La cafeína es la sustancia psicoactiva más consumida en el mundo y un antagonista no selectivo del receptor de adenosina 2A (A2A). La neurociencia ya ha demostrado que el café también tiene propiedades neuroprotectoras en modelos animales de la enfermedad de Parkinson. Tanto sus acciones psicoestimulantes como los efectos protectores sobre las neuronas dopaminérgicas probablemente dependan de la acción sobre estos receptores, y el bloqueo del A2A por la cafeína reduce la neurotoxicidad y los procesos inflamatorios. El estudio de referencia publicado recientemente en Neurology muestra que incluso para las personas con una mutación genética relacionada con la enfermedad de Parkinson, el consumo de café puede estar asociado con un menor riesgo de desarrollar la enfermedad.
Fuente ALFA OMEGA MC