Sin título

Emily Nusbaum y Paul Silvia de la Universidad de Carolina del Norte en Greensboro, preguntaron a unos estudiantes acerca de la frecuencia con que sentían escalofríos por su columna vertebral, se les ponía la piel de gallina, o sentían como sus pelos se erizaban mientras escuchaban música de su agrado.⁣

También midieron su grado de experiencia con la música, y diversos parámetros de su personalidad, incluyendo su grado de extroversión, lo concienzudos que eran, su nivel de neuroticismo, y cuán abiertos estaban ante nuevas experiencias.⁣

De todos estos parámetros, sólo su capacidad de estar abiertos a nuevas experiencias se relacionó con las citadas sensaciones al escuchar música. Las personas abiertas son creativas, sienten curiosidad hacia muchas cosas, poseen una imaginación activa, y sienten con mayor frecuencia que el resto de la gente las citadas sensaciones al escuchar música.⁣

¿Por qué la gente más abierta a nuevas experiencias siente más a menudo esos escalofríos y demás sensaciones al escuchar música? Sorprendentemente, según las conclusiones del estudio no se debe a que escuchen muchos tipos distintos de música y eso les permita descubrir el que más les emociona. Mayormente, se trata de sujetos que ya de entrada clasifican la música como algo más importante en sus vidas de lo que lo es en las de quienes están menos abiertos a nuevas experiencias y le otorgan menos protagonismo a ese arte. Además, las personas más abiertas tienen más probabilidades de disfrutar interpretando música, y por ende de haber aprendido a tocar un instrumento musical. Y, por supuesto, las personas más abiertas también pasan más tiempo escuchando música.⁣

Fuente ALFAOMEGA MC



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