La fuerza muscular retrasa el deterioro cognitivo

La fuerza de agarre y la velocidad al caminar presentan una relación directa con un menor deterioro cognitivo en personas de la tercera edad, de acuerdo a los resultados de una investigación realizada por científicos australianos. El estudio demuestra que estimular la fuerza muscular en ancianos puede ser vital para su salud mental.

Conservar la fuerza muscular mediante el ejercicio físico y una dieta adecuada, que incluya el porcentaje necesario de proteínas, es una de las claves para reducir el impacto negativo de la edad en las funciones cognitivas. Así se comprueba en un reciente trabajo realizado por científicos de Deakin University, en Australia.

Los aspectos relacionados a la preservación de la fuerza muscular tendrían un mayor impacto que la pérdida de masa muscular, en el marco de la búsqueda de un menor deterioro de la función cognitiva en ancianos, según indica una nota de prensa. Los especialistas llegaron a esta conclusión luego de analizar desde principios de la década de 1990 los casos de 292 hombres mayores de 60 años.

Los resultados marcan que existe una relación estrecha entre la fuerza de agarre que se consigue con las manos y las habilidades inherentes a la cognición. Del mismo modo, la velocidad promedio al caminar muestra en el estudio una clara influencia sobre la función psicomotora, la atención y la cognición en general. Sin embargo, no se han hallado asociaciones entre la masa muscular y la función cognitiva en las personas de edad avanzada.

El propósito de los especialistas es identificar los factores de riesgo más importantes para el desarrollo de la sarcopenia, una enfermedad progresiva y generalizada del músculo esquelético. El trastorno se caracteriza por una disminución de la fuerza muscular, de la masa muscular y, por último, del rendimiento físico en general. Estudiando esta patología hallaron una relación directa con las funciones cognitivas.
Estudio de los aspectos físicos y cognitivos

Las pruebas de seguimiento realizadas a los participantes del estudio incluyeron la medición de los aspectos cognitivos mediante un programa de ordenador, que se realizó a la par de las evaluaciones de salud física destinadas a obtener los patrones de fuerza muscular y masa muscular.

En el área cognitiva se examinaron cuestiones como la función psicomotora, el nivel de atención, el comportamiento en ejercicios de aprendizaje visual y la memoria. Los resultados demuestran que la calidad de vida de las personas de la tercera edad puede verse notablemente optimizada siguiendo algunas sencillas pautas.

Los expertos indicaron que el mantenimiento de rutinas simples y cotidianas de actividad física, el hábito de caminar alcanzando una velocidad normal y las pautas de alimentación sana que potencien los beneficios físicos conllevan una disminución en el riesgo de desarrollar sarcopenia, retrasando además el deterioro de las funciones cognitivas provocado por el envejecimiento.

Un camino a continuar

Vale resaltar que los resultados de esta investigación superan lo referido a la problemática de las personas de edad avanzada, ya que demuestran con pruebas concretas que la pérdida de fuerza muscular no solamente influye en el deterioro de las funciones físicas, sino que también tiene un impacto negativo en las funciones cognitivas y en la salud mental.

De aquí en más, los científicos se han propuesto continuar su investigación para intentar hallar marcadores biológicos que muestren la relación entre la salud del músculo esquelético y la salud del cerebro. Además, expresaron que las conclusiones de este estudio pueden tener gran utilidad en el desarrollo de políticas públicas que busquen mejorar la calidad de vida de los ancianos y estimular la salud mental y física.




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