El cerebro funciona como una densa red de conexiones controlada por un conjunto de neuronas: determinan qué células nerviosas tienen más probabilidades de producir oportunidades globales.
Investigadores de la Universidad de Duke han desarrollado un nuevo método de análisis cerebral que por primera vez observa al cerebro como un todo holístico y no por regiones separadas.
Según una nota de prensa, el nuevo enfoque confirma que el cerebro funciona como una red interdependiente y fuertemente integrada, y no como la suma de regiones aisladas entre sí. Gracias a esta dimensión holística, es posible determinar los nodos de la red cerebral que tienen más probabilidades de producir oportunidades globales.
Los investigadores midieron esta capacidad cerebral empleando imágenes de resonancia magnética funcional. Buscaban determinar los cambios que se concretarían al introducir ciertos estímulos, en el marco de un tratamiento de estimulación cerebral no invasiva. Las variaciones se aplicaron sobre la memoria de trabajo de los participantes.
Impacto sobre la memoria
La memoria de trabajo u operativa es un proceso activo que utiliza los datos de la memoria a corto plazo, integrándolos con otros elementos. La usamos en la vida cotidiana, por ejemplo, para recordar con exactitud los alimentos que debemos comprar mientras viajamos desde nuestro hogar a la tienda de comestibles. Es importante estudiarla, ya que se ve muy afectada por el envejecimiento.
Los neurocientíficos solicitaron a los participantes del estudio que mantengan brevemente en su memoria determinados fragmentos de información. Posteriormente, debían manipular estos datos para responder preguntas directamente relacionadas.
Los expertos comprobaron a través de los estímulos y de las reacciones de los participantes que existen regiones del cerebro que controlan la red en determinadas circunstancias, pero que en realidad el cerebro debe entenderse como un todo integrado.
Una nueva visión
Según los especialistas, hasta hoy el cerebro se ha analizado como un conjunto de áreas separadas. Esta investigación ha confirmado que funciona como una densa red de conexiones con influencia mutua y que existe un control espontáneo de esa red, una guía natural que orienta al conjunto de neuronas en función de la tarea que se esté desarrollando y de la región que deba predominar en cada caso.
Hasta el momento no existía una forma sistemática de identificar aquellas zonas del cerebro que controlan la red en cada situación, porque la mayoría de los estudios se han centrado en una única región cerebral. Sin embargo, esta investigación avanzó notablemente al respecto, considerando la red cerebral completa y sus interrelaciones.
La nueva concepción es vital para encarar distintas funciones cerebrales, como por ejemplo la memoria. Se sabe que la misma es un fenómeno complejo que abarca múltiples regiones cerebrales. Ahora, los científicos podrán observar el impacto de la memoria en la totalidad de la red cerebral.
Por último, el nuevo enfoque servirá para optimizar métodos de estimulación cerebral no invasiva, los cuales se utilizan en la promoción de patrones saludables de actividad cerebral y en el tratamiento de múltiples trastornos cognitivos y de tipo neurodegenerativo.
Investigadores de la Universidad de Duke han desarrollado un nuevo método de análisis cerebral que por primera vez observa al cerebro como un todo holístico y no por regiones separadas.
Según una nota de prensa, el nuevo enfoque confirma que el cerebro funciona como una red interdependiente y fuertemente integrada, y no como la suma de regiones aisladas entre sí. Gracias a esta dimensión holística, es posible determinar los nodos de la red cerebral que tienen más probabilidades de producir oportunidades globales.
Los investigadores midieron esta capacidad cerebral empleando imágenes de resonancia magnética funcional. Buscaban determinar los cambios que se concretarían al introducir ciertos estímulos, en el marco de un tratamiento de estimulación cerebral no invasiva. Las variaciones se aplicaron sobre la memoria de trabajo de los participantes.
Impacto sobre la memoria
La memoria de trabajo u operativa es un proceso activo que utiliza los datos de la memoria a corto plazo, integrándolos con otros elementos. La usamos en la vida cotidiana, por ejemplo, para recordar con exactitud los alimentos que debemos comprar mientras viajamos desde nuestro hogar a la tienda de comestibles. Es importante estudiarla, ya que se ve muy afectada por el envejecimiento.
Los neurocientíficos solicitaron a los participantes del estudio que mantengan brevemente en su memoria determinados fragmentos de información. Posteriormente, debían manipular estos datos para responder preguntas directamente relacionadas.
Los expertos comprobaron a través de los estímulos y de las reacciones de los participantes que existen regiones del cerebro que controlan la red en determinadas circunstancias, pero que en realidad el cerebro debe entenderse como un todo integrado.
Una nueva visión
Según los especialistas, hasta hoy el cerebro se ha analizado como un conjunto de áreas separadas. Esta investigación ha confirmado que funciona como una densa red de conexiones con influencia mutua y que existe un control espontáneo de esa red, una guía natural que orienta al conjunto de neuronas en función de la tarea que se esté desarrollando y de la región que deba predominar en cada caso.
Hasta el momento no existía una forma sistemática de identificar aquellas zonas del cerebro que controlan la red en cada situación, porque la mayoría de los estudios se han centrado en una única región cerebral. Sin embargo, esta investigación avanzó notablemente al respecto, considerando la red cerebral completa y sus interrelaciones.
La nueva concepción es vital para encarar distintas funciones cerebrales, como por ejemplo la memoria. Se sabe que la misma es un fenómeno complejo que abarca múltiples regiones cerebrales. Ahora, los científicos podrán observar el impacto de la memoria en la totalidad de la red cerebral.
Por último, el nuevo enfoque servirá para optimizar métodos de estimulación cerebral no invasiva, los cuales se utilizan en la promoción de patrones saludables de actividad cerebral y en el tratamiento de múltiples trastornos cognitivos y de tipo neurodegenerativo.
Fuente TENDENCIAS 21