Un agujero negro supermasivo se desplaza a casi 180 mil kilómetros por hora por el centro de una galaxia localizada a 230 millones de años luz de la Tierra. Podría tratarse de la fusión de dos gigantescos agujeros negros o de un sistema binario.
Astrónomos de la Universidad de Harvard han observado un agujero negro supermasivo que está a 230 millones de años luz de la Tierra viajando a una velocidad superior a los 177.000 kilómetros por hora. Desplaza su masa, de aproximadamente tres millones de veces la de nuestro Sol, a través del centro de una galaxia llamada J0437 + 2456. La causa de su movimiento, un extraño fenómeno muy difícil de observar, podría ser la fusión de dos agujeros negros supermasivos o, incluso, que forme parte de un sistema binario.
Los agujeros negros supermasivos son colosales estructuras ubicadas en el centro de las galaxias. Funcionan como núcleos activos, alimentándose de todo aquello que pasa a su alrededor mediante un delgado disco giratorio compuesto de polvo y gas. Se trata del disco de acreción, a través del cual y gracias a la agregación de cuerpos menores, el agujero negro supermasivo va incrementando su masa en forma descomunal y con inusual rapidez.
Según una nota de prensa, lo inusual en este caso es que se ha observado a una de estas misteriosas estructuras viajando a una increíble velocidad por la galaxia J0437 + 2456. Se trata de una galaxia espiral de tipo Sb, ubicada aproximadamente a 230 millones de años luz de distancia de nuestro planeta, en la constelación de Tauro. El agujero negro supermasivo posicionado en su centro fue detectado por primera vez en 2018.
Agujeros negros viajeros
Aunque existen diferentes teorías sobre la capacidad de estos agujeros negros de enormes dimensiones para viajar libremente por el espacio, la realidad indica que es muy difícil apreciarlos y captarlos en el momento en que se desplazan. En consecuencia, la observación realizada por los astrónomos del Centro de Astrofísica Harvard y Smithsonian, con la colaboración de científicos de otros centros de investigación, es verdaderamente trascendente y singular.
En cuanto a la explicación del extraño fenómeno, los astrónomos sostienen dos hipótesis en un estudio recientemente publicado en la revista The Astrophysical Journal. Una posibilidad sería que el agujero negro supermasivo se esté fusionando con otro. En consecuencia, el desplazamiento se debería a dicha alianza o entrelazamiento, con el propósito de ubicarse correctamente para el alineamiento de ambas estructuras.
Sin embargo, existe otra posibilidad más arriesgada y apasionante: la presencia de un sistema binario. Sería aún mucho más extraño que haber detectado a un agujero negro supermasivo en movimiento confirmar la existencia de un núcleo galáctico compuesto por dos agujeros negros, ya que esta clase de estructuras es todavía más difícil de observar.
¿Sistema binario?
De tratarse de un fenómeno de ese tipo, el agujero negro supermasivo detectado sería uno de los integrantes de la pareja, en tanto que el otro permanecería oculto debido a su posicionamiento actual. Los astrónomos explicaron que el agujero negro «viajero» fue hallado mediante una red combinada de antenas de radio, aplicando una técnica conocida como interferometría VLBI.
Esta tecnología permite captar emisiones conocidas como maser, producidas por los agujeros negros supermasivos a partir del agua que orbita a su alrededor. Si la estructura es un sistema binario, actualmente solo uno de los agujeros negros se encontraría desarrollando las mencionadas emisiones. Además, las mismas permiten medir la velocidad de un agujero negro con mucha precisión.
De aquí en más, los astrónomos piensan continuar con las observaciones para poder confirmar definitivamente la naturaleza de la estructura ubicada en el centro de la galaxia J0437 + 2456. De confirmarse que se trata de un sistema binario, podría arrojar luz sobre aspectos cruciales en torno a los períodos iniciales de formación del universo y a los mecanismos relacionados con la conformación de las galaxias.
Astrónomos de la Universidad de Harvard han observado un agujero negro supermasivo que está a 230 millones de años luz de la Tierra viajando a una velocidad superior a los 177.000 kilómetros por hora. Desplaza su masa, de aproximadamente tres millones de veces la de nuestro Sol, a través del centro de una galaxia llamada J0437 + 2456. La causa de su movimiento, un extraño fenómeno muy difícil de observar, podría ser la fusión de dos agujeros negros supermasivos o, incluso, que forme parte de un sistema binario.
Los agujeros negros supermasivos son colosales estructuras ubicadas en el centro de las galaxias. Funcionan como núcleos activos, alimentándose de todo aquello que pasa a su alrededor mediante un delgado disco giratorio compuesto de polvo y gas. Se trata del disco de acreción, a través del cual y gracias a la agregación de cuerpos menores, el agujero negro supermasivo va incrementando su masa en forma descomunal y con inusual rapidez.
Según una nota de prensa, lo inusual en este caso es que se ha observado a una de estas misteriosas estructuras viajando a una increíble velocidad por la galaxia J0437 + 2456. Se trata de una galaxia espiral de tipo Sb, ubicada aproximadamente a 230 millones de años luz de distancia de nuestro planeta, en la constelación de Tauro. El agujero negro supermasivo posicionado en su centro fue detectado por primera vez en 2018.
Agujeros negros viajeros
Aunque existen diferentes teorías sobre la capacidad de estos agujeros negros de enormes dimensiones para viajar libremente por el espacio, la realidad indica que es muy difícil apreciarlos y captarlos en el momento en que se desplazan. En consecuencia, la observación realizada por los astrónomos del Centro de Astrofísica Harvard y Smithsonian, con la colaboración de científicos de otros centros de investigación, es verdaderamente trascendente y singular.
En cuanto a la explicación del extraño fenómeno, los astrónomos sostienen dos hipótesis en un estudio recientemente publicado en la revista The Astrophysical Journal. Una posibilidad sería que el agujero negro supermasivo se esté fusionando con otro. En consecuencia, el desplazamiento se debería a dicha alianza o entrelazamiento, con el propósito de ubicarse correctamente para el alineamiento de ambas estructuras.
Sin embargo, existe otra posibilidad más arriesgada y apasionante: la presencia de un sistema binario. Sería aún mucho más extraño que haber detectado a un agujero negro supermasivo en movimiento confirmar la existencia de un núcleo galáctico compuesto por dos agujeros negros, ya que esta clase de estructuras es todavía más difícil de observar.
¿Sistema binario?
De tratarse de un fenómeno de ese tipo, el agujero negro supermasivo detectado sería uno de los integrantes de la pareja, en tanto que el otro permanecería oculto debido a su posicionamiento actual. Los astrónomos explicaron que el agujero negro «viajero» fue hallado mediante una red combinada de antenas de radio, aplicando una técnica conocida como interferometría VLBI.
Esta tecnología permite captar emisiones conocidas como maser, producidas por los agujeros negros supermasivos a partir del agua que orbita a su alrededor. Si la estructura es un sistema binario, actualmente solo uno de los agujeros negros se encontraría desarrollando las mencionadas emisiones. Además, las mismas permiten medir la velocidad de un agujero negro con mucha precisión.
De aquí en más, los astrónomos piensan continuar con las observaciones para poder confirmar definitivamente la naturaleza de la estructura ubicada en el centro de la galaxia J0437 + 2456. De confirmarse que se trata de un sistema binario, podría arrojar luz sobre aspectos cruciales en torno a los períodos iniciales de formación del universo y a los mecanismos relacionados con la conformación de las galaxias.
Fuente TENDENCIAS 21