por alguna cosa puedes pedirle perdón y decirle todo aquello que te haya quedado pendiente por decir.
Sentirte en paz contigo y con ella te ayudará a superar el duelo.
Una sugerencia es que hagas un pequeño ritual en el que sientas que puedes despedirte de ella. Encender una vela y escribir una carta de despedida te ayudará. Leer esa carta junto a una foto de tu abuela, en un lugar que sea significativo para ustedes o con algún objeto de recuerdo que tengas de ella.
Apoyarte en tus familiares cercanos, hablar de cómo te sientes y desahogarte con ellos también te ayudará mucho en este proceso. Date tiempo.
Natalia Trenchi
Trenchi es médica uruguaya, psiquiatra de niños y adolescentes y psicoterapeuta cognitivo-conductual. Ha ejercido funciones docentes y de asistencia en universidades públicas y privadas de su país. Lleva más de tres décadas dedicada a la promoción de la salud mental infantil y familiar en la comunidad.
En 2014, recibió el Premio Sonya Bemporad otorgado en Edimburgo por la Asociación Mundial para la Salud Mental Infantil (WAIMH, por sus siglas en inglés) por su aporte a la salud mental infantil.
Sus respuestas
Tengo 16 años. Hay días en los que estoy bien, otros no. Primero estoy riendo, casi eufórica, poco después llorando de tristeza, ¿qué hago? - Anónimo
Los adolescentes tienen cerebros muy activos, en plena transformación. Eso los hace muy creativos, curiosos, valientes… pero también inestables y exagerados para experimentar las emociones.
Es probable que lo que te esté pasando simplemente sea el resultado de todos los cambios grandes y rápidos que están teniendo lugar en tu organismo.
Tenete paciencia porque esto es solo una etapa, que va calmando paulatinamente y te permite ir recuperando estabilidad.
Cuidate: dormir bien es imprescindible para la maduración sana del cerebro, así como que reciba los nutrientes naturales que necesita y que lo protejas de los tóxicos (alcohol, drogas). El ejercicio físico también te puede ayudar, sobre todo algo que te guste hacer.
No trates de luchar con tus emociones: recibilas como quien recibe una visita. No te dejes dominar por ellas, reconocelas, poneles nombre y dales tiempo a que bajen de intensidad. Siempre la expresión creativa te podrá ayudar en estos casos: escribir, dibujar, pintar, hacer música, bailar…
Si esto que te pasa es demasiado intenso o no va mejorando, vas a tener que consultar a un profesional para que te ayude. Pero lo más probable es que dentro de un tiempo este vaivén emocional sea sólo un recuerdo.
Tengo una hija adolescente de 17 años y la veo muy angustiada en estos días. Quisiera saber cómo la puedo ayudar – Jeanira Espinosa
Este tiempo de actividades restringidas fuera del hogar nos viene trayendo todo tipo de consecuencias, buenas y malas. Para los adolescentes perder el contacto intenso y cercano con sus pares y su vida social significa una pérdida muy importante, más importante que para los niños o los adultos. Ellos se nutren emocionalmente del contacto con sus pares.
Por eso muchos de los adolescentes hoy están teniendo repercusiones en el humor, que expresan de maneras variadas: algunos con irritabilidad, otros con abulia, otros con angustia.
La mejor manera de ayudar a tu hija es acercarte empáticamente, demostrarle que la entendés y que estás ahí para lo que ella necesite. No vayas a juzgarla ni rezongarla ni forzarla a que se sienta de otra manera. Acercate, conectate y acompañala de manera fortalecedora: ofrecete a hablar, a hacer algo juntas y respetá su deseo si no quiere hacerlo.
Demostrale tu amor, tu comprensión y tu respeto. Sin exageraciones hacé cosas que sepas que disfruta: su comida favorita, una música, una actividad.
Hacé lo posible por mantener un clima familiar cálido y acogedor, donde uno tenga ganas de estar.
Lo mejor que puede sentir es que tú estás ahí para ella. Sería buenísimo que quisiera hablar y desahogarse y expresar lo que le pasa. Escuchala sin juzgarla y sin apurarte a dar consejos. Lo más importante es que se sienta entendida y valorada.
Si la situación no cambia o empeora a pesar de todo, vas a tener que consultar a un profesional para que la ayude.
¿Qué hacer si mi hijo de 3 años no quiere hacer videollamada con su padre, que está separado de su madre? - Sebastián
Siempre lo más importante es que, en primer lugar, se sienta entendido, o por lo menos que sienta que se esfuerzan por entenderlo. No lo rezonguen ni lo obliguen a hacer lo que no quiere. Hablen con él, a su altura y en el mejor de los climas. Ofrézcanle diferentes posibilidades en cuanto a horario y oportunidad.
Capaz que no le gusta estar solos cara a cara con el papá, sólo “hablando”. A los niños siempre les resulta más fácil hablar, mientras hacen algo. Una idea puede ser que “tomen la merienda juntos online”, y que tengan las video llamada tomando leche con galletas. O que le muestre cómo arma un rompecabezas.
En suma, no lo obliguen pero impúlsenlo de buena manera a que logre superar esa dificultad. Ojalá lo logren.
¿Qué tanto les afecta a los adolescentes la pandemia? ¿Serán más vulnerables?
Los adolescentes son uno de los grupos que más afectados por el aislamiento como consecuencia de la pandemia. Cuando se llega a la adolescencia, el centro de interés se traslada de la familia al grupo de pares. Ya parece ser más importante lo que se vive con los amigos que lo que se vive en casa. Hay una intensa búsqueda de crear y encontrar un grupo de pertenencia que les permita explorarse a si mismos a través de los otros, de participar de símbolos y rituales de su subcultura.
Los cambios que se producen en su cerebro y sus cambios hormonales los impulsan a levantar vuelo y alejarse del nido. El aislamiento interrumpe e impide este movimiento sano y normal del desarrollo, generando muchas consecuencias. La frustración en algunos casos llega a alterar de manera significativa el humor, con expresiones de malhumor, tristeza, abatimiento o desgano.
Su natural inclinación por las redes sociales aumenta ya que es la única actividad social que permanece, generando muchas veces preocupación y conflicto con los padres.
Tanto ellos como su familia deberán ser pacientes y aceptar esta situación que queda fuera de nuestro control, tratando de hacer de este tiempo algo favorable.
Importa mucho en qué situación personal y familiar se llega a la cuarentena. Algunos tienen intereses variados, desarrollan alguna actividad artística, tienen capacidad creativa. Ellos ni se van a aburrir mucho ni probablemente se depriman.
Algunas familias llegan al aislamiento siendo unidas y hasta pueden disfrutar de este tiempo de regalo para estar juntos. Pero hay muchos en situaciones menos felices y saludables. Sería buenísimo que pudieran aprovechar este tiempo para acercarse, para corregir errores, para conocerse mejor y construir el puente de la relación. Con hijos adolescentes este es un buen momento para interesarse por sus intereses, por ver una serie juntos, por conocer su música… y hacerlo con curiosidad respetuosa, sin críticas ni juicios de valor.
¿Qué hago si mi niño retrocedió en el proceso de control de esfínteres? ¿Vuelvo a los pañales o sigo insistiendo? – Constanza
Este cambio en la cotidianeidad que nos ha impuesto la pandemia trae múltiples consecuencias. Los adultos cuidadores debemos estar atentos y sensibles para detectar y entender los cambios en el comportamiento de los más chiquitos.
Una de las posibles consecuencias es que se produzcan retrocesos en la adquisición de habilidades. El aprendizaje del control esfinteriano es un proceso particularmente sensible. Por un lado, estamos intentando que el niño aprenda a descifrar los mensajes de su propio cuerpo y a responder a ellos de una manera culturalmente impuesta.
Pero a la vez en ese aprendizaje se está poniendo a prueba en ese complejo ir y venir del vínculo con sus padres, donde hay, por un lado, deseo de complacerlos a la vez que de oponerse.
Por eso es que es tan importante que se elija muy bien la oportunidad de llevar a cabo este entrenamiento: no sólo tiene que estar suficientemente maduro el niño, sino que además importa que el clima familiar esté razonablemente estable y tranquilo, y el adulto a cargo con paciencia, tiempo y disposición para enfrentar la tarea.
Si aparece una fuente de estrés no es raro que el avance se detenga y retroceda. Mi recomendación sería esperar a recuperar la estabilidad. No es momento este de agregar más motivos de trabajo y preocupación.
Este es un proceso que debe darse en tranquilidad y si no, mejor esperar. Lo que menos queremos es que el control esfinteriano se transforme en una lucha de poder entre el niño y sus padres, o que lo viva con violencia o que afecte su autoconcepto. Mejor esperar a que las cosas puedan implementarse en paz.
Explíquenle en la medida que pueda entender que vamos a esperar un tiempito hasta que esté más grande o que estemos más tranquilos. No lo vivan ni lo hagan vivir como un fracaso. Es simplemente ser respetuoso de las necesidades y posibilidades del momento.
Criar a un bebé de 10 meses y hacer las clases con mi hijo de 7 años me tiene agotada e irascible. ¿Cómo calmarme y educar en positivo? – Verónica
Según lo que vienen diciendo los estudios sociológicos, el peor peso de esta pandemia y del aislamiento lo están teniendo las mujeres que teletrabajan y tienen hijos. Es una sobrecarga muy grande asumir el trabajo de la casa y de la crianza sumado al trabajo remunerado online.
Por ello no es extraño que tú, como tantas otras mujeres, se sientan agotadas e irascibles. Es que están siendo sobre exigidas más allá de las posibilidades saludables. Mi recomendación en este caso pasa por varias cosas:
- Si tenés pareja, compartan tareas de manera equitativa, colaboren uno con el otro, túrnense para atender a los niños.
- La organización del tiempo es clave: no malgastes tiempo en cosas que pueden esperar, o en tareas que no son imprescindibles. El perfeccionismo no es para este tiempo.
- Cuidá el sueño nocturno: si no dormís, todo va a ser peor. Acostumbrá siempre a tus hijos a que se acuesten temprano.
- Si las tareas de la escuela están generando más estrés del razonable, hay que cambiar algo. Quizás le estés pidiendo demasiado, quizás elijan un mal momento, quizás convenga hacer menos tarea.
- Alimentate sano y hacé ejercicio: así sean 20 minutos de baile, o lo que sea, pero que te muevas con gusto un rato, todos los días.
- Cuando estés con tus hijos, no tengas la cabeza en otra cosa. Mantenete conectada con ellos y muy presente. Si no lo estás, ellos lo detectan y les genera malestar que se traduce en aumento de la demanda e insatisfacción.
- Apelá a los recursos que te funcionen para desestresarte: respiración, meditación, pintar, escuchar música, tejer, hablar con alguien…
- Siempre que puedas, apelá al humor.
¿Cómo podemos ayudar a los adolescentes conasperger y autistas a sobrellevar la pandemia? - Anónimo
Quienes están dentro del espectro de trastornos autistas son todos personas bien diferentes entre sí, por lo que sus reacciones frente a esta situación pueden ser también muy variables.
Muchos pueden vivirlo con gran malestar, mientras que otros disfrutarán de poder quedarse en casa sin la presión social del mundo exterior. Algunos pueden ponerse muy inquietos, más dependientes de los adultos, temerosos, irascibles, con problemas en la alimentación y el sueño.
La familia tiene que estar atenta a esos cambios de comportamiento esperables.
Que puedan entender de la mejor manera posible la situación es muy importante para que logren adaptarse mejor, pero para algunos esto queda fuera de su posibilidad de comprensión. Hay quienes pueden entender a través del lenguaje, otros precisarán apoyos visuales. No expongan a ninguno a exceso de información catastrófica.
Puede ser de gran ayuda generar nuevas rutinas de vida cotidiana, de modo que pueda anticipar lo que se va a a hacer, lo que le espera.
Promuevan el ejercicio físico posible, que si es al aire libre es mejor (con la protección y los cuidados necesarios).
Si bien es lógico que se flexibilice algo el uso de las pantallas, no hay que excederse en ellas porque no es saludable. Regulen claramente su uso.
Cuiden la alimentación y el sueño: ambos son fundamentales para el bienestar psicofísico.
Que no se desvinculen totalmente de sus amigos, familia o del equipo de trabajo: usen las vías de comunicación posibles para mantener el vínculo.
Tengo una niña de 6 años, que ha perdido el contacto con sus amigos y compañeros. Le falta ese contacto con sus pares. ¿Cómo podemos apoyarla? - Anónimo
Es normal que tu hija extrañe la vida con pares. El encuentro con otros ocupa un lugar muy importante en la vida de las personas de cualquier edad. Esta pandemia nos ha puesto obstáculos para llevar a cabo los encuentros “normales”, presenciales. Aquello que dábamos por seguro y natural: darnos un beso, un abrazo, tomarnos de las manos hoy es imposible y probablemente siga estando vedado aun cuando volvamos a vernos cara a cara.
Hablá con ella de esto que estamos viviendo. Dale la información necesaria para que le dé sentido al aislamiento. Que entienda que es importante para evitar que nos contagiemos todos le permitirá aceptarlo de mejor manera. Permitile expresar cómo se siente. Podés contarle cómo te afecta a ti también no ver a tu círculo social. Y pueden buscar juntas maneras de mantenerse cerca a pesar de la lejanía.
Una de las cosas buenas de lo que está pasando es vivir en un tiempo en que la tecnología nos ha dado la posibilidad de comunicarnos y vernos y conversar juntos, aún a la distancia.
Favorecele los encuentros virtuales. No sólo puede conversar, también pueden jugar o mirar una peli a través de las pantallas. No es lo mismo, es cierto. Pero es una alternativa maravillosa que podemos aprovechar.
Fuente BBC MUNDO