En el cosmos hay millones de estrellas que explotan y vuelven a nacer, y son cautivantes. Las supernovas son un buen ejemplo, pues explotan, se convierten en agujeros negros o estrellas de neutrones y permanecen. Sin embargo, hay otras estrellas que podrían ser la fuente de vida del universo.
Sólo algunas estrellas llegan a ser verdaderas e impactantes supernovas. Pero en el espacio también hay otros miles de millones de brillantes cuerpos que se convierten en enanas blancas, es decir, en el núcleo de una estrella.
Gracias a un nuevo estudio se comprobó que estas enanas blancas contribuyen mucho más de lo que pensamos en el desarrollo de la vida en el cosmos. La razón es simple pero extraordinaria: estas enanas son la fuente principal de átomos de carbono en la Vía Láctea.
¿Y qué tiene que ver el carbono? Pues este elemento químico es crucial para crear vida. De hecho, cerca del 90% de las estrellas del universo terminan por convertirse en enanas blancas y cualquier estrella puede hacerlo, incluso el sol.
También en Ecoosfera: El origen de la vida es poesía pura y demuestra que todo está conectado
¿Qué son las enanas blancas?
Imagina restos estelares navegando por el cosmos. Ahora, agrega a estos restos algo de densidad y unos 997,260°C, y tendrás como resultado una estrella fascinante, sana y brillante. Con el paso del tiempo (unos cuantos millones de años) esta estrella llegará a enfriarse y se oscurecerá hasta perder su material exterior.
Pero justo antes de colapsar y perder todo, los restos se transportan a través del espacio guiados por los vientos que producen su propia estructura. A estas alturas, lo único que queda son cenizas compuestas por elementos químicos como el carbono.
El carbono, la fuente de vida del universo
El carbono es el cuarto elemento que más abunda en todo el cosmos. Gracias a él se construyen la mayoría de las células y muchas estrellas nacen. Ambas cosas provienen del carbono, así que no tomes a la ligera la próxima vez que te digan que estamos hechos de polvo de estrellas, porque es verdad.
No obstante, ahí no está nuestra principal duda. Más bien, los expertos buscan descubrir de dónde proviene el carbono, y todo indica que una estrella es responsable de difundir este elemento por todo el universo. Para investigar esto, los científicos decidieron asomarse a las enanas blancas. Al medir la relación de la masa inicial de las estrellas con su masa final, descubrieron que su masa es mucho más grande de lo que se había previsto.
“Nuestro estudio interpreta esta torcedura en la relación de masa inicial-final como la firma de la síntesis de carbono hecha por estrellas de baja masa en la Vía Láctea”, señala Paola Marigo, autora del estudio.
De esta forma, los astrónomos concluyeron que las estrellas de más de 2 masas solares también contribuyen al enriquecimiento galáctico del carbono, y las enanas blancas forman parte de este grupo.
Sólo algunas estrellas llegan a ser verdaderas e impactantes supernovas. Pero en el espacio también hay otros miles de millones de brillantes cuerpos que se convierten en enanas blancas, es decir, en el núcleo de una estrella.
Gracias a un nuevo estudio se comprobó que estas enanas blancas contribuyen mucho más de lo que pensamos en el desarrollo de la vida en el cosmos. La razón es simple pero extraordinaria: estas enanas son la fuente principal de átomos de carbono en la Vía Láctea.
¿Y qué tiene que ver el carbono? Pues este elemento químico es crucial para crear vida. De hecho, cerca del 90% de las estrellas del universo terminan por convertirse en enanas blancas y cualquier estrella puede hacerlo, incluso el sol.
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¿Qué son las enanas blancas?
Imagina restos estelares navegando por el cosmos. Ahora, agrega a estos restos algo de densidad y unos 997,260°C, y tendrás como resultado una estrella fascinante, sana y brillante. Con el paso del tiempo (unos cuantos millones de años) esta estrella llegará a enfriarse y se oscurecerá hasta perder su material exterior.
Pero justo antes de colapsar y perder todo, los restos se transportan a través del espacio guiados por los vientos que producen su propia estructura. A estas alturas, lo único que queda son cenizas compuestas por elementos químicos como el carbono.
El carbono, la fuente de vida del universo
El carbono es el cuarto elemento que más abunda en todo el cosmos. Gracias a él se construyen la mayoría de las células y muchas estrellas nacen. Ambas cosas provienen del carbono, así que no tomes a la ligera la próxima vez que te digan que estamos hechos de polvo de estrellas, porque es verdad.
No obstante, ahí no está nuestra principal duda. Más bien, los expertos buscan descubrir de dónde proviene el carbono, y todo indica que una estrella es responsable de difundir este elemento por todo el universo. Para investigar esto, los científicos decidieron asomarse a las enanas blancas. Al medir la relación de la masa inicial de las estrellas con su masa final, descubrieron que su masa es mucho más grande de lo que se había previsto.
“Nuestro estudio interpreta esta torcedura en la relación de masa inicial-final como la firma de la síntesis de carbono hecha por estrellas de baja masa en la Vía Láctea”, señala Paola Marigo, autora del estudio.
De esta forma, los astrónomos concluyeron que las estrellas de más de 2 masas solares también contribuyen al enriquecimiento galáctico del carbono, y las enanas blancas forman parte de este grupo.
Fuente ECOOSFERA